Un buen asado no lo hace cualquiera. Aunque la mayoría de los argentinos se jacten de poder hacer la carne a la parrilla, el aplauso para el asador no lo reciben todos. Hay trucos y consejos para que la carne quede tierna y no como una suela.

El truco fundamental que debés tener en cuenta es que no hay que cortar la carne sino que debe llegar a la parrilla en una pieza entera para que no se reseque, sí podés retirar el exceso de grasa de algunos cortes.

La sal

Una de las primeras acciones que realizamos cuando comenzamos a cocinar es salar los ingredientes, sin embargo, pocos saben que esto puede resultar perjudicial para el asado.

Si la sal se coloca al principio de la cocción hará que los jugos de la carne se sequen, esto hará que se endurezca. Lo ideal es salar los cortes sobre el final de la cocción, justo antes de servirla. Esto permitirá que se conserve el jugo y que la textura sea tierna y blanda.

Macerar con leche

Este truco no es obligatorio, pero puede ayudar a preveer que el asado salga duro. Macerar la carne con leche varias horas antes de cocinarla permite ablandarla, esto no afecta al sabor.

Además de utilizar leche, se puede recurrir a otros líquidos como el jugo de limón, vinagre de manzana o cerveza. Sólo tené en cuenta que estos últimos sí pueden alterar el sabor, pero de todas maneras te serán útiles para aplicar en otras recetas.

La cocción

Sin importar cómo cocines la carne (parrilla, horno u en otra receta) lo importante es tener en cuenta el tiempo de cocción de la carne.

Recordá que cuanto más tiempo tardes en cocinar la carne a la parrilla más tierno y blando será el resultado. Apurar la cocción de los alimentos y tener el fuego alto conducirá que los alimentos salgan duros, e incluso se quemen.