Juan Agustín Cañuqueo se declaró culpable en el marco de un juicio abreviado y resultó condenado a la pena de dos años de prisión en suspenso.

La fiscalía le atribuyó un hecho ocurrido el 4 de Julio de 2018 en horas de la mañana en el interior de su domicilio, cuando en el marco de un allanamiento le encontraron una tablet que había sido robada el 23 de mayo en una vivienda.

También le atribuyeron un hecho ocurrido el 3 de junio del año 2020, por la tarde, ocasión en la cual, junto a otro sujeto que aún no fue identificado, se apoderaron de una notebook de 15”, un televisor de 40”, un monitor led 19”, un CPU, una olla de teflón y una sartén, desde el interior de una vivienda a la que accedieron tras romper una ventana. 

En ese mismo hecho se le imputó haber violado las medidas adoptadas por las autoridades competentes, para impedir la introducción o propagación de la pandemia del virus COVID-19.

Otro de los hechos que le reprocharon ocurrió el 29 de noviembre de 2019, después del mediodía, cuando se apoderó de documentación y un teléfono celular al encontrar un vehículo estacionado cerca de las calles Luelmo y Laprida, que no había sido cerrado con llave.

Finalmente, le atribuyeron un cuarto hecho ocurrido el 7 de diciembre de 2019, cuando junto a otros individuos, se presentó en un domicilio buscando a una persona y profirió amenazas de muerte a la pareja del sujeto que buscaba. En ese hecho el acusado portaba una pistola Bersa 9 milímetros, perteneciente a la Policía Federal Argentina. 

Fue acusado en definitiva, por los delitos de encubrimiento por receptación sospechosa -primer hecho-, robo en grado de tentativa, en concurso real con incumplimiento a las medidas adoptadas para impedir la introducción o propagación de una epidemia (COVID-19) -segundo hecho-, hurto simple -tercer hecho- y tenencia de arma de fuego de guerra de uso de la fuerza pública sin la debida autorización de ello -cuarto hecho-, siendo el acusado responsable a título de autor.

Cañuqueo había sido beneficiado con una suspensión del juicio a prueba, pero como no cumplió, la medida fue dejada sin efecto y se reanudó el proceso que se resolvió ahora con un juicio abreviado, tras un acuerdo entre la fiscalía, la defensa y el propio acusado. 

Al aceptar una propuesta fiscal, Cañuqueo se declaró culpable y resultó condenado a la pena de dos años de prisión de ejecución condicional con más la aplicación de pautas de conducta.