Tras estar 71 días internado, Gustavo “Pitío” Mermoud se recupera en su casa

Este incansable luchador ingresó al hospital por COVID, pero, una vez curado, se contagió de cuatro virus intrahospitalarios que tuvieron en jaque su vida. Hoy, cuenta su experiencia desde su casa, donde paulatinamente empieza a caminar y a recuperar viejas sensaciones.

Desde el comienzo de la cuarentena, Gustavo “Pitío” Mermoud estuvo encerrado, solo iba desde su taller de carpintería a su casa. Además, con 51 años, es persona de riesgo por ser diabético, razón por la que los cuidados fueron más extremos. Por ejemplo, su esposa era la encargada de buscar la medicación, para evitar salidas a la calle.

El 11 de noviembre debió ser internado en el Hospital Zonal por haberse contagiado de coronavirus. Diez días después, ya no tenía más esta enfermedad pandémica que azota al mundo, pero había contraído otros cuatro virus intrahospitalarios que afectaron su corazón y sus riñones. Llegó a estar en coma inducido y a ser dializado de manera permanente.

“Estoy totalmente agradecido a Dios que me dio una nueva oportunidad. Estoy recuperando la parte motriz, ya que perdí el 65% de la masa muscular y me afectó para poder caminar”, relató Gustavo en diálogo con Antonio Zidar, en “El expreso periodístico”, que se emite diariamente por la radio de El Cordillerano.

Casi un mes después de su internación, falleció su suegra, lo cual fue un desastre familiar. “Admiro la fortaleza de mi señora, que de un lado me tenía a mí y por otra parte a su madre, que falleció de COVID”, relató Gustavo, visiblemente emocionado.

Contó que estuvo entubado tanto tiempo que tuvieron que “arrancarle” el tubo, lo cual fue una situación muy traumática. “Hay muchas cosas que me cuentan, porque no recuerdo nada. Estuve dormido casi todo el tiempo que estuve en el hospital. Aprovecho para mandarle un abrazo grande a todo el personal, porque estuve en todas las áreas, me atendieron de gran manera, trabajaron mucho para sacarme adelante”, añadió este hombre que estuvo 71 días internado en el Ramón Carrillo.

Aún desconoce cómo se contagió de coronavirus, porque no salía prácticamente nunca de su domicilio. Toma todas las medidas sanitarias posibles para evitar contagios y, sin embargo, el virus le llegó igual.

En tono reflexivo, “Pitío” expuso que lo pone “bastante mal que haya gente que no le pone atención a la pandemia". "Están jugando con fuego. Y no toman conciencia del daño que pueden ocasionar. A los jóvenes por ahí les da en forma leve, pero hay un montón de gente mayor que no lo soporta”.

Actualmente está en plena recuperación, camina con un andador y hace una semana que está en su casa, andando con movimiento robóticos. Tiene una estricta dieta alimenticia con vitaminas y calcio.

Durante su tiempo de internación, sus hijos ayudaron a su esposa Claudia y se ocuparon de las obligaciones del hogar, así como de la parte laboral, algo que lo hace sentir orgulloso. “Ni pensábamos pasar por esto. Estoy agradecido totalmente por esta nueva oportunidad de vida que me ha dado Dios”, reiteró Gustavo.

Como secuela del COVID, a Gustavo le cuesta respirar y se agita de inmediato cuando puede caminar poco a poco. Y por eso pide a toda la comunidad que se cuide de la pandemia. Tras pasar esta traumática experiencia, convoca “a cuidarse, a no hacer tantos planes y a demostrar un poco más de afecto a la familia y hacer cosas que fortalezcan los corazones”.

Diego Llorente