26/10/2021

¿Por qué me pasó esto a mí?

¿Por qué me pasó esto a mí?

A todos nos toca, en algún momento, atravesar una crisis que surge para generarnos miedo y sufrimiento. Es entonces que muchos preguntan: “¿Por qué me pasó esto a mí?”. Asumir esta actitud se debe a que uno se siente débil e indefenso frente a la vida. Si este es tu caso, te animo a empezar a verte más fuerte que todo lo negativo para ser capaz de enfrentarlo.

Cuando nos percibimos fuertes, no estamos minimizando lo negativo, sino que elegimos expresar: “A pesar de esta situación dolorosa, o de esta carencia, o de esta pérdida, voy a ponerme de pie y a continuar avanzando hasta llegar a la meta”. Es tomar autoridad sobre nuestras circunstancias y no dejarnos vencer por la crisis. Entonces, esta ya no tiene poder sobre nuestras emociones.

Hay gente que les teme a los desafíos y huyen, sin darse cuenta de que estos son la única manera de darnos cuenta de que portamos en nuestro interior la habilidad de superar cualquier dificultad que se nos presente. Esa crisis que tanto miedo te hace sentir, sobre todo por la incertidumbre, es el motor para ayudarte a cambiar tu visión de la vida.

Pero, ¿cómo puede ser que una crisis me sea de ayuda?, tal vez preguntes. Porque, muchas veces, al sentir que tu mundo se derrumba, sí o sí te ves obligado, obligada, a transformarte en alguien fuerte, sólido, profundo y sabio. Por lo general, las crisis duelen, y mucho, pero siempre nos llevan a decir: “Me di cuenta de que soy más fuerte de lo que creía”.

Aunque suene increíble, algunas personas descubren su potencial interior únicamente cuando atraviesan alguna crisis. ¿De qué forma es posible tenderle una mano a aquel que fue derribado emocionalmente y está sufriendo por una crisis inesperada, como perder a un ser querido o quedarse sin trabajo? Fundamentalmente ayudándolo a ser restaurado.

¿Por qué los seres humanos nos quebramos a nivel emocional? La razón es que todos tenemos ciertas expectativas dentro de nosotros, aunque no las verbalicemos. Entonces, si estas no se cumplen, porque ocurre lo contrario de lo que esperábamos, se debilita nuestra esperanza y experimentamos dolor. A veces, esto nos lleva incluso a aislarnos del mundo.

Todos, sin excepción, esperamos algo porque, aunque no seamos conscientes de ello, tenemos una cuota de fe por pequeña que sea.

Aunque la fe se pueda quebrar, al mismo tiempo, es el motor que nos ayuda a seguir adelante; en especial, en medio de las dificultades. Hoy en día, nuestro mayor desafío en todo el mundo es mantener nuestra fe en un futuro mejor, incluso cuando seamos fuertemente golpeados por las circunstancias y sintamos que no resistimos más.

Expresar que tenemos fe, pero dudar de lo que el mañana nos pueda deparar, en realidad no es fe, sino miedo. La fe tiene el poder de liberarnos del miedo y el estrés que acumulamos día tras día. Esto es así porque “confiar en que todo saldrá bien” nos permite relajarnos. Tu fe y la mía es una fortaleza que tiene voz y nos dice que lo mejor está por venir.

 

Instagram @berstamateas

facebook.com/bernardostamateas

Live 9 p. m. todos los miércoles.

 

¿Que opinión tenés sobre esta nota?


Me gusta 0%
No me gusta 0%
Me da tristeza 0%
Me da alegría 0%
Me da bronca 0%
Te puede interesar
Ultimas noticias