Para algunas personas su principal motivación para el sexo es pasarlo bien, para otras implica una demostración de amor y compromiso y para otros puede ser incluso algo prescindible, algo que no les interesa especialmente.

Cada uno de ellos tiene un diferente comportamiento que, según han estudiado expertos, puede encajar en un perfil sexual determinado. 

Para definir estos perfiles los investigadores  pusieron en marcha hace cuatro años un cuestionario (en el que participaron más de 12.000 personas) que les permitió llegar a un consenso y determinar que la sexualidad responde a motivaciones, es decir, a ganancias internas o externas. De hecho los ocho perfiles de comportamiento sexual definidos por este proyecto están basados en la división del eje tradición-innovación y el eje like-dislike (me gusta o me disgusta), si bien aclaran que incluyeron preguntas que permitiesen aplicar correcciones y contrapesos para limitar los segos de respuesta.

Hasta la fecha el cuestionario sigue activo y continúa recogiendo datos, los perfiles más comunes son el amoroso, el pasional y el lúdico.

Así es cada perfil

-El perfil amoroso incluye a quienes disfrutan del sexo con la persona a la que quieren y sienten que, sin amor, el sexo no es pleno.

-El perfil pasional incluye a quienes disfrutan del sexo con la persona correcta en el momento correcto.

-El perfil funcional recoge a quienes creen que el sexo no es pasarlo bien, sino una manera de relacionarse con una persona a otros niveles.

-El perfil lúdico incluye a los que opinan que su principal motivación para tener sexo con alguien es que se lo pasan bien.

-El perfil explorador unifica la idea de disfrutar con el sexo y experimentar formas de relacionarse con otra persona a través o no del sexo.

-El perfil hogareño es el que recoge una visión tradicional sobre el sexo de quienes lo ven como una demostración de amor y compromiso.

-El perfil familiar incluye a los que ven en el sexo un medio para tener hijos y reproducirse.

-El perfil desinteresado no se siente especialmente atraído hacia el sexo pues no es algo en lo que interese.

Eduard García, urólogo y experto en salud sexual masculina, precisa que ninguno es mejor que otro, es decir, que no hay perfiles buenos ni malos, sino que puede haber gente feliz, sexualmente hablando, en todos ellos, pero también gente infeliz. 

Sobre este punto, no obstante, sí que matiza que a través del estudio los investigadores han podido deducir que algunos perfiles son más felices sexualmente que otros y que la educación que recibe cada persona a lo largo de su vida influye directamente en la felicidad sexual. 

Otro aspecto que se ha concluido en las investigaciones es que claramente no encajamos sexualmente con todo el mundo y que con unas personas encajamos mucho mejor que con otras, por lo que explican que estas herramientas pueden contribuir a ayudar a elegir mejor, conocerse y tener sexo de mayor calidad y más saludable.

Cómo se hizo el estudio

El proyecto Sex360 se ha desarrollado con la metodología en tiempo real de Delphi, que permite obtener resultados de forma anónima, haciendo así del Big Data una herramienta para encontrar las respuestas sobre comportamiento social que aún desconocemos. A su vez, el grupo de investigación está compuesto por Eduard García, urólogo y experto en salud sexual masculina; Mónica González, ginecóloga; Diana Marre, experta en antropología social y cultural; Josep M. Monguet, doctor en Ingeniería; Mafe Peraza, uroandróloga y experta en sexualidad; Hernán Pinto, Doctor en Medicina; Eduardo Romero, ingeniero de telecomunicaciones; Carmen Sánchez, psicóloga clínica y experta en sexología; Carlos Suso, Doctor en psicología y Álex Trajo, ingeniero industrial.

Comenzó hace cuatro años y el cuestionario inicial incluía un total de 50 preguntas que ayudaron a definir los distintos perfiles sexuales.