Se había excedido en 0.1. El fiscal Adrián de Lillo reconoció la infracción. Dijo que había tomado dos vasos de cerveza y que no pensó que iba a exceder el límite. La explicación del fiscal.

Este jueves por la noche cerca de las 23, el fiscal Adrián de Lillo debió dejar su vehículo en un control policial tras dar positivo el test de alcoholemia.

Fuentes policiales indicaron que el fiscal registró 0,6 de alcohol en sangre, 0.1 más del límite permitido.

De Lillo había salido a cenar y pasó por el control policial. Lo pararon y le realizaron el test de alcoholemia que dio positivo. El fiscal llamó a una persona allegada que le estacionó el auto y lo llevó a su casa.

La policía destacó que el funcionario en ningún momento se resistió o cuestionó el procedimiento.

En la mañana del viernes De Lillo hizo un informe al fiscal jefe, Fernando Rubio, reportando lo sucedido.

“Le hago saber que siendo aproximadamente las 21:00 horas del día 17 de junio del año en curso (...) concurrí a cenar a un restaurante (...) en compañía de 3 amigos; donde consumí dos vasos de cerveza, estimando que con esa cantidad no excedería los límites de consumo permitidos en la ciudad”, explicó el fiscal en su informe.

Relató que, minutos antes de las 23 horas, se fue del restaurante junto a sus tres amigos. “Me dirigí hacia mi vehículo que se encontraba estacionado sobre la Avenida Arrayanes en la puerta del local gastronómico. Habiendo recorrido aproximadamente 50 metros, observé que personal policial de la Seccional N° 28 estaba efectuando un control vehicular; en virtud de lo cual detuve la marcha de mi rodado y esperé que el agente de seguridad se acercara a mi vehículo”, detalló De Lillo.

“Una vez junto a mí, el agente policial me solicitó mi licencia de conducir y el resto de la documentación vehicular, a lo cual accedí con sumo respeto hacia la autoridad e hice entrega de la misma. Posteriormente se acerca otro agente policial y me invita a realizar el control de alcoholemia, al cual accedí a llevar adelante inmediatamente”, agregó.

El oficial que realizó el control le informó que había arrojado un total de 0,61, 0.1 de exceso respecto del límite permitido en Villa la Angostura (0.5).

“Ante tal resultado inmediatamente me puse a disposición del oficial para que me indicara cuál era el procedimiento que debía llevar adelante. Así las cosas, me fue exhibido el resultado del test impreso, el cual firmé inmediatamente reconociendo la infracción cometida. Además de ello le hice entrega de mi carnet de conducir para su debido secuestro, conforme la normativa indica”, apuntó el fiscal.

Asimismo, firmó el acta de infracción donde reconoce la falta cometida, “poniéndome en todo momento a disposición de la autoridad de control para cumplir con las directivas que me fueran impartidas”.

Por otro lado, indicó que solicitó la presencia de una persona allegada para que fuera ella quien estacionara el vehículo en un lugar seguro: "Toda vez que ante el resultado positivo era mi deber no conducir desde ese momento el rodado". Luego "esta persona de mi confianza en primer lugar estacionó el rodado en un espacio público habilitado y seguidamente me llevó hasta mi hogar”.

En tanto el viernes por la mañana, luego de vacunarse contra el COVID-19, De Lillo fue al Tribunal de Faltas, reconoció la infracción cometida, firmó las actas y pagó la multa de 9900 pesos.

“Para cerrar el informe pido las disculpas correspondientes a Usted y a la sociedad, poniéndome a entera disposición del señor Fiscal Jefe para ser sometido (en caso de así considerarlo) al trámite disciplinario que entienda debe llevarse adelante”, concluyó De Lillo. (Fuente: Diario Andino)