27/09/2021

Mahani Teave volvió a la isla donde se crió para brindar ayuda

Mahani Teave volvió a la isla donde se crió para brindar ayuda

Rapa Nui, Isla de Pascua (Chile), es uno de los lugares más remotos, a más de 3800 km del continente. Detrás de la atractiva y exótica imagen hay una economía frágil que depende del turismo, su cultura se ve influenciada por la globalización, no produce suficientes alimentos para sustentarse, las oportunidades de desarrollo de sus habitantes son limitadas y este horizonte deviene en problemas como el alcoholismo y las drogas. Además está amenazada por el aumento del nivel del mar que torna incierto su futuro. Por eso el gesto de Mahani Teave de volver a la isla, el lugar donde se crio, es más que significativo. 

Ella nació en Hawai, de madre estadounidense y padre rapanui quien también era musico. Al poco tiempo se instalaron en la isla, y a los seis años empezó a ir a clases de ballet, donde cultivo el gusto por la música clásica que escucha. Cuando su profesora emigró convenció a una pianista jubilada para que le enseñara a tocar piano. A los 9 años se mudaron a Valdivia donde prosiguió sus estudios, que continuaron en los Estados Unidos y Alemania. Llego a presentarse en varias de las principales salas de concierto europeo. Sin embargo decidió volver en 2012 y fundar una escuela de música. "Siento que los niños rapanui aprenden a caminar sólo para poder bailar y hablan para poder cantar", comenta. 

En 2016 crea junto a otras personas la Fundación Toki para la educación musical desde infantes de 2 años hasta mayores. Aprenden piano, chelo, violín, trompeta, ukelele, así como re'o riu (un canto ancestral), takona (pintura corporal), ori y hoko (bailes tradicionales). La construcción de sus instalaciones se hizo con los desperdicios dejados por los turistas y la madera que trajo la marea. Sus obreros fueron voluntarios de distintas partes del mundo que trabajaron durante un año y medio. Su arquitectura es autosustentable con paneles solares y recolección de agua de lluvia. En 2018 grabaron su primer disco “Odisea Rapa Nui” con música de Bach, Liszt, Handel y Chopin, más "I He a Hotumatu'a", el himno de la isla.

Durante el confinamiento por el coronavirus, sin turismo, ni vuelos, aumentaron el desempleo y los alimentos escasearon. La fundación logro generar unas 500 parcelas cultivables para provecho de sus casi 8000 habitantes. También se proponen no generar desperdicios para el 2030. No son desafíos menores. Los más de 900 Moai, las tradiciones figuras de piedra, serán testigos de esta transformación. 

¿Que opinión tenés sobre esta nota?


Me gusta 0%
No me gusta 0%
Me da tristeza 0%
Me da alegría 0%
Me da bronca 0%
Te puede interesar
Ultimas noticias