Se llevan a cabo jornadas dedicadas a la Justicia Restaurativa

La jueza del STJ y presidenta de la Escuela de Capacitación Judicial del Poder Judicial de Río Negro Dra. Liliana Laura Piccinini encabezó el lunes el acto de apertura de las Jornadas denominadas "Justicia Restaurativa en el sistema integral de Justicia Penal para adolescentes en México y Argentina".

Con la coordinación de la Jueza María Rita Custet Llambi, durante dos jornadas, esta actividad reunió a magistrados, funcionarios, empleados y abogados de la matrícula de toda la provincia. Ayer se cerró en horas de la tarde y ambos encuentros se desarrollaron en el hotel Inacayal.

En las palabras de apertura, la Dra. Piccinini brindó la bienvenida a las disertantes invitadas y a los participantes. Recordó que, en la actualidad, está en la Legislatura de Río Negro para su tratamiento, el proyecto de ley de Procedimiento Penal Juvenil, proyecto que tuvo su germen en el encuentro internacional realizado en el año 2015, que fuera denominado "Sistema penal juvenil y derechos humanos" y que tuvo la participación de numerosos operadores del sistema penal.

La magistrada señaló que esa línea se ha proyectado en estas jornadas dedicadas a la justicia restaurativa. En este sentido, señaló que jueces, fiscales, defensores y operadores tienen la oportunidad de capacitarse y ahondar sobre las características del sistema restaurativo en materia penal que tiene directa relación con los jóvenes. "...La Justicia Restaurativa permite que quien hizo mal, asuma sus actos y tenga proyectos restaurativos. De esa manera, va a reconectar con su humanidad olvidada y puede reincorporarse a la sociedad", señaló.

A modo de ejemplo, la jueza recordó un texto de la tradición oriental que grafica claramente el objetivo de la Justicia Restaurativa: "Cuando los japoneses reparan objetos rotos, enaltecen la zona dañada rellenando las grietas con oro. Ellos creen que, cuando algo ha sufrido un daño y tiene una historia, se vuelve más hermoso. El arte tradicional japonés de la reparación de la cerámica rota con un adhesivo fuerte, rociado, luego, con polvo de oro, se llama Kintsugi. El resultado es que la cerámica no sólo queda reparada, sino que es aún más fuerte que la original. En lugar de tratar de ocultar los defectos y grietas, se acentúan y celebran, ya que ahora se han convertido en la parte más fuerte de la pieza. Kintsukuroi es el término japonés que designa al arte de reparar con laca de oro o plata, entendiendo que el objeto es más bello por haber estado roto".

“Es decir, cuando una persona sufre un delito, sufre un daño, es deber de la Justicia reparar ese daño. Precisamente la justicia restaurativa lo que hace es reparar, restaurar el daño psíquico y físico, de tal manera que transforma a la víctima en una persona más fuerte, digna de respeto y admiración. Curamos sus heridas con hilos de oro. A su vez, permite que también pueda recomponerse la persona que delinquió, ya que pudo asumir sus actos y repararlos a través de los procesos restaurativos con la oportunidad de ser mirado por las cicatrices doradas...", destacó la jueza.

Posteriormente, la jueza Custet Llambi presentó a las expositoras y sus antecedentes académicos y laborales para inmediatamente dar lugar a la primera de las exposiciones, denominada "Introducción al Marco Teórico conceptual de la justicia y sistemas restaurativos", que estuvo a cargo de las cuatro disertantes: Violeta Maltos Rodríguez, licenciada y máster en Derecho por la Universidad Autónoma de Chihuahua, México y directora del Instituto Internacional de Justicia Restaurativa y Derecho -IIDEJURE- México; Nancy Montes Armendáriz, psicóloga familiar por la Universidad CIDH -Centro Integración para el Desarrollo Humano- del Estado de Baja California, coordinadora académica y docente del Instituto Internacional de Justicia Restaurativa y Derecho; Carla Villalta, doctora por la Universidad de Buenos Aires Facultad de Filosofía y Letras con Orientación en Antropología y licenciada en Ciencias Antropológicas con orientación socio-cultural; y María Florencia Graziano, doctora por Universidad de Buenos Aires con mención en Antropología y Licenciada en Sociología, ambas, integrantes del CONICET (Fuente: Comunicación Poder Judicial).