RESIDENCIA DE PRIMER NIVEL

| 27/11/2018

Artistas latinoamericanos se inspiraron en la diversidad de Bariloche

Artistas latinoamericanos  se inspiraron en la  diversidad de Bariloche
Jorge Macchi, Adriana González Brun, María Fernanda Cardoso, Cristián Silva, Andrés Duprat, Tania Candiani, Eduardo Basualdo y Mariela Scafati, durante la visita al Centro Atómico.
Jorge Macchi, Adriana González Brun, María Fernanda Cardoso, Cristián Silva, Andrés Duprat, Tania Candiani, Eduardo Basualdo y Mariela Scafati, durante la visita al Centro Atómico.

Con la coordinación local de Osvaldo Paván y la curaduría de Andrés Duprat (director del Museo Nacional de Bellas Artes), permanecieron en la ciudad durante 10 días para generar obra. Los trabajos deberían conocerse en algún momento de 2019.

Siete artistas latinoamericanos y latinoamericanas de primera línea fueron parte de una residencia que se llevó a cabo semanas atrás en Bariloche, con la coordinación local de Osvaldo Paván. De la Argentina, fueron de la partida Jorge Macchi, Eduardo Basualdo y Mariela Scafati, quienes compartieron alternativas con Adriana González Brun (Paraguay), María Fernández Cardoso (Colombia), Cristián Silva (Chile) y Tania Candiani (México). Ofició como curador el actual director del Museo Nacional de Bellas Artes, Andrés Duprat, quien también estuvo en esta ciudad.

“Fue una residencia para artistas latinoamericanos del programa LARA (Latin America Roaming Art), que se hace todos los años en un país diferente”, le confió Paván a El Cordillerano. “Este año le tocaba ser sede a la Argentina y se eligió Bariloche. Consistió en una estadía de 10 días en la ciudad de los siete artistas, conociendo distintos aspectos, sean físicos, artísticos y culturales”. Será interesante el resultado final porque “ellos van a producir obra sobre la ciudad y se va a exponer en principio, durante 2019 en Buenos Aires”.

Al anfitrión le tocó “la producción local del evento y disfrutar (sonrisas), porque la verdad, fue una experiencia sumamente disfrutable. Por un lado, es extraño y edificante ver el lugar donde uno vive a través de los ojos de otros pero si esos otros además son artistas y tienen una sensibilidad muy desarrollada, ayudan a que uno pueda descubrir cosas que tiene delante de los ojos todos los días. En todo sentido: buenas, malas, experiencias, bellezas y desigualdades, que a veces la vida diaria nos anestesia. Fue una experiencia muy interesante”, insistió.

La posibilidad “surgió a través de un llamado de Andrés Duprat, un gran amigo, cuando me dijo a principios de año que se iba a hacer LARA en la Argentina. Había un par de ideas sobre dónde, pero él pensaba que Bariloche era un lugar apropiado. Hablamos casi dos horas por teléfono porque se manejaban lugares como Ushuaia, Villa La Angostura o Iguazú, pero me pareció de entrada que la gran ventaja de Bariloche era la enorme diversidad, incluso la potencialidad de conflictos que tiene este lugar”.

Paván se explayó sobre la perspectiva: “la complejidad era un elemento a tener en cuenta para esta historia, entonces armamos una agenda basada en mostrar caras muy diferentes, aunque obviamente enganchada con la belleza física del lugar. Así que hubo muchas excursiones turísticas pero también recorridos por INVAP, por Centro Atómico, charlas sobre la comunidad alemana, las colectividades europeas, sobre la realidad del pueblo mapuche, visitas al Alto a través de un par de juntas vecinales y charlas con periodistas locales”, enumeró.

Amplio compendio

Los organizadores intentaron “armar un compendio lo más amplio posible sobre la realidad actual de Bariloche. Eso me ayudó a pensar”, compartió el coordinador local, antes de recurrir a una metáfora gastronómica. “Puede pensarse que la realidad es como una ensalada: uno tiene un montón de ingredientes que si se juntan, pueden armar una idea de realidad… Pero en verdad, no. Cuando uno junta ingredientes termina haciendo una ensalada, no un compendio de todos los ingredientes. Sobre eso se habló mucho y fue un motivo más de reflexión filosófica alrededor del encuentro”.

La propuesta fue muy bien recibida por el conjunto de artistas. “Me devolvieron un interés muy grande por todo lo que vieron, era muy reconfortante recorrer con ellos porque nada les resultaba ajeno. En todos los casos se interesaban mucho y había muchas preguntas, necesidad de profundizar, buscaban bibliografía, consultaban… La verdad, hubo mucha participación, aunque obviamente, los núcleos de interés son diferentes”, advirtió.

Paván dio un par de ejemplos: “la artista colombiana (Fernández Cardozo) tiene obra referida a insectos o a cosas muy chiquitas, entonces me sorprendió su interés por el polen de algunas plantas de la zona. Otros artistas, como Mariela Scafati, tienen una visión mucho más social. Pero realmente, todos hacían devoluciones muy altas en los encuentros a la noche que se hacían en el hotel donde se hospedaban, cuando cada uno hablaba de su obra y de las cosas del día”, rememoró. Más allá de la diferencia de lenguajes, las y los artistas que respiraron Bariloche no pueden calificarse de convencionales. Más que interesante será apreciar cómo inspiró la ciudad sus respectivas faenas.

Ver la ciudad desde otros lugares

Compartir como coordinador y anfitrión 10 días con un grupo selecto de artistas, “me aportó la posibilidad de ver la ciudad desde otro lugar”, definió Osvaldo Paván. “A veces, inmerso en la realidad, uno tiene una visión sesgada y se enoja más o menos con algunas cosas y disfruta más o menos de otras. Poder verla (a Bariloche) desde otro lugar me hizo replantear varias cosas… Lo que más me impactó fue la diversidad”, resaltó.

Precisamente, “la gran ventaja de Bariloche, no muy utilizada, es esa diversidad cultural. Me encantaría trabajar mucho sobre eso porque como todo lugar, Bariloche tiende a fijar imágenes hegemónicas: el Centro Cívico, la inmigración europea… Pero por suerte, Bariloche es muchísimo más que todo eso, inclusive es más que los pueblos originarios… Es más que todo eso y trabajar sobre esa diversidad, sería un desafío interesante, pero como ciudad me parece que estamos enfocados en otras cosas, tal vez más pequeñas”, lamentó.

A pesar de su cercanía con el arte, Paván encontró que su reciente desempeño “fue absolutamente casual, porque yo soy arquitecto. Estoy vinculado al arte como entusiasta, como un espectador y como alguien que trata de reflexionar sobre el arte, pero no de manera directa. Además, supongo que así como pasan estas cosas y nos enteramos muy pocos, también pasan otras cosas de las que yo, no estoy enterado. Entonces, armar una red para que estas cosas se aprovechen, sería interesante. En este caso, hicimos un encuentro con algunos artistas locales”, mencionó.

La muestra que irá a coronar la labor del grupo de artistas que conoció a Bariloche como pocos visitantes, “en principio, iba a ser en mayo del año que viene pero surgieron algunas cuestiones organizativas desde el lado de LARA” que pondrían en duda la fecha. “Igual, esperamos que se pueda hacer en algún momento porque la verdad, tengo muchas ganas de ver los resultados”. Ansia que debería generalizarse.

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