¿QUÉ SERÁ DE…?

| 04/06/2020

Natalia Carolina Lovece, once veces campeona argentina de esquí de fondo

Natalia Carolina Lovece, once veces campeona argentina de esquí de fondo
Competencia donde se quedaba con uno de los tantos títulos nacionales.
Competencia donde se quedaba con uno de los tantos títulos nacionales.

La deportista logró once veces el título argentino en diferentes categorías y por partida doble en el esquí de fondo en las modalidades clásico y libre. Además de obtener dos veces el certamen sudamericano, en 1999 y en el 2000 e integrar la delegación de los Juegos Olímpicos en Salt Lake City, Estados Unidos, en el año 2002.

La atleta nació en Ushuaia el 30 de marzo de 1978, llegó a nuestra ciudad a los 12 años. Hija de Juan Carlos Lovece y Beatriz Carbonell. Cursó sus estudios primarios en la escuela 3 de Ushuaia y el secundario en el CBU 15 (hoy CEM 45) de Bariloche. Apasionada por el deporte en general, tiene tres hermanas, Fabiana, Silvana y Lucía.

Lovece cuenta que “comencé a esquiar en Ushuaia, fueron mis padres los que me iniciaron en la actividad a los 3 años y ya a los 4 el mismo club nos hacía competir en las típicas competencias de fin de año y luego en competencias locales y provinciales. Además mis hermanas ya competían y de inmediato enganché yo y nuestros entrenamientos eran familiares, eso me ayudó a comenzar a transitar este camino. Luego el Chueco Demetrio Velázquez fue quien tomó la posta de los entrenamientos y posteriormente Julio Moreschi. A los 12 años, cuando llegué a Bariloche, primero formé parte del Club de Cazadores de los Andes y luego por el Club Andino Bariloche y varios años competí representando al CAB”.

Comienzan las victorias y los títulos

Dentro de su extenso currículum, Lovece consiguió su primer título nacional en categoría menor en 1986 en las modalidades clásica y libre y en biathlon el segundo lugar. Al año siguiente repite en ambas modalidades y lo vuelve a hacer en 1988, 89 y 90, 2001, 2003 y 2006. En 1991 logra el tercer puesto en el campeonato nacional de biathlon y en 1992, ya en Cadete, obtiene nuevamente el título nacional en clásica y libre. En 1993, en las competencias que se realizaron en Bariloche se queda con el certamen nacional en clásica y libre y logra el certamen rionegrino en ambas modalidades. Ese mismo año en Caviahue consigue el subcampeonato en la modalidad biathlon. Ya en Mayores logra en el año 1994 el certamen nacional en las competencias que se realizaron en Ushuaia, nuevamente en las dos modalidades.

En uno de sus tantos podios.

A pesar de haber conseguido varias veces el título nacional, los sudamericanos se le habían negado. Cuenta Natalia Lovece que “en 1999 gano en la modalidad cross country y en el sprint y el 2000 viajo a Estados Unidos. Algo que logro conseguir también en el 2000, pero ya este año al ser campeona sudamericana logró con este título el pasaje a los Juegos Olímpicos de Salt Lake City en Utah, Estados Unidos, y lo complemento con otro título nacional por partida doble. En la preparación para el certamen olímpico en 2001 nuevamente me quedo con el título nacional en las técnicas clásicas y libres y en Chile logro el certamen sudamericano en biathlon”.

La meta de todos los atletas de elite son los Juegos Olímpicos. No es la excepción a la regla para Lovece, que indica “tuve varias victorias, pero haber llegado a un Juego Olímpico fue realmente lo mejor que me pasó en la vida. Antes el ranking se confeccionada de acuerdo a los resultados promedio y desde hacía dos años yo venía ganando todo, inclusive el año de los Juegos me fue muy bien en diferentes competencias. Creo que llegar a esta instancia es lo máximo. El solo hecho de representar a la Argentina es increíble. Me ha pasado en alguna competencia internacional de compartir podio con alguna atleta italiana o española, escuchar el himno es algo muy lindo”.

 

Natalia Lovece en las competencias de Salt Lake City, durante los Juegos Olímpicos de 2002.

“El deporte me dejó todo, me dejó la capacidad de sobreponerme ante todos los obstáculos, cosas que siempre las implemento en mi vida diaria. El deporte te da la fortaleza para poder sortear situaciones complicadas y tener la fortaleza de salir adelante. Creo que todo lo que te sucede luego lo trasladas a lo cotidiano, es como una filosofía de vida. Te deja una cantidad de valores muy buenos, eso sumado a las experiencias. Cuando empezás, sobre todo en el esquí, te dicen cuando te caes que te levantes, que es una caída nada más, y eso entonces lo trasladás a la vida misma, porque podés tener golpes en cualquier nivel, pero te levantás y seguís”, reflexionó.

Lovece compara el deporte que le tocó transitar y el de hoy. “Creo que hubo una gran evolución en los materiales, adaptados a la demanda de lo que requiere el esquí de hoy. Se modificó mucho la técnica y en gran parte la tecnología que tenemos hoy en día ayuda mucho en los rendimientos y eso es muy bueno. Por ahí lo que noto mucho es que hay mucha falta de compromiso, no de todos los atletas, pero sí de algunos. En la época que me tocaba entrenar me daban un plan de tres veces por semana y yo trataba de hacer los siete días, pero por amor propio”.

Todos los atletas destacan, inclusive muchos que no tuvieron la chance de Juego Olímpico, que se dejan muchas cosas de lado. Natalia Lovece no es la excepción. “la verdad es que no me arrepiento de nada, podría llegar a cambiar algunas cosas. Es muy sacrificado, mientras mis amigas salían, yo elegía acostarme temprano o comer tal o cual cosa porque sabía que era época de entrenamiento o alguna competencia estaba cercana. A veces el entorno acompaña, pero vos elegís, y siempre le di prioridad al deporte”.

Durante el biathlon del campeonato militar.

Lovece analiza el deporte en general y manifiesta que “hoy por hoy en los circuitos internacionales hay mucha gente compitiendo, desde que yo empecé hasta hoy el crecimiento del esquí de fondo es muy grande, inclusive hay países que se han incorporado, pero los resultados dependen de la inversión y el presupuesto que cada país tenga destinado a las disciplinas. En Argentina hay un semillero muy grande, muchos de ellos optan por irse a estudiar, creo que está muy bien, porque hay que alentar el deporte y el estudio, y muchos no tienen la alternativa de continuar. Hoy a nivel internacional, a los mejores de cada país se les paga y entonces tienen mayor dedicación, y por ello el nivel es otro”.

Junto a su madre.

Todos los deportistas siempre tienen algo para contar, son muchos los viajes, muchas las anécdotas que vivieron y Natalia Lovece tiene muchas, pero recuerda dos en un corto lapso de tiempo. “Cuando viajamos a Estados Unidos, viajamos cuatro días antes, llegamos y cuando ingresamos en la Villa Olímpica nos encontramos con que no teníamos dónde dormir. Al otro día teníamos que ver y probar la pista. Nos mandaron a dormir fuera de la Villa en diferentes hoteles, por suerte al otro día se solucionó todo. Cuando terminan los Juegos, viajamos a Eslovenia a reunirnos con el equipo nacional que estaba concentrado en Eslovenia. Teníamos que correr el campeonato mundial militar. Llegamos y nos habían perdido las valijas, en mi mochila de mano, solo tenía mis botas. Carola Calello que estaba dentro del equipo alpino me prestó ropa, el equipo español me prestó esquíes y los canadienses me regalaron un pantalón térmico. El equipo chileno me prestó los guantes, en definitiva corrimos con todo prestado o regalado y tuvimos muy buenos resultados en esa competencia, de hecho el jefe de equipo quería que yo integrada la competencia de patrulla con los hombres porque me había ido muy bien”.

25 bajo cero

Entre las muchas competencias en las cuales participó Natalia Lovece recuerda que “estábamos en Canadá, esa competencia era un biathlon donde se iba a conformar el equipo canadiense con los cinco primeros. Fue una competencia en condiciones horribles, nevaba, hacía 25 grados bajo cero de sensación térmica, todo lo que puede desfavorecer una competencia pasaba en ese momento. Bueno, cuestión que termino tercera en la general. Cuando termina la competencia, venían los mismos canadienses a felicitarme. Preguntaban quién era Lovece, fue muy bueno”.

Arrancando en el deporte.

 

El camino de todos los deportistas siempre está marcado por quienes están a cargo de sus entrenamientos, los que enseñan, los que insisten, los que arengan. Lovece piensa y suelta “creo que en mi carrera deportiva mi mamá, Beatriz Carbonell, fue muy importante, mis hermanas, Fabiana y Silvana Lovece, Demetrio Velázquez y Luis Ríos, todos ellos aportaron un poco de cada uno para que yo pudiera transitar mi camino y que llegue hasta donde pude llegar”.

Sobre el final, Natalia Lovece indica que “mi vida deportiva se la tengo que agradecer, primero a mi mamá y a mis hermanas, siempre me dieron una mano, estuvieron en cada momento. Todo lo hice con mucho esfuerzo y reconozco que tuve mucha ayuda para lograr lo que hice. El deporte me dio viajes, experiencias, conocí lugares que seguramente no hubiese conocido sin estar dentro del deporte. Hoy todo chico que comienza puede llegar, no debe abandonar sus metas. En la vida es todo así, si te proponés llegar, saber que el camino no es fácil, que hay muchos sacrificios, pero se puede siempre”.

 

 

 

Te puede interesar
Ultimas noticias