RELATO DOS

| 11/09/2019

2. Sacerdotisa

2. Sacerdotisa

“El mundo va a cambiar menos por las decisiones del hombre que por las intuiciones de la mujer.” (Claude Bragadun)

Cambia tu forma en ti misma y en otras mujeres sagradas que me habitan desde niño. Todas son una y dos. Mi Luna y mi Tierra. Las flores de tu pollera se abren como mandalas hacia viajes novedosos, luminosos, divertidos, vertiginosos.

El orgasmo de luz en la cumbre, el descenso brusco, las margaritas donde se detiene el tiempo. Todo vale la pena.

Tu nombre rosa, tu nombre luz, tu nombre estrella, tu nombre luna. Tu nombre no te nombra. Se abre tu nombre-corola y eclosiona hacia el cosmos invadiendo de estrellas el vacío esencial: el escenario de todos los que pronunciamos tu nombre.

Pisa mi pie descalzo tu nombre rocío; rosa mi piel tu nombre gime; trasluce tu ser mi nombre líquido; tú no.

Cada vez que develo tu rostro, cada vez que mis manos acunan la cálida materialidad de tus poros, un nuevo rostro aparece detrás, como un misterio, y niega todo el plano ilusorio del vínculo; la fecundación es reconocida como una maya y vuelve el misterio de una nueva incubación virgen nívea.

Ayer por ejemplo, tomé pausadamente la geometría sagrada de mi obstinada metafísica y la puse en tu regazo como una ofrenda, pero al alzar la vista tus cabellos eran alas negras y tus ojos, en éxtasis macabro, buscaban la órbita del infierno.

En cambio hoy, ahora, junté una enorme esfera de rabia y le dejé crecer espinas para herirte como a un poste, pero al pasar por la vereda, tenías halo de ángel y la sutil luz púrpura de tu latido me alegró para siempre el día.

*El escritor comparte aquí su serie "Arcanos".
Más producciones en: www.nidodepalabras.com

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