10/09/2018

Las aberturas en el ahorro energético

Las aberturas en el ahorro energético

ARQUITECTURA

El Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) difundió la aprobación de una nueva norma elaborada y desarrollada por el  Instituto Argentino de Normalización y Certificación (IRAM) - IRAM 11507-6 Carpintería de obra. Ventanas exteriores. Parte 6 - Etiquetado de eficiencia energética- , tendiente a la eficiencia en el ámbito de la construcción referida al etiquetado energético de ventanas.

El organismo estatal que tiene como misión el desarrollo, la certificación y la asistencia técnica de la tecnología industrial en el país participó de la redacción de una nueva norma IRAM que fijó los lineamientos y parámetros centrales a fin de establecer las distintas etiquetas posibles de acuerdo a diferentes regiones de Argentina.

“Buscamos antecedentes, vimos una propuesta desarrollada por la Universidad de Dinamarca, que luego con ciertas modificaciones se transformó en una norma ISO en Europa, la 10.077. La estudiamos y tomamos como ejemplo”, explicó Vicente Volantino, de INTI Construcciones.

Al momento de definir una metodología que sirviera de guía para el etiquetado, se tuvieron en cuenta dos ejes principales: la tecnología y el clima. El software Energy Plus, con el que trabajó el INTI, es un programa de cálculo de simulación energética que contempla ambas variables. Los especialistas del organismo consideraron 18 ciudades argentinas como referencia y simularon un modelo determinado de edificio, con una cierta cantidad de ventanas.

A su vez, teniendo en cuenta la diversidad climática de la Argentina, se dividió al país en cinco zonas: el noreste (NEA); el noroeste (NOA) y Cuyo; la zona central (que incluye a Córdoba), casi toda la Patagonia; y, por otro lado, Tierra del Fuego.

Existe un etiquetado particular para cada una de las cinco áreas. En lo que refiere a tecnología, se tuvieron en cuenta tres grandes aspectos: la infiltración de aire, que está relacionada a la hermeticidad de las ventanas y a las posibles pérdidas de calor a través de las juntas; la transmitancia térmica -es decir, la capacidad de transmitir calor del exterior al interior en verano y viceversa en invierno-; y el factor solar, que da la pauta de la captación de la energía por radiación solar, para saber cuánto se absorbe y cuánto se retransmite hacia el ambiente interior.

La aplicación de la norma es voluntaria, no obligatoria, pero de todas formas puede adquirir valor comercial y representar un salto de calidad o un diferencial si los consumidores valoran la información que se desprende según la etiqueta que corresponda.

Uno de los factores “de moda” que la publicidad propone al comprador, para elegir una nueva ventana, es el ahorro que obtendrá al reducir el consumo energético de la vivienda a lo largo de los años.

En este asunto es inexcusable contrastar la información que se publica; se divulgan muchas afirmaciones sin sentido, a veces basadas en toscas mentiras.

Los argumentos aquí expuestos se basan en conclusiones verificadas por estudios técnicos serios llevados a cabo por el prestigioso laboratorio acreditado Tecnalia. Las principales conclusiones del estudio realizado son: 1) Queda demostrado que si se sustituye cualquier ventana “vieja” por una nueva de cierta calidad se produce un considerable ahorro energético, independientemente del material elegido. 2) Se demuestra que si cambiamos nuestra vieja ventana por una de aluminio o plástico (PVC), con similares características, el ahorro energético que se conseguirá será prácticamente igual. 3) La denominada transmitancia del marco de la ventana, es decir, el paso de calor en la parte de la ventana que no es vidrio (el marco, bien de aluminio, madera, PVC, acero…) influye mucho menos de lo que se publicita, para manipular, en el aislamiento global de la ventana. El estudio de Tecnalia asume que en una ventana normal el porcentaje de marco respecto al total del hueco no llega al 25%, es decir, el vidrio es un 75% y el marco un 25%.

Es un error elegir pensando solo en un marco con una transmitancia muy baja; se debe elegir una ventana que en su conjunto ofrezca la transmitancia más baja posible siendo adecuada al lugar donde se instala.

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