15/05/2019

La Orquesta del Bicentenario recibió capacitaciones de parte de dos talentosos músicos venezolanos

Susana Alegría
La Orquesta del Bicentenario recibió capacitaciones de parte de dos talentosos músicos venezolanos

La Orquesta del Bicentenario lleva casi seis años de actividad en nuestra ciudad y ahora, está apuntando a reforzar las capacitaciones para los niños y jóvenes que la integran. Es por ello que aprovechando la presencia en Bariloche de músicos que serán parte del FIMBA, concertaron encuentros para sumar herramientas tanto a nivel personal como colectivo.

Marisa Criado, de la Orquesta, comentó “las capacitaciones son para los alumnos y docentes que la conforman porque este año lo hemos tomado como algo prioritario, tenemos un grupo de alumnos avanzados y es necesario sumarles herramientas”. Asimismo apuntan a los intercambios fortaleciendo sus conocimientos y generando un salto cualitativo, aires renovados para todos.

En este 2019 no hubo ningún ingreso, simplemente, porque como todos permanecen en la Orquesta, no cuentan con cupos.

“Traer a músicos de muy buen nivel no está a nuestro alcance es por ello que esta es una gran oportunidad, contar con un recurso humano diferente”.

Jesús Díaz y Eduard Cortés son dos jóvenes venezolanos que se han radicado en nuestro país. El primero de ellos en diálogo con El Cordillerano dijo “no sé si sabrán pero en los últimos años en nuestro país, siendo de la región del sur, hemos tenido la oportunidad de desarrollarnos en lo que sería música académica, específicamente en lo orquestal”.

Han contado con muchos maestros europeos y de Norteamérica en lo que es el Sistema Nacional de Orquestas de Venezuela. Díaz ejecuta un instrumento para nada común, el fagot. “No es parte de nuestra cultura, por eso lo estamos adaptando a nuestra manera” aclaró.

Jesús viene de una familia de músicos, “a los ocho años ya tocaba la trompeta, hice percusión y seguí con el contrabajo”. Cursó la carrera de Pedagogía Musical “además daba clases en casi todo mi país y tenía una cátedra de 36 alumnos, la mayoría pequeños, una franja de edades que va desde los 8 a los 12 años ya que me interesa la etapa de introducción”. El tema físico es muy importante para la ejecución del fagot, “si las manos son un poco cortas se le complica, lo importante es cómo hacerles llegar la información”. Hace año y medio que está en Argentina, ganó un concurso en la Sinfónica Provincial de Bahía Blanca y se mudó a esa ciudad.

La Orquesta del Bicentenario cuenta con un solo fagot, el que costó mucho esfuerzo adquirir pero tiene tres alumnos que lo ejecutan.

Eduard Cortés tiene tan solo 20 años, pero dialogando con él, se entiende el porqué de su capacidad musical, él toca el corno francés. “Un instrumento cien por ciento clásico que ha ido evolucionando, incorporándolo en otros estilos, en Venezuela lo hemos sumado a la música popular”.

“En nuestro país la música es cultural, así como acá en todas las casas hay una pelota de fútbol, allá hay un instrumento”, aseguró orgulloso.

José Antonio Abreu fue una figura trascendental según afirma Cortés, porque logró que los niños de las zonas más pobres tuvieran acceso a clases gratuitas de música clásica, además desarrolló un sistema de orquestas juveniles.

“Yo estudiaba en una escuela donde había una banda, siempre me atrajo la música y como mi mamá me apoyaba en todo, aprobó que ingresara, tocaba hasta ese momento percusión y ejecutaba la lira”. Allá un año antes de que llegue el instrumento, el alumno recibe capacitaciones para leer partituras, falté tres días seguidos y así quedé fuera con lo que yo venía haciendo, entonces no tuve más opción que elegir el corno francés ya que quedaban algunos cupos”. Esa situación le abrió las puertas a un instrumento con el que jamás hubiera pensado que se sentiría tan cómodo.

Afirmó que allí radica la calidad de cada una de las orquestas venezolanas, porque desde muy pequeños van aprendiendo juntos y el conocerse por medio de la música crea lazos muy fuertes y duraderos. Varias de las orquestas, como la Simón Bolívar, son de prestigio mundial y sus integrantes tocan desde los 10 o 12 años.

“El Sistema de Orquestas funciona de una manera muy particular, que muchos países han imitado, es la retroalimentación, cuando yo estaba en el grupo de infantiles, ya daba clases a los que ingresaban, el de la juvenil me daba clases a mí y así sucesivamente”. Lo atípico de este sistema es que todas esas tareas son remuneradas, es decir que desde pequeños, generan un ingreso de dinero a sus familias.

Algo que suena tan simple pero tan lejano para nosotros, la Orquesta del Bicentenario continúa funcionando y creciendo gracias al enorme esfuerzo de docentes, equipo de coordinadores y sobre todo, los padres de los alumnos que deben realizar ventas de comidas para cubrir un viaje o el arreglo de algún instrumento.

“El sistema en Venezuela se adoptó como un proyecto social y luego (Hugo) Chávez pidió que se extendiera para que cubriera a un millón de niños y jóvenes, entonces se tuvo que expandir buscando la parte folklórica porque la académica ya estaba saturada”, detalló.

Dio un ejemplo “para que tengan una idea, si en Bariloche por su cantidad de habitantes se implementara ese sistema, contaría aproximadamente con 3 núcleos de 400 niños y jóvenes en cada uno de ellos, ejecutando un instrumento musical”, simplemente asombroso.

Cortés está por ahora viviendo en Viedma y en poco tiempo más, se va a vivir a Alemania porque recibió una beca.

Las capacitaciones de estos dos jóvenes con los integrantes de la Orquesta comenzaron el sábado pasado, primero con los docentes de esos instrumentos, luego con los alumnos que los ejecutan, con los de percusión en general y el cierre fue con las filas, es decir con los bronces, las maderas y las cuerdas; finalizaron el martes por la noche.

Susana Alegría

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