05/11/2018

Irene Chávez, toda una vida de fútbol

Irene Chávez, toda una vida de fútbol
Irene, feliz con el trofeo por el cuarto lugar en Primera A que obtuvo el equipo.
Irene, feliz con el trofeo por el cuarto lugar en Primera A que obtuvo el equipo.

Además de prestar su nombre al torneo que finalizó anoche, tuvo un reconocimiento por parte del subsecretario de Deportes, Carlos Arrative, por su dedicación y su trayectoria en el fútbol femenino. “Juego al fútbol creo que desde la panza de mi mamá”, dijo orgullosa Irene Chávez, ante las jugadoras y el público presentes en la ceremonia de premiación llevada a cabo al finalizar la jornada.

“Jugué toda mi vida al fútbol. Me crié en una casa con seis hermanos varones. Yo, en el medio. Así que todo lo que hacían ellos, lo hacía yo. Salían mis hermanos a jugar con sus amigos y yo salía atrás de ellos”, rememoró. La jugadora de Arco Iris, de 62 años, desde los 18 juega en algún equipo. “Siempre en Virgen Misionera, toda mi vida. Nací y me crié ahí”, contó con orgullo.

“Desde los seis o siete años, jugaba al fútbol en una canchita que había en mi barrio, y la gente pasaba mirando, porque en ese tiempo no era muy común que una mujer jugara al fútbol. Y después empecé crecer y empezaron a aparecer equipos femeninos; y quise armar el equipo en mi barrio para poder jugar. Le pedí a un amigo para que nos ayudara porque yo de entrenamientos, nada”, relató.

“Cuando yo tenía 18 años ya había equipos, eran pocos pero ya existían. Puerto Moreno, en el barrio Alto, ya había chicas que jugaban. Eran poquitos, cuatro o cinco, pero nos juntábamos a hacer campeonatitos”. Y todavía sigue.

“A veces, yo misma me extraño de poder jugar con las chicas de mi equipo, corriendo, entrenando todas juntas”.

Durante su larga trayectoria, ocupó distintos puestos. “Cuando recién comencé jugaba de 10 y fui bajando hasta llegar a jugar de 2. Me consideraba una buena jugadora en su tiempo. Ahora ya con los años, te cuesta un poco más moverte. Pero muchas de las chicas me dicen: ‘no podemos creer que aún corras atrás nuestro’”. Irene describe la historia de una auténtica precursora del fútbol femenino local. “Sobre todo en mi barrio, porque siempre hacía equipos en mi barrio para que puedan participar las chicas”, aclaró.

Más allá de lo deportivo, “el fútbol es mi cable a tierra”, aseguró. “Yo soy maestra jardinera, me jubilé hace dos años. Mi trabajo me sacaba de todo. Y el fútbol es lo mismo para mí. Si estoy estresada, me voy un ratito a jugar entre risas y todo se me pasó”.

Lucía Chávez, la nieta, también es jugadora de Arco Iris. “Tengo cuatro hijos varones y mi nieta que juega al fútbol. Ella tenía 12 años y me decía ‘abuela quiero jugar al fútbol’”. Como el equipo era de adultas, le dijo que si buscaba 15 chicas para jugar, ella armaba un equipo. “Pero se lo dije como para que no me molestara más”, aclaró entre risas. “Total, 15 chicas no va a juntar, es medio imposible. Y, al lunes siguiente, llega de la escuela y me dice: ‘Abuela, están todas las chicas esperándote’. Armé el equipo y eran todas chiquitas”. Muchas de ellas son las que ahora forman el equipo de Primera. Tuvo ayuda de los padres y se fueron sumando algunas chicas más grandes. “Armamos un buen equipo y hasta ahora, no se ha desarmado. Hace casi 10 años que está el equipo”.

Con respecto al futuro, Irene adelantó: “Creo que voy a jugar un tiempito más. Mientras las piernas me den, seguiré jugando. La verdad que me sorprendió cuando me llamó Matías (Padilla, coordinador del programa), le pregunté, ‘¿por qué a mí?’. ‘Por la trayectoria’. Así que algo los años te dejan”. Verdaderamente un lindo y merecido reconocimiento.

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