CASO MIGUEL GARNICA

| 11/12/2018

Prisión en suspenso para un joven que encubrió atroz crimen

 

Se trata de un joven que ya había sido declarado responsable porque al momento del hecho era menor de edad. Ya es mayor y ahora le impusieron una pena de dos años y seis meses de prisión en suspenso. Fue el encargado de comprar bolsas de residuos que los autores del atroz crimen de Miguel Garnica, utilizaron para ocultar su cuerpo en una letrina que luego cubrieron con diversos elementos.

El juez Marcelo Barrutia aceptó el acuerdo al que arribaron la fiscalía, la defensa y el propio acusado y condenó a la pena de dos años y seis meses de prisión a un joven que ya había sido declarado responsable por el delito de encubrimiento, en un hecho que cometió siendo menor de edad.

La participación del joven se dio en el marco de un horrendo crimen ocurrido el 29 de enero de 2015, en una vivienda de la calle Michay al 600 del barrio Eva Perón. En ese lugar, que habitaban varios integrantes de la familia Chávez Aguilar, Miguel Garnica fue ultimado de manera artera y luego enterrado en una letrina que los autores del hecho cubrieron con una pluralidad de elementos.

Uno de esos elementos utilizados para ocultar el cadáver, fueron una serie de bolsas de residuos que el por entonces adolescente había comprado en una despensa cercana a la vivienda. Ya había sido juzgado y declarado responsable y ahora al alcanzar la mayoría de edad, le impusieron una pena en suspenso.

Como desprendimiento de esa causa, también había sido juzgado en un juicio abreviado Paul Chávez Aguilar, a quien le impusieron diez años de prisión. En tanto que Aníbal Chávez Aguilar, Maximiliano Bascur fueron condenados a la pena de prisión perpetua. Finalmente, Teresita del Tránsito Aguilar Leuquen, fue considerada partícipe secundaria y recibió una pena de doce años de prisión.

El hecho investigado ocurrió entre las 19 horas del 29 de enero de 2015 y la mañana del 30 de enero de 2015, cuando Miguel Alejandro Garnica acompañado por Maximiliano Bascur, arribó al domicilio mencionado. En esas circunstancias, Paul Chavez Aguilar tomó a Garnica del cuello y lo hizo ingresar al predio. Se encontraban para entonces dentro del terreno Aníbal Chavez Aguilar, Teresita del Tránsito Aguilar Leuquen, entre otros familiares y conocidos, incluso menores de edad.

Las personas nombradas, en convergencia intencional y acuerdo de voluntades, en la creencia de que Miguel Alejandro Garnica había participado en la agresión armada que se cometió en fecha 15 de septiembre del año 2014 en contra de Segundo Eduvino Aguilar Leuquen (hermano de Teresita), retuvieron a Garnica y en venganza de tal sospecha lo mataron.

Maximiliano Bascur golpeó a Garnica con una pala desde atrás posiblemente en la cabeza y cuando la víctima estaba en el piso, tanto Bascur como Paul y Aníbal Chávez Aguilar, para consumar el objetivo que tenía el grupo familiar, dispararon armas de fuego en contra de la víctima en tres oportunidades. Garnica para entonces se encontraba en total estado de indefensión.

Una de las armas utilizadas era calibre 38. Un disparo ingresó en el brazo derecho de Garnica, otro en el tórax a nivel de 5° y 6° espacio intercostal izquierdo y otro en la cabeza, que produjeron el deceso de la víctima.

Teresita Aguilar Leuquen, mientras esto ocurría, alentaba a los autores materiales y además recomendaba hacer desaparecer el cadáver. En esas circunstancias Teresita Leuquen les indicó a sus hijos (Aníbal y Paul) que ocultaran el cadáver en la letrina familiar ubicada en el predio, pues allí nadie lo encontraría. Además personalmente Teresita asumió la función de "campana" pues permanentemente vigiló el tránsito de la calle en miras a evitar ser descubiertos por la policía.

Luego los imputados ataron el cadáver de Garnica con un cable coaxial, lo envolvieron en las bolsas de nylon que había adquirido el menor en la despensa de la esquina y utilizaron también cinta de embalar.

Posteriormente, los imputados, con la colaboración de Víctor Teckas -quien también estuvo presente y había llevado palas al domicilio sabiendo lo que iba a ocurrir-, destruyeron y quemaron la parte externa de la letrina, cavaron en la misma e introdujeron allí el cadáver de Garnica al cual cubrieron con cemento fresco, luego agregaron basura y finalmente taparon el lugar con tierra.

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