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| 12/06/2019

Alejandro Nespral dará a conocer su primer libro

Adrián Moyano
Alejandro Nespral dará a conocer su primer libro
Alejandro Nespral se anima la escritura.
Alejandro Nespral se anima la escritura.

Médico especializado en Cuidados Paliativos, preside además la Fundación Ideas Paliativas en Acción, cuya finalidad es difundir la modalidad. Un volumen de relatos, que surgió de las historias que atesoró durante una década de práctica profesional.

Unos 10 meses atrás el cronista entrevistaba a Alejandro Nespral mientras sobre el escenario de La Usina Cultural del Cívico (Biblioteca Sarmiento), transcurría un ensayo de “No dejes de hablarme”. La obra de teatro detiene su mirada sobre la problemática de los cuidados paliativos, en cuya área el médico se desempeña hace más de una década. No contento con sensibilizar a la gente desde el arte dramático, ahora Nespral incursiona en la escritura.

El próximo lunes, en la sala de lectura de la misma institución, el profesional dará a conocer “¿Morir duele?”, libro de su autoría que se enmarca en el trabajo de la Fundación Ideas Paliativas en Acción (IPA), al igual que aquella pieza teatral. La cita se fijó para las 17.30. La ONG en cuestión, de origen barilochense, se asigna la misión de promover y difundir los cuidados paliativos a través de proyectos educativos, artísticos y de otras índoles.

Nespral le confió a El Cordillerano que tuvo intenciones de incursionar en la palabra escrita “por varias cosas. Me parece que la literatura es un medio para decir las cosas muy potente, muy vigente y perenne. En lo personal, tenía muchas ganas de bajar al papel un montón de historias que como cuento en el prólogo, me moldearon y me hicieron ser la persona y el médico que soy. Un montón de historias de mi práctica laboral que me fueron marcando, mostrando el camino y que me hicieron aprender cosas y sentir otras”.

Confió el autor que “esas historias luego se transforman y a uno lo acompañan todo el tiempo, de ellas uno se agarra y se apoya para entender lo que pasa y explicarle a otros. Pero como creo que a todos nos pasa, se me empezaron a desdibujar en la memoria… Un día las contaba de una manera, otro día de otra, entonces me hice cargo de mi memoria frágil y decidí bajarlas al papel, estamparlas contra una hoja”, admitió el médico. En definitiva, “este libro es una especie de biografía de mi vida profesional, que siempre termina siendo la vida personal, a través de esas historias que me marcaron”, precisó.

Escribir desde siempre

Claro que para largarse a escribir hay que experimentar cierta familiaridad con el vehículo elegido. “Siempre escribí, siempre me gustó la literatura y siempre encontré en la escritura un canal o un lugar donde descansar y decir”, compartió Nespral. “Durante muchos años, escribí para mí mismo o para unos pocos conocidos. Desde la adolescencia hasta los 30 (ahora tiene 41 años) me dediqué a escribir poesía pero siempre con esa intención de acto íntimo”.

La intención cambió en los últimos años, cuando “me vi con la necesidad de escribir relatos más largos que cuenten historias, primero vivenciales, es decir, cosas que me pasaron y después, también empecé a escribir ficción, siempre atravesado por los temas que me conmueven, que en mi caso son las experiencias vinculadas a la vida y la muerte, las enfermedades y el entramado que se produce ahí”.
Como consumidor de libros, “leo todo lo que puedo, desde literatura hasta literatura fantástica o narrativa, ciencia y me gusta mucho la literatura de divulgación”, compartió. “Trato de ser lo más amplio aunque nunca se puede del todo… Me gustan los escritores contemporáneos, me gusta leer de personas que viven en lugares o culturas parecidas a donde vivo yo”, definió Nespral. Sin embargo, el volumen arranca con un acápite (en inglés) que Emily Dickinson publicó en 1862.

El título del libro es una apuesta fuerte, en tono de pregunta. “Son muchas las respuestas y a la vez, quizá no es ninguna”, confió Nespral. “Quienes tengan la oportunidad de leer el libro, van a ver cómo fue dicha esa pregunta, cuándo y por quién. Sin dudas, es una pregunta que me marcó y me invitó a pensar en temas que no estaba pensando. Sencillamente, fue una pregunta que por haberla escuchado, aprendí. Es una pregunta que une dos mundos: el mundo de lo físico, del cuerpo y del dolor, al que junta con el mundo del misterio, del qué pasa cuando nos morimos. Es una pregunta que me hizo más preguntas”. Interrogante que tarde o temprano, ¿quién no se hace?

Andar el mapa hasta llegar a destino

Oriundo de Salta, Alejandro Nespral vivió en Buenos Aires hasta sus 32 años y desde 2010 respira los aires de la cordillera rionegrina. Tres años antes, había comenzado a desempeñarse en el área sobre la cual reflexiona. Es parte del Equipo de Cuidados Paliativos del Hospital Zonal Bariloche y en su oportunidad, fundó la Fundación Ideas Paliativas en Acción, que además preside. “¿Morir duele?” es su primer libro.

Confía en el prólogo que para pergeñarlo “viajé en el tiempo, reviví imaginariamente cada una de estas historias, evoqué a las personas que les dieron vida. Esforcé mi memoria y me inundé de emociones, recuerdos y momentos. Entonces, fue que surgió una historia tras otra”.

Sigue el autor: “Estos relatos son la hoja de ruta de mis últimos años de médico. Me gustaría decir ‘diez años exactos’, incluso quizás tendría una potencia simbólica incalculable contar las fechas y darme cuenta de que se cumple una década de la primera historia algún día de estos, pero no. Diez años, años más, años menos”.
“Pero ahora que las veo escritas, confirmo lo que había intuido: estas historias dibujan el mapa que recorrí para llegar hasta acá. Eso es lo lindo de algunos mapas, no sabemos que los estamos andando hasta que llegamos a destino”, confía Nespral.

En el capítulo que presta su nombre al libro (“¿Morir duele?”), especula el médico: “Muchas veces pienso en el porqué de algunos encuentros. Pasan los años y no logro darme cuenta si es destino, azar o una mezcla de ambos.

Lo cierto es que muchas veces nuestras historias de vida se tejen con agujas prestadas y misteriosas, y por alguna razón, ese día me tocó estar a mí ahí. Si en aquel momento hubiera estado haciendo otra cosa, si hubiera ido a la sala de internación a ver un paciente o al archivo a buscar una historia clínica, quién sabe, no estaría contando esta historia. O al menos, no de esta manera”.

Adrián Moyano

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