SERGIO CARDENAS NO TIRABA PIEDRAS, ESTABA MIRANDO

| 19/10/2018

Otro testigo clave que abandonó Bariloche por temor

Otro testigo clave que abandonó Bariloche por temor

Alfredo Vázquez declaró este viernes. Pero había sido nombrado en el juicio en la tercera jornada, cuando Karina Riquelme lo ubicó junto a su esposo asesinado, en la escena de los hechos. Volvió a Bariloche únicamente para declarar en el juicio y contra su voluntad. Apenas unos meses después de los crímenes de junio de 2010, abandonó la ciudad por miedo, luego de una advertencia policial.

Contó que el día de los hechos, “como todo chico joven, fui a tirar piedras”, cuando le pidieron que explique su expresión aclaró: “Cuando sos chico no pensás, reaccionás”. Dijo que aquel día se cruzó con Gastón Riquelme y Sergio Cárdenas cuando salió de su vivienda a realizar una compra, pero se quedó tirando piedras en medio de la violenta represión policial. En su descripción de la escena apuntó que había personal del grupo BORA, policías uniformados y otros de civil y apuntó que “El BORA avanzaba con los escudos delante y atrás venían los que disparaban”.

En un momento determinado Riquelme cayó herido y él corrió para asistirlo. Cuando lo levantó del suelo y lo cargó sobre su hombro, Sergio Cárdenas corrió para ayudarlo. A Cárdenas no lo había visto tirando piedras ni protestando, sino más bien mirando la escena. Cuando corrían en dirección a una garita de colectivos para protegerse, Sergio cayó al suelo. Dejó a Riquelme y corrió para asistir a Cárdenas. “Pensé que le habían pegado con un gas”, apunto y continuó “Lo di vuelta para que respire. Tenía los ojos blancos y le salía espuma por la boca, le costaba respirar”.

Con sinceridad advirtió, “Es algo muy difícil para mí” y continuó “lo cargue en un auto que venía a contramano y lo llevé al médico” y describió que en ese momento la policía tenía una actitud muy agresiva, estando a una distancia de unos 40 o 50 metros, portando armas de puño, escopetas y pistolones. “A pura piedra y gomera estaba la gente”, resumió.

Otra vez la versión policial de manifestantes armados

Otro testigo de la jornada de viernes fue Carlos Alonso, un ex integrante del grupo especial BORA. Relató que estuvo realizando las tareas de contención que en los días previos describieron varios de sus compañeros hasta que recibió un piedrazo que le provocó una luxación en el hombro, por lo que fue retirado del lugar.

Dijo que escoltó durante la mañana al entonces juez de Instrucción Martín Lozada hasta la casa de la familia Bonnefoi y que después de ese encuentro la situación se calmó bastante, pero luego regresaron los incidentes. Estimó la cantidad de 200 manifestantes que llegaron paulatinamente a la escena y aseveró que de un Renault 12 descendieron dos sujetos que realizaron no más de tres disparos de arma de fuego contra la formación del BORA. “Por el estampido me pareció un arma de bajo calibre”, señaló y completó diciendo que luego abordaron el vehículo y se alejaron raudamente.

Sobre los sucesos de aquel día describió “Era una confusión bastante grande, se nos estaba descontrolando la situación, era un caos”.

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