La Corte Suprema de Justicia de la Nación rechazó un recurso de queja intentado por la defensa de Adrián Matlaszuk y selló definitivamente la condena a doce años de prisión que le impusieron por el crimen de Franco Gavilán, ocurrido en Mallín Ahogado. En la causa, otro imputado había sido absuelto por falta de pruebas.

El 27 de enero de 2017, Franco Gavilán fue ultimado de un disparo en la zona del cuello, que provocó heridas que acabaron con su vida a consecuencia de una profusa hemorragia. Por el hecho fueron enjuiciados Emilio Aguilar, que resultó absuelto por falta de pruebas, y Adrián Matlaszuk, que fue declarado responsable del homicidio y condenado a doce años de prisión.

Lo que siguió fue un largo camino de apelaciones de la fiscalía, la querella y la defensa, que llegó hasta la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que emitió un pronunciamiento final, dejó firme la sentencia y el caso quedó definitivamente cerrado.

El joven Franco Gavilán murió el 27 de enero luego de recibir un disparo tras mantener una discusión con otros parroquianos en un bar del paraje Mallín Ahogado. Fue en un bar cercano a la chacra Wharton, punto de ingreso a los refugios de montaña ubicados al Oeste del río Azul. En el lugar había un centenar de turistas y mochileros que esperaban el micro para volver al pueblo y en algunos casos declararon como testigos.

Según lo reconstruido, cerca de las 20, varias personas que bebían alcohol en el lugar comenzaron una discusión por la negativa del dueño del negocio a seguir vendiendo alcohol a sus clientes. La víctima fatal habría reaccionado e increpó a un familiar del propietario que estaba detrás del mostrador.

Según la teoría de la Fiscalía, frente a un puesto de choripanes, Aguilar y Matlaszuk se acercaron a Gavilán, profiriéndole insultos que culminaron en un golpe de puño en el rostro del joven, lo cual provocó su enojo y lo llevó a extraer de sus prendas un arma blanca tipo cuchillo para enfrentarlos. Fue entonces cuando Aguilar, siempre según la imputación, extrajo un arma blanca tipo “faca” de mayor porte, lo que ocasionó que Gavilán cesara su agresión y emprendiera la huída corriendo, siendo perseguido.

En la persecución, Aguilar se cayó al suelo al tropezarse con una soga que limitaba el estacionamiento del lugar e, inmediatamente, Matlaszuk extrajo un arma de fuego de puño que portaba en la cintura. Ante el grito de Aguilar que le dijo “matalo”, efectuó al menos tres disparos, dos de los cuales fueron dirigidos a la persona de Gavilán, quien recibió un impacto en el cuello del lado derecho sin orificio de salida. La herida provocó un shock hipovolémico, que ocasionó su fallecimiento en la ambulancia, durante el traslado al nosocomio de la localidad de El Bolsón.

Los imputados requirieron a otra persona que los trasladara hasta su vehículo, camioneta Ford F 100, con la que se retiraron del lugar, aprovechando este trayecto para hacer desaparecer el arma de fuego utilizada. Fueron detenidos minutos después por personal policial luego de una persecución por la zona.