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| 29/07/2021

Débora Sansó Neculman presenta “Desbordes”

Débora Sansó Neculman presenta “Desbordes”
Débora en acción. Foto: Dede Marziale.
Débora en acción. Foto: Dede Marziale.

La bailarina compartirá un trabajo de danza contemporánea, después de un período en el que estuvo ausente de Bariloche. La “descolonización interior” y el “borramiento de los límites” son las consignas.

El domingo (1° de agosto), Débora Sansó Neculman retornará a Bariloche para presentar “Desbordes”, una propuesta de danza contemporánea. La bailarina se presentará en Moma (Traful 210 – Melipal) desde las 19, con un espectáculo que se extenderá por 20 minutos. Actualmente vecina de Las Grutas, la artista supo residir en esta ciudad, donde desarrolló intensa actividad en el tango danza. Ahora, es otra la estética que compartirá.

“Es un trabajo escénico planteado desde un lenguaje de composición e improvisación en danza, pero también con elementos que teatralizan el espacio y el tiempo de la escena”, introdujo Sansó Neculman. “Es una pieza de formato chico, dura 20 minutos y surge de la investigación experimental y autónoma, donde me pregunto cómo deshacer lo conquistado en mi cuerpa (sic) y cómo descolonizarme interiormente”, avisó.

En definitiva, “Desbordes” es “el soporte material de esta experiencia, que transité de manera nómade entre 2018, 2019 y una partecita de 2020, circulando en mis prácticas y en mis ensayos, por Viedma, Bariloche, Las Grutas y Neuquén. El proceso creativo comenzó de manera solitaria, pero en 2019 participé de una convocatoria para trabajos de danza que estuvieran en proceso, de la Escuela de Danza Contemporánea de Neuquén. El proyecto quedó seleccionado, entonces entré a esa plataforma, que se llama Procesos Colaborativos en Danza”.

Esa instancia permitió que la bailarina diera “un último tránsito al trabajo, porque tenía dudas, preguntas e inseguridades, al ser el primero en el cual tomo todas las decisiones. Venía de muchas experiencias de ser intérprete al trabajar en distintos grupos, con ideas y dirigida por otras personas”, confió Sansó Neculman. “En este caso, necesitaba saber si yo era capaz de tener una idea y llevarla adelante, no solamente desde la cuerpa sino desde todo el trabajo que significa hacer una producción en danza”.

Esa necesidad coincidió con “un momento en que también estuve reconociéndome mucho en mis identidades. Estaba haciendo un proceso de muchas preguntas sobre mí misma en cuanto a mi identidad como mapuche, mi identidad como mujer, como madre, como bailarina, como persona y como trabajadora”, enumeró la bailarina. “Una vez más fue la danza lo que me permitió encarar todos estos temas”.

En efecto, “en la danza encuentro un lugar que me permite sentir, una libertad que me revela, impulsa y desafía a expresarme de una manera que quizás, en otros ámbitos no tanto”, afirmó. Durante el proceso, “encontré un lenguaje propio o por lo menos, me dediqué a buscarlo. Trabajo sobre la narrativa personal, sobre lo autobiográfico o experiencia personal mía, como resistencia a los discursos oficiales, hegemónicos y a lo que está bien en danza o en lo escénico”.

En sus cavilaciones, “me fui dando cuenta de que esta narrativa personal me permitía separarme de todas las influencias o de la información que recibimos en nuestros estudios académicos y de cómo vamos formando nuestro cuerpo cuando estudiamos y nos dedicamos a desarrollarnos en la danza. La de Desbordes es una danza con particularidades, no busca una narrativa, pero sí construye un relato”, aclaró. “Utilizo dibujos, fotos, escritos y elementos en los que fui hurgando durante el proceso creativo, cuando no quería añadir nada externo, no porque no me gustara, sino porque no quería representar, si no narrar algo personal. Era lo que me estaba saliendo”, justificó.

Técnicamente, “utilizo la improvisación, no todo el tiempo, pero sí en muchas partes del trabajo. Eso me permite estar más permeable al suceso real del momento. Es bastante despojado, no tiene un único frente y por su carácter intimista, requiere de un público adulto y cercanía. Idealmente, para un espacio circular o semi circular, donde la gente se pueda sentar en el piso. Idealmente”, sugirió.

La del domingo será la décima función en vivo y presencial de “Desbordes”, pero hay antecedentes. “El año pasado decidí llevarla a una propuesta audiovisual, porque parte del proceso había incluido mucho registro: escrito, video, fotos… Lo presenté en el Concurso de Artes Performáticas para Entornos Virtuales en plena pandemia, quedó seleccionado e hice una transmisión en vivo, desde Las Grutas en una casa, porque el trabajo siempre se planteó para espacios no convencionales”.

Ese logro indujo otro avance. “A partir de esa experiencia, lo llevé a una producción audiovisual un poco más formal e hice otra versión planteada más como video-danza para participar de esa sección en el FAB. Quedó seleccionada y participó de la edición 2020. Este año me ayudó el Plan Reactivar Escenas porque pude hacer funciones en Las Grutas, en El Bolsón y en Esquel. En este caso, voy de manera independiente a Moma”, aclaró Sansó Neculman. Desbordes, hacia “todos los fuera de lugar posibles”, según indica la sinopsis de la obra. Perturbador convite.

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