Es una injusticia vivir en uno de los lugares del planeta que menos contamina y que mas puede sufrir el cambio climático. Por eso no es de extrañar que desde pequeños los habitantes de Samoa sepan la importancia de cuidar la naturaleza en todas sus formas. Brianna Fruean a los 11 años fundó con un grupo de amigos las organizaciones Future Rush y Samoa 350. Desde entonces ha llevado la voz de ese país insular, situado en medio del Pacifico Sur, a todas partes.

En la ultima conferencia COP26 en Glasgow sus palabras fueron contundentes: “Estoy aquí para traer conmigo las voces de nuestras comunidades, de quienes no pudieron venir por la covid y la injusta desigualdad en la distribución de las vacunas. Traigo conmigo las voces de un Pacífico que se niega a rendirse. El tiempo se agota para mis islas y no admitiremos más fallos de los líderes mundiales. Sabemos, tal y como nos muestra el reciente informe científico del IPCC, que no están haciendo lo suficiente. La COP26 debe resultar en soluciones concretas de forma urgente, y estamos aquí para obligarles a actuar”. Advierte que si estas islas desaparecen será la señal del comienzo del fin.

Apoyándose en el poder que le da la naturaleza y contar con el acompañamiento de sus antepasados remato “Nos enfrentamos al colonialismo climático: compañías ricas y contaminantes se lucran de nuestra destrucción”. Así se simple y claro.