Su cuento se titula “El fugitivo” y recrea a la perfección el ambiente del Lejano Oeste, con diligencia y todo. El lunes se supo que obtuvo una distinción del FER por otro trabajo.

El cronista había pactado con Luis Cattenazzi una charla para abordar su participación en “Salvaje Sur. Western”, sorprendente revista que se publicó en San Martín de los Andes recientemente, con ejemplares a la venta ya en Bariloche. Pero en el interín, el escritor fue noticia porque el lunes último, el Fondo Editorial Rionegrino (FER) dio a conocer que, entre otros trabajos distinguidos, su obra “No viene a cuento” recibió una “recomendación de edición” por parte del jurado de Narrativa. Una muestra del ritmo que tiene su producción.

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“Si tengo que buscar un punto en el que haya empezado mi interés por el western, es difícil. Es una de esas cosas que vienen en el ADN, yo tengo 40 años y me crié con las mismas películas que vos, los sábados de acción, por la tarde”, le dijo al que firma, que ya está más cerca de los 60 pirulos que de los 50. “En Canal 6 ponían películas de vaqueros, incluso recuerdo una que transcurría en la Luna: se disparaban con armas imposibles y se perseguían en carritos lunares”, rememoró el autor.

En consecuencia, “mamé ese tipo de historias y cuando era un poco más grande, un amigo tenía una colección de Lucky Luke y me fascinó. La leí más o menos en la escuela primaria y me encantó”. Para cerrar el círculo, “hace poco, a partir de los cuentos que conforman la revista, empecé a sentir que hay puntos de contacto con (Jack) London y otros autores, que trataron el tema de la búsqueda de oro, la sobrevivencia en Alaska o el ataque de los lobos, que si bien no son cosas del western canónico, marcan una relación del hombre con lo salvaje y de la lucha con la naturaleza. También contra los habitantes que estaban antes”, concedió Cattenazzi.

Como sabemos, “ahora se está revisando ese tema, pero en su momento, cuando éramos chicos, jugábamos a vaqueros contra indios” ¿Y quién no? “Ese choque en general violento, entre las diferentes culturas, también está. En el western, siempre desde el punto de vista occidental”, admitió. Su participación en “Salvaje Sur. Western” se denomina “El fugitivo” y la firmó con el seudónimo de Dolores Abernathy.

Su inclusión obedeció a “un encargo. La revista trata de emular aquellas que se llamaban de two cents, de dos centavos de dólar, en papel ultra barato, con historias del Oeste, casi contemporáneas con el Oeste mismo, de 1890 o por ahí, cuando recién se estaba modernizando todo”, ilustró Cattenazzi. “Era súper reciente la Conquista del Oeste para los norteamericanos. Emula esas revistas antiguas, que se llenaban de relatos escritos por encargo y en este caso, también fue así”.

Hasta ese detalle cuidó Matías Castro Sahilices, el responsable de la criatura. “Quería armarla y convocó a varios escritores de la región, cada uno adaptó historias o contó otras nuevas, basadas en ese ambiente que llevamos en el ADN. La Patagonia tiene mucho de eso. Por ejemplo, para los forajidos que vinieron de Estados Unidos a vivir acá, era prácticamente lo mismo: extensiones enormes, ovejas, nativos de lugar… Hay un paralelismo que incluso, marcó Borges entre el Oeste norteamericano y la pampa nuestra. Son más parecidos de lo que creemos”, resaltó el barilochense.

Así las cosas, “no me resultó difícil. Me gustan los westerns y sobre todo, los de diligencias, por eso mi cuento está basado en una diligencia. Hice como un mix de cuentos que me gustaban, sobre todo basándome en uno de Saki (Hector Hugh Munro). Disfruté muchísimo, transfigurándolo desde un tren en Inglaterra a una diligencia en el Lejano Oeste y cerca de una frontera inventada, igual que los nombres”.

La experiencia “me encantó y también me encantó leer los otros cuentos, están muy bien ambientados porque incluso los que transcurren en Patagonia son westerns. En general, no tengo cuentos de pistoleros, estoy cerca del policial negro, pero para mí, están emparentados. No me resultó ajeno ponerme en ese registro”, insistió Cattenazzi. El suyo es uno de once cuentos o relatos, que celebran de diversas maneras el subgénero.

Nuestro interlocutor había crecido en Bariloche y retornó en 2012, para que sus hijos, Lucía y Mauro, también tuvieran esa espléndida oportunidad. A través de un premio del Fondo Nacional de las Artes (FNA), editó en 2011 su primer libro de cuentos, “A ciencia incierta”. En 2016, la Editora Municipal Bariloche (EMB) publicó “Circular con precaución”, a raíz de una mención especial en el género Narrativa. A juzgar por el reciente veredicto que hizo público el FER, tendremos más excusas para seguir charlando de literatura con Luis Cattenazzi.

Adrián Moyano