Ayer se conoció la triste noticia de la partida de Ángel "Beto" Zohil, un hombre que siempre estuvo vinculado al motocross. Nació en Bariloche el 18 de mayo de 1947, tenía 74 años. Hijo de Mateo Zohil y de Paula Rojas, tenía tres hermanos, Jorge Luis, Raúl José y Marta Deliz. Tuvo dos hijos, Roberto Daniel y Oscar Ariel. Apasionado de las motos, en 1969, luego de trabajar arduamente, logró llegar a su primera moto, con la que competiría durante 10 años consecutivos en los certamenes locales y regionales. 

En su trayectoria deportiva, logró quedarse con un subcampeonato que llevaba el nombre de Nello Garagnani. Al equipo le gustó su conducción y durante varios años fue piloto de Gilera. Siempre memorioso y amante de la primera época del motocross, recordaba a Pichi Carrasquedo como el gran ídolo, su amigo y su maestro. Nunca olvidaba que cuando se competía contra los pilotos chilenos era un gran duelo. En aquella época, los trasandinos llegaban con motos importadas especialmente diseñadas para este deporte. Como siempre, los argentinos tenían que arreglárselas con las motos que tenían. Desarmarlas, hacerles horquillas caseras y otras cuestiones mecánicas que hacían que una moto de calle se convierta en una de motocross.
En una última entrevista, Ángel Zohil dijo: "El motocross era mi cable a tierra, el viejo circuito del cerro Otto era increíble, fuimos muchos los barilochenses que disfrutamos del nacer de este deporte".
Hoy el motocross llora la partida del Beto Zohil. El domingo habrá una competencia en La Cascada, donde varios barilochenses pelearán el campeonato. Seguramente habrá un sentido homenaje a otro de los pioneros de aquellos comienzos del deporte de las dos ruedas, que marcó el camino que muchos anduvieron.

Hoy te vas a encontrar con Pichi Carrasquedo y otros tantos que partieron. Seguramente estarás organizando alguna carrera o hablando de las aventuras de todos. Hasta siempre, Beto, el motocross te va a extrañar.