07/01/2019

Jeites promete esencias, baile y alegría

Jeites promete esencias, baile y alegría
Jeites se presenta el próximo 19.
Jeites se presenta el próximo 19.

Será su tercera visita a Bariloche, aunque las dos primeras se realizaron a otra escala. “Una banda de primos y hermanos de la Costa Atlántica que le cantan al cambio de conciencia, llevando un mensaje positivo a cada escenario”, se definió a sí misma. Otra propuesta de fuste para la jornada del 19.

Entre otras excusas, la segunda edición del Culturica Festival servirá para que Jeites se haga presente en Bariloche por tercera ocasión en su trayectoria. Claro que las dimensiones serán otras: “es la tercera vez que vamos. La primera fue en el marco de una gira autogestionada, tocamos en Patanuk y la segunda, una fecha que salió gracias a amigos de Bariloche, en la calle frente a la cervecería Kona”, celebraron los inminentes visitantes.

Quizás haga falta recapitular: el sábado 19 se vivirán las alternativas del encuentro, un acontecimiento que aunará arte y conciencia ecológica. En esta ocasión, las cosas sucederán en instalaciones del Hipódromo de Bariloche, donde se instalarán tres escenarios. Desde ellos, sonarán las propuestas de músicos y músicas del ámbito nacional, algunos de ellos de contundente presente. Del contingente que arribará de otros orígenes, se destaca Jeites.

La agrupación se define a sí misma como “una banda de primos y hermanos de la Costa Atlántica que le cantan al cambio de conciencia, llevando un mensaje positivo a cada escenario. Jeites posee un estilo musical propio que fusiona ritmos folclóricos latinoamericanos, música popular, canciones del centro, fogón rock. Más de doce años de trayectoria recopilan cinco discos en los que se mantiene el mensaje de amor y conciencia para el ser”.

No por nada la convocatoria por parte de los organizadores barilochenses transita más o menos por los mismos ejes. “Canciones que plasman los sentimientos que nos movilizan en la vida y la misión de ir en busca de los mismos”, enfatiza la banda, cuyo carácter casi familiar es primordial, ya que se compone por “prim@s, herman@s y amig@s” (sic). Jeites se conforma con Joaquín Varela (voz líder y guitarra acústica), Tomás Halbach (bajo, saxo y voz), Francisco Halbach (guitarra eléctrica, trompeta y voz), Juan Francisco De Paula (batería), Gaspar Faltum (percusión), Josefina Halbach (coros) y Victoria Varela (coros).

Musicalmente, “se destacan las armonías vocales y la variedad de ritmos en sus canciones, sus letras tienen que ver con una mirada crítica al sistema impuesto, empezando por uno para lograr la transformación, la naturaleza, el viaje y la vida misma”. Más a tono con el Culturica, imposible: “sus presentaciones en vivo son una fiesta de artes que invitan al baile y la soltura de los cuerpos”, sus integrantes “se brindan en un espectáculo de entrega física y musical”.

Ópera rock

Durante el año que recién se fue, la banda presentó la propuesta que denominaron “Moksha: para la liberación”, un concierto de ópera rock que se inició con un ciclo de frecuencia semanal en Niceto Club, uno de los reductos más cotizados de Buenos Aires. El espectáculo “fue refinado y madurado a través de varios shows a lo largo del país, llegando hasta Chile (Santiago, Concepción y Valparaíso)”, según informó el colectivo. El asunto finalizó en el Patio del Centro Cultural Konex, una vez más en Buenos Aires.

En cuanto a cuestiones discográficas, el lanzamiento más reciente de Jeites es “Mi Sol Mayor” (2017), placa que culminó la trilogía “Desde la Tierra”. El álbum incluye “las canciones más íntimas recopiladas de los últimos años. Historias o testimonios de sus autores que describen una visión con ojos enamorados del mundo, de los ciclos y etapas que han ido transcurriendo”. El CD contó con la producción artística de Alejandro Vázquez (La Renga, Carajo, Bersuit Vergarabat, El Bordo y Las Pastillas del Abuelo, entre otros).

Sus composiciones “son electro-acústicas, con percusiones, baterías y secuencias electrónicas sutiles que acompañan las letras de forma tal que el mensaje llegue directo. Fue presentando a sala llena en Groove”, otro espacio capitalino. La trilogía en cuestión arrancó en 2014 con “Desde la Tierra” y siguió con “Ciudadano del mundo” dos años después. La obra integral reúne 40 canciones que sugieren “un viaje desde adentro hacia afuera con ritmos y estilos que van desde el rock clásico hasta la cumbia, el reggae y el folk. Siempre impulsando un mensaje positivo para instalarlo en el inconsciente colectivo”, destaca la banda.

Para Jeites, la cita del próximo 19 en el Hipódromo “es una fecha muy esperada porque vamos a compartir con tremendos artistas un día completo de artes combinadas, rodeados de la naturaleza de Bariloche”. La banda también celebra “la posibilidad de seguir mostrando y expandiendo nuestro mensaje en esas tierras”. Cuando llegue su turno, ofrecerá “un repertorio que atraviesa todos nuestros discos, en un show que promueve el movimiento físico y mental en la búsqueda de la esencia de las personas, el baile y la alegría”. Trato hecho.

Desde las venas abiertas

El 19 de enero también estará sobre uno de los escenario del Culturica Festival Nación Ekeko, cuya vocación latinoamericana se proclama desde el vamos. Suele decirse que “América Latina habla a través de su música, en un set intenso e introspectivo, donde sonidos de folklore andino y la tecnología se combinan para expresar todo el color de la música y el arte electrónico conceptual”. Apto para todo público y sobre todo, para no dejar de bailar.

Describen su propuesta de la siguiente manera: “la fusión de sonidos andinos, latinos y africanos con el house, el dub y la tecnología al servicio de la improvisación hacen de la música de Nación Ekeko un viaje sonoro único. Nación Ekeko nace de viajes, del encuentro con personajes latinoamericanos, de cantos y recitados recopilados. Un gran recorrido musical que atraviesa de punta a punta las venas abiertas de América Latina”.

En particular, “Ekeko es el viajero que cuenta y que canta, en la voz de Diego Pérez. Una recorrida musical por el paisaje de América Latina, mixando sonidos electrónicos con nuevas tendencias que permiten la interacción constante con el público. Instrumentos precolombinos y nuevas tecnologías se combinan en un show que celebra el ritmo y la danza”, según difundió la organización del festival.

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