Sofía Viola invoca conciencia autónoma, ecológica y libertaria

Llegará de Buenos Aires, con su carga arrabalera y actitud punk. La participación en el encuentro le vendrá bárbara para presentar “La huella de cemento”, su más reciente álbum.

Quedan cuatro días para la celebración del Culturica Festival y quizá Sofía Viola esté armando sus valijas. La cantautora estará por segunda vez en Bariloche pero en esta ocasión, sobre el escenario alternativo más grande que se pueda propiciar. Con su impronta arrabalera, la artista aportará sus canciones, que suelen abrevar en la milonga, el rock, la música tropical y otras fuentes no exentas de jazz y latinidad.

Su disco más reciente es “La huella de cemento”, que data de 2018. De manera que el encuentro de arte y conciencia ecológica le vendrá de perillas para su presentación en Bariloche. Apenas se recorran sus temas, se podrá intuir el origen de Viola: el underground del Gran Buenos Aires y la Capital. No obstante, la música agradece la consolidación de su propuesta a través de las redes sociales, aunque “sin premeditarlo”.

Esa cercanía a las nuevas formas de comunicación hizo que sus canciones sonaran “en lugares impensados” y atravesaran fronteras. Sus inminentes anfitriones hicieron saber que “acompañada por la guitarra y el charangón ha recorrido diversos paisajes” que a su vez, “le dieron canciones y escenarios que avivan su fuego”. Con su “estilo arrabalero, rockero, tropical y antiguo ha compuesto más de un centenar de canciones que pasan por muchísimos ritmos musicales de raíz latina y jazzera”.

Viola reivindica cierta naturaleza nómade, periplos a los que se deja conducir por su música pero también por su condición de actriz. Además de tocar usualmente en distintos emplazamientos de la Argentina, escucharon su propuesta en Chile, Uruguay, Bolivia, Perú, Brasil, Colombia y México. Otro tanto sucedió en Zaragoza, Madrid, Barcelona y Berlín. “En todo su recorrido fue recibida y adorada por público de todas las edades”, puntualizó la información.

Avisaron los organizadores del Culturica Festival que “ver a Sofía Viola en vivo es siempre sorprendente”. Como argumentos, destaca un “humor ácido que brota naturalmente” y “posee un talento escénico” que está “puesto al servicio de la canción de autor con toque indiefolk en tangos, milongas, cumbias, vallenatos, boleros, blues, entre tantos otros ritmos que absorbe y compone”.

En todos lados

Viola fue seleccionada por los correspondientes jurados para mostrar su música en diferentes showcases de “mercados culturales”, entre ellos, Imesur (Chile 2016), Circulart (Colombia 2017) y FIMPRO (México 2018). También el año pasado giró por Colombia y varios sitios de México junto al músico Edson Velandia, con quien además compuso música conjunta que piensa editar en un EP en 2019.

“La huella de cemento” se editó también en España, por donde girará entre octubre y noviembre, con presentaciones previstas en Zaragoza, Madrid y Barcelona. Planes para nada desdeñables si se tiene en cuenta que Viola apenas si cuenta con 28 años de edad, aunque lleva 12 sobre los escenarios. Antes del que se apresta a presentar en Bariloche, grabó “Parmi” (2009), que más allá de la música, cuenta con una particularidad: el registro se hizo en una pequeña localidad cordobesa a partir de energía solar.

Al año siguiente hizo otro tanto con “Munanakunanchej en el camino Kurmi” (2010), otro lanzamiento independiente al que concretó en un estudio casero de Buenos Aires. Pero fue “Júbilo” (2013), el que marcó “un antes y un después” en su trayectoria, gracias a la producción de Ezequiel Borra, otro cantautor. En 2017, Viola concretó “A mí no”, un EP de tangos, antecesor discográfico de “La huella del cemento”.

Se considera que éste implica un salto en la trayectoria de Sofía Viola, en varios sentidos. Se compone de 10 canciones inéditas con “pulido nivel sonoro”, más la revisión de “Amor platónico”, una de sus primeras composiciones.

Pero además, se expresa en su máxima dimensión Combo Ají, la banda que acompaña sus presentaciones en vivo, a la que integran Nicolás Echeverría, Juan Emilio Telechea, Leonardo Zumbo, Horacio “Pollo” Viola y el propio Borra, también productor.

“Como siempre suelo decir, no tengo expectativas”, se sinceró Viola cuando le preguntaron qué aguarda que pase el próximo sábado. “Lo que sí puedo decir es que me encanta un festival con conciencia ecológica en este momento de neoliberalismo abominable. He participado de algunos festivales de este tipo y lo que suele suceder es que la gente no está acostumbrada a salirse de su rutina de consumismo, plástico, chatarra y tecnología. Espero que se puedan abrir algunas cabezas hacia una conciencia colectiva ecológica, autónoma y libertaria”. Toda una declaración de principios.