DICE QUE ALQUILÓ Y COMPRÓ TODOS LOS MUEBLES

| 21/06/2021

Insólito: Fue imputado de usurpar un departamento pero podrá quedarse a vivir

Insólito: Fue imputado de usurpar un departamento pero podrá quedarse a vivir
Foto: Facundo Pardo
Foto: Facundo Pardo

Diego Yunes fue imputado de usurpar un departamento ubicado en pleno centro de la ciudad, cuya propietaria lo mantenía deshabitado desde hace más de diez años. El acusado presentó en su defensa un contrato de alquiler y un boleto de compraventa mediante el cual habría adquirido a la misma persona que le alquiló, costosos muebles que ya ofrecía a la venta por redes sociales. Quedó imputado, pero podrá continuar habitando el inmueble en soledad, a partir de una orden de no innovar que impuso el juez.

Un departamento ubicado en la zona céntrica de la ciudad, con una vista al lago y a las montañas verdaderamente admirable, aparece en el centro de la escena en el marco de un expediente que impulsa la fiscal Alejandra Bartolomé y el fiscal adjunto Facundo D´apice, en que realizaron una formulación de cargos por el delito de usurpación.

Se trata de una propiedad ubicada en el quinto piso del edificio de calle Elflein al 90 y que está escriturado desde el año 1992 a nombre de una mujer de nacionalidad francesa, radicada en la República de Chile desde hace más de diez años. La mujer abandonó el país y dejó su departamento cerrado, bajo el cuidado de una mujer de Bariloche que lo visitaba periódicamente y estaba a cargo del pago de los impuestos inmobiliarios y similares, aunque algunos de los servicios básicos habían sido dados de baja, como así también se había registrado una importante mora en el pago de las expensas ante la administración del edificio.

Durante todos esos años, el departamento quedó equipado con todos los muebles, ropa, vajilla, electrodomésticos y otros elementos típicos de cualquier hogar, aunque todo estaba tapado con sábanas y protegidos para soportar el tiempo en desuso sin dañarse.

La cuidadora fue advertida de movimientos extraños en el departamento y cuando se presentó en el mismo no pudo ingresar porque la cerradura había sido cambiada. Tras una denuncia formal en la fiscalía, se ordenó la realización de un allanamiento y cuando con la asistencia de un cerrajero se disponían a ingresar, apareció Diego Yunes, manifestando ser inquilino y tener documentación respaldatoria de su versión.

En concreto la fiscal Alejandra Bartolomé le atribuyó a Yunes el delito de usurpación, y lo acusó por haber cambiado la cerradura, señalando que ya había desaparecido de la propiedad una mesa con ocho sillas de gran valor, por lo que reclamó, además de la formulación de cargos, la restitución inmediata del departamento y ante la negativa del juez, una medida de no innovar que sí fue aceptada.

Bartolomé destacó que fueron los vecinos quienes advirtieron a la administradora del edificio y que a partir de esa instancia tomó conocimiento la víctima, Elizabeth Skowronska.

Tras conocer la acusación, el juez de Garantías Juan Pablo Laurence, aceptó la apertura formal de la investigación por cuatro meses, aunque desestimó el planteo de restitución del departamento a su titular, apoyándose en la verosimilitud del derecho. De todos modos, emanó un oficio a Camuzzi para que no concrete la conexión a la red de gas y estableció una medida de no innovar mediante la cual el acusado, Diego Yunes, no podrá disponer de los bienes muebles y todo objeto habido en el departamento, como así también, la obligación de habitarlo en soledad hasta que se resuelva el fondo del asunto. Por la misma medida, quedó impedido de gestionar ante organismos públicos o prestatarias de servicios básicos.

Según la descripción del hecho la dueña lo mantiene bajo su propiedad hace más de treinta años y encargó a una cuidadora hace más de diez, dejando en su interior una serie de muebles de estilo inglés, muy antiguos y de características únicas, cuyo costo estimado es altísimo. Tras conocer el hecho, otorgó un poder al abogado Marcelo Fernández, quien impulsó el avance del caso, realizó la denuncia y acompañó las medidas dispuestas por la fiscalía.

Diego Yunes, el acusado, expresó que estaba viviendo en el departamento y que alquiló a otra persona que certificó su firma en dependencias de la Policía de Río Negro. En ese sentido advirtió que pagó por adelantado seis meses del alquiler y que la persona que le alquiló el departamento manifestó que debía viajar con urgencia, que no disponía de tiempo para retirar los muebles del interior del departamento y finalmente celebraron un boleto de compraventa mediante el cual, le adquirió por un total de ciento cincuenta mil pesos, todo el mobiliario del lugar, con intenciones de venderlos y obtener rédito económico de la operación, porque sabía que su valor era bastante más alto del que pagó.

Representado por el defensor particular Sergio Dutschmann, el acusado presentó la documentación señalada para que sea examinada por la fiscalía y la parte querellante. De la misma se desprende que la persona que le alquiló es conocido por la justicia ya que tuvo algunos legajos en su contra, investigado por delitos menores.

Yunes explicó que le alquiló a un tercero el 26 de abril, después de haber visto el departamento unos días antes. Esa persona le explicó que tenía que retirar los muebles, pero poco después le advirtió que se tenía que ir de viaje y que los vendería porque no tenía tiempo de sacarlos.

En las semanas siguientes logró que le conectaran la luz y había completado el trámite para la instalación del servicio de gas. Tenía fecha para los próximos días. Aseveró que pagó seis meses por adelantado para suplir la falta de garantía propietaria para celebrar el contrato de alquiler y que pagó por los muebles un total de 150 mil pesos. Según sus propias palabras, pactó un alquiler mensual de 18.500 pesos.

“Yo no estoy actuando mal. Yo compré para hacer negocio y los publiqué para vender”, señaló en relación a los muebles e indicó que se ponía a completa disposición para despejar todas las dudas.

En la misma línea, el defensor expresó que no encontraba ningún argumento lógico ni válido para que su asistido esté sentado en el banquillo del acusado. “No hay una sola prueba que acredite que mi cliente hizo lo que dicen que hizo”, señaló y agregó “Yunes no se negó. Aportó todo lo que tiene. No buscaron a la persona que firma, hicieron lo más simple”. Finalizó pidiendo el sobreseimiento de su asistido y la restitución inmediata del inmueble a Yunes.

Para el magistrado, las circunstancias de tiempo, modo y lugar en el hecho que relató la fiscalía, eran suficientes para la instancia para acreditar que despojó de la posesión a la dueña. “La titularidad del bien no está controvertida, tampoco quién lo cuidaba. Esa posesión es del año 92”, detalló el magistrado y apuntó que el despojo se concretó “Cambio de cerradura mediante”. Ratificó que la prueba que aportó la fiscalía resultaba suficiente, más allá de la alegada buena fe de la defensa.

Según resolvieron en audiencia, este martes las partes en conjunto ingresarán al departamento que permanece fajado desde hace varios días, para realizar un inventario detallado y profundo de todos los bienes y buscarían acordar el destino de esos bienes. Una opción era ubicar todo en un depósito, dejando el departamento vacío para que el hombre acusado de usurpar no pueda usufructuarlos, mientras permanezca en el interior del departamento.

Según pudo saber El Cordillerano, la propiedad en cuestión es un departamento que cuenta con living, cocina, baño y dos dormitorios, que da al contrafrente del edificio y tiene una vista panorámica realmente envidiable.

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