LUEGO DE 2 DÉCADAS CONSECUTIVAS

| 11/12/2018

Este será el último año del árbol navideño del Ñireco

Este será el último año del  árbol navideño del Ñireco
Alberto Caspani.
Alberto Caspani.

Así lo aseguró Alberto Caspani con gran desencanto, cansado de trabas y más trabas que ha obtenido ante la iniciativa que tuvo siempre de embellecer la ciudad. Su padre fue el responsable del arbolado de calle Gallardo y Elflein, tareas a pulmón y en absoluta soledad.

Alberto vivió seis años en Europa, “en el año 1999 me llamó la atención que allá en todos lados, se estaban preparando para recibir el 2000 y acá no habían puesto ni una luz para Navidad”.

Con su señora pusieron cuatro varillas de hierro del 6, “compré unos porta lámparas y lamparitas de colores y lo pusimos en la punta del elevador de áridos que tenemos y con la colaboración de los muchachos de la fábrica armamos el primer arbolito de Navidad” recordó.

Al encendido de ese año se acercaron muchos vecinos de la zona del barrio Ñireco, “después de eso todos me decían qué más le iba a sumar al año siguiente y así se fue haciendo un pequeño monstruito hasta llegar a los 33 metros de altura que tiene hoy en día”.

El año pasado se le colocaron 44 luces en la base, representando a cada uno de los tripulantes del ARA San Juan.

Un año lo invitaron a Tailandia “en ese viaje vi unas luces que entran y salen que allá las tienen en todas las calles para las fiestas y para poder traerlas tuve que comprar una valija extra grande porque no me las dejaban traer en la mano”.

Primero las distribuyeron a lo largo del pinito y después decidieron rodear la estrella principal. “Acá hemos juntado a mucha gente cuando se ha prendido también han pasado muchos políticos para ser aplaudidos y para la foto” comentó.

A los cuatro o cinco años se le ocurrió hacer arbolitos de Navidad, “como los que tenemos en Vía Bariloche que están medio estropeados porque no se le hizo mantenimiento y todos los que tienen los vecinos, hicimos 60 en total”.

“Entonces fui a la Cooperativa de Electricidad Bariloche para ver si me los podían colocar en los postes de la luz, me dieron un listado de condiciones, una madera detrás de cada uno de 2x3, que los cables no podían tener contacto con el hierro y determinada clase de cables”, narró.

Caspani preparó entonces, obviamente de su bolsillo, los 60 arbolitos, “cuando fui a la CEB a avisarles que estaba todo listo para su colocación, me dijeron que tenían que pagar aproximadamente 40 mil pesos para que hicieran ese trabajo”. Eso era lo que le cobraban hace cinco años, más IVA, todavía tiene la carta que le enviaron con ese presupuesto.

“Me pareció una actitud repugnante directamente de parte de la Cooperativa, lo que yo estaba haciendo era una colaboración para embellecer Bariloche porque todavía no había fiesta de Navidad en esta ciudad” dijo muy indignado.

“Nosotros habíamos empezado por el Ñireco, hicimos una estrella grande, varias campanas, todo eso se iluminaba y daba otra vista al barrio”. Agregó “este intendente que está ahora le dio un giro político a la Navidad arreglando un poco la calle Mitre, decoraron la 12 de Octubre por primera vez con las luces intercaladas perpendiculares al tráfico”.

Caspani propuso sumarles unas guirnaldas, pero desde la CEB nuevamente le dijeron que no lo podían hacer, “Cooperativa de Todos no, es de algunos asalariados y de algún político fracasado y nada más, pero de colaborar con Bariloche nada” dijo manifestando su desencanto.

El último

El sábado 8 de diciembre pasado, como todos los años se encendió nuevamente el arbolito conocido como “el del Ñireco”, que se ve desde muchos puntos de la ciudad. “Vino mucha gente y les preparé la sidra, las gaseosas y los bollitos, esta vez lo hicimos antes del encendido porque hacía mucho frío y estaba por llover”, describió.

Se prendió a las 21.30 y no a las 22 tal como estaba previsto porque se tuvo en cuenta la cantidad de pequeños que habían asistido y no quisieron que sufrieran los rigores climáticos.

Impotencia

Acerca de lo que siente al respecto Caspani dijo “mi padre que se encargó de plantar cada arbolito de calle Gallardo y Elflein siempre me decía que el pueblo colaboraba pero yo me di cuenta que la única que colaboraba era la familia porque él ponía el dinero”.

Cuando ya había fallecido llegó un camión con los arbolitos, “me acuerdo que tuvimos que pagar 840 dólares por todos los plantines y nadie se acercó a colaborar”, dijo.

Palos en la rueda

Muy molesto sentenció “Bariloche no hace nada por su gente, la calle Mitre se alquiló, perdió el nombre propio, antes uno sabía quién era el dueño de cada comercio, ahora es toda gente de afuera, como la Intendencia misma”.

“Uno no tiene la sangre de hierro y llega un momento en el que las cosas que se sienten hay que empezar a expresarlas”, agregó.

No más

En las próximas navidades ya no se volverá a encender el arbolito del Ñireco, “estoy contento de la iniciativa que tienen vecinos de algunos barrios de armar su propio arbolito, si viene alguno y me trae una lingada de hierro del 6 y lo levanta con un helicóptero porque pesa 2.680 kilos, se lo doy”, dijo.

“No estoy dispuesto a donarlo porque estoy convencido que a todo lo que se da sin nada a cambio no se le da el valor que tiene, por lo menos que paguen el hierro”, detalló.

Años de desencanto

Caspani fue a estudiar cocina a España, “cuando vine con Escrepante armamos la Escuela de Hotelería, justo me tocó volver a Argentina en el 75 bajo el proceso militar, se inauguró en el 83, yo había trabajado en todo ese proceso pero no me invitaron para la inauguración” aseguró.

Junto con el arquitecto De la Cruz habían diseñado los planos, “esos planos fueron a España, se le hicieron modificaciones, los enviaron a Bahía Blanca donde los reformaron con cosas que no quedaron bien y finalmente me borraron de la historia de la escuela”. Comentó esto para graficar que no es solo con el “pinito” que viene viviendo esta clase de situaciones.

“Yo saco experiencia de todas estas porquerías, creo que toda comunidad tiene que vivir, construirse en conjunto, mis empleados trabajan y comen en mi fábrica, porque es importante que se alimenten bien” describió.

Esto del dar un fin al arbolito no fue una decisión apurada, ya lo viene pensando hace mucho tiempo y ahora lo hace público.

“En Bariloche todos quieren ser caciques y ninguno está capacitado para gestionar ni representarnos, lamentablemente, así estamos”, finalizó.

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