12/12/2018

Retención de servicios de choferes paralizó el transporte urbano

No hubo colectivos desde el mediodía y la situación continuaba durante la noche.

La medida de fuerza se decidió en asamblea ayer miércoles al mediodía y se extendió hasta pasadas las 8 de la mañana de este jueves.

Idas y vueltas. Que “Si no depositás no salgo”, que “Si no me giran los fondos no pago”, casi como jugando a ver quién era el más guapo. Terceros que poco aportaban y siempre las mismas víctimas, los que necesitan tomar colectivos para movilizarse. Pero pareciera que “esos” cada vez les importan menos a lo que tienen que tomar decisiones.

No había comenzado bien la jornada de ayer para los sufridos usuarios del Transporte Urbano de Pasajeros. Es que los choferes decidieron parar desde las 20 del martes hasta las 6 ya que no se les habían pagado los sueldos del mes de noviembre. La empresa Mi Bus adujo que como no le llegaba el subsidio que manda Nación, pero que reparte Provincia, no iba a hacer ningún depósito.

Hasta que se normalizó el funcionamiento de los colectivos, pasaron cerca de dos horas. Es decir, recién a las 8 de ayer el servicio se normalizó. Pero, a media mañana hubo una audiencia de conciliación entre las partes en dependencias de Trabajo. Como no hubo soluciones, las posiciones siguieron irreductibles, una asamblea de los trabajadores determinó que se retome la “retención de servicios”. No importa la forma -ya que se evitó la palabra “paro”- con la que se la denomine, para los pasajeros significó la ausencia total de colectivos en las calles de la ciudad.

La mayoría ya estaba en sus lugares de trabajo cuando fueron sorprendidos por la ingrata novedad. No hay que ser un iluminado para darse cuenta lo que les significó volver a sus hogares. Simplemente, un calvario.

Pasaron las horas y cada uno, como en el “Gran Bonete” atendió su juego.

La empresa Mi Bus, los choferes, la Municipalidad, que dijo que analizaba pedir sanciones para la concesionaria del servicio, pero que no aportaba soluciones a los usuarios, y ATE, el gremio que nuclea a un buen número de estatales tuvo su parte, pues al ser consultado su secretario general dijo que había una medida de fuerza en el Ministerio de Obras y Servicios Públicos por promesas incumplidas sobre un dinero extra que les iban a dar, pero que pasado el mediodía se había solucionado.

Todas las excusas fueron escuchadas, pero las horas pasaron y la gente siguió padeciendo para volver a sus hogares luego de una larga jornada laboral o para, por caso, lograr llegar a algún centro asistencial porque tenía turno con algún médico (como si te lo dieran de un día para el otro), o para lo que sea que se le hiciese imperioso tener que tomar un colectivo.

En conclusión -y hablando en criollo- una vez más, y no será la última seguro, a todos pareció importarles un corno lo que tuvo que padecer el que sostiene con el pago del pasaje al cada vez peor llamado Servicio Público de Pasajeros.

H.A.

 

 

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