En medio de una gran congoja en la fuerza, fueron enterrados esta tarde los restos del joven oficial de la Policía de Río Negro, Gabriel Mandagaray, fallecido ayer en Bahía Creek, durante un entrenamiento del grupo Coer, y del que aún no se conocen detalles.

La sala velatoria de calle Mitre al 600 estuvo repleta de personal de la fuerza, y luego de dos horas de permanecer allí, el cuerpo fue trasladado al cementerio de Viedma para ser inhumados.

El cortejo fúnebre fue sin precedentes y extenso, al punto tal que agentes de la fuerza tuvieron que cortar las calles laterales para que pudiera pasar.

La fuerza rindió honores al fallecido disponiendo en todos los edificios la bandera a media asta en señal de duelo por la desaparición física.

Luego del accidente en Bahía Creek, el cuerpo fue trasladado a la morgue del hospital Zatti, donde esta mañana se practicó la autopsia, y cuyos resultados fueron informador a la fiscalía de turno de la Primera Circunscripción Judicial.