Así lo aseguró el secretario general del SOYEM, Ernesto Losert, quien consideró que “no es bueno que el Estado tenga tanto tiempo a compañeros contratados, debería dar el ejemplo. Estatutariamente, con un año de antigüedad, cada trabajador es pasible de entrar a la planta. Eso peleamos nosotros todos los años”.

Graficó que dentro de la Municipalidad hay personal “en negro total, donde hay compañeros que cobran por los planes haciendo tareas de planta, u otros que están bajo locación de servicios, quienes se pagan sus propios impuestos y aportes y eso no es una buena práctica”.

Las modalidades del pase a planta para cualquier empleado municipal son dos: por contrato o por concurso. Y según el dirigente, en la actualidad hay unas 500 personas que están contratadas y que requieren de su seguridad laboral.

“Hemos tenido tres ordenanzas de pase a planta, esta sería una nueva. Cada una tiene su particularidad, en este caso se envía el pase a planta de compañeros que tienen entre 1 y 6 años de antigüedad dentro del municipio. Este es un proceso en el que nosotros nos ponemos firmes, porque significa lograr la estabilidad laboral de cada uno de ellos”, remarcó Losert.

Aclaró que no implicaría un gasto mayor para las arcas de la Comuna, sino el cambio de la figura contractual de cada persona. “Los compañeros que están contratados tienen los aportes como quienes están en planta y tienen un paralelo con sus beneficios y categorías, es como una suerte de contrato, pero en blanco. Entonces, sería dejar de tener un contrato semestral o anual, para estar en planta y no tener que firmar cada seis meses un nuevo contrato”, sostuvo.

“Esto le da otro plafón a los compañeros, otra seguridad. También hay obligaciones, por supuesto. Hay una serie de obligaciones muy importantes dentro del propio estatuto del empleado municipal”, continuó.

Según Losert, en lo que respecta a empleados de planta hay entre 1.200 y 1.300. Más los contratados de planta que son unos 500 más. Aunque mensualmente, se pagan unos 2 mil salarios, “porque hay una planta política bastante importante y sigue entrando personal político hasta las últimas semanas”.

“Nosotros creemos que el piso de empleados municipales, tiene que estar en unos 1.900 trabajadores, porque la Municipalidad tiene una carga de servicios muy importante. Se realizan muchos servicios que tienen que ver con la parte operativa, las fiscalizaciones y otras tareas que al municipio no le corresponderían y los ha tomado, como las cámaras de seguridad. Esa no es una prestación municipal y no está tasado siquiera. Eso forma parte de un tema de seguridad”, opinó Ernesto Losert, quien desde hace tres años está al mando del SOYEM.

El dirigente valoró la tarea de sus representados, exponiendo que “el personal municipal estuvo durante toda la pandemia, al frente de todos y cada uno de los servicios operativos para sostener la ciudad”.

“Hubo compañeros que no pudieron estar y trabajaron desde su casa por todas las implicancias y riesgos de la propia pandemia, pero todo estuvo cubierto. Desde que comenzó la pandemia, nunca hubo menos del 80% de trabajadores municipales dando servicios y es más, al haber una ordenanza de emergencia vigente, había trabajadores que si no estaban prestando servicios en un área, podían hacerlo en otra. Por eso hay compañeras del área de Deportes que están con los módulos, con el sostenimiento de la sociedad. Eso también es parte de nuestras obligaciones”, dijo.

Finalmente expresó: “La sociedad ha visto como estamos trabajando, aunque tal vez no se valoriza. Sin embargo, el día que falta ahí somos los malos de la película, como cuando tenemos que reclamar un aumento de sueldo o hacer una medida poco simpática para la gente, porque la discusión se terminó. Ahí empieza a faltar la inspección de obra, la aprobación, la falta de aseo de la ciudad, la recolección de residuos o el personal del Vertedero. Pero que la influencia de nuestro trabajo sea mayor o menor, depende del lineamiento político que tengamos del gobierno de turno”, sintetizó.