“AMORES SIN TRAMPAS”

| 08/09/2018

El Brote comparte su producción más reciente

El Brote comparte su producción más reciente
Poesía al frente en “Amores sin trampas”.
Poesía al frente en “Amores sin trampas”.

Con la actuación de Gerardo Contreras, Ramón Gandolfo, Elina Nahueltripay, Guillermina Ormeño, Gabriela Otero, Stella Maris Restucia y Alicia Tealdi. El Cordillerano dialogó con la actriz fundadora del elenco.

El próximo viernes, El Brote pondrá en escena “Amores sin trampa”, obra que se inspira en la producción poética de una de sus integrantes: Guillermina Ormeño. La función tendrá lugar desde las 21:30, en la sala que gestiona el colectivo teatral en Beschtedt 568. “Es la producción de El Brote actualmente en cartel, aunque seguimos con funciones de ‘No está loco quien pelea’. Es una obra muy bella”, anticipó Gabriela Otero, directora de la puesta.

La fundadora de la experiencia avanzó con una suerte de introducción. “Todos los textos son de Guillermina Ormeño, actriz de El Brote desde los comienzos del grupo, allá por 1997. Ella siempre tuvo una cualidad poética en su decir… Al comienzo escribía en un cuaderno que era su brújula y su salvación en este mundo hostil, para no quedar completamente extraviada. Iba anotando pensamientos, vivencias cotidianas, ubicaciones en la ciudad por donde transitaba, personas que se encontraba, horarios, consignas… Una serie de referencias que le permitían anudarse a este mundo”.

Según historió Otero, “cuando comenzó en el grupo, (Ormeño) estaba en un momento de desequilibrio psíquico grande, entonces el cuaderno era una amarra a la realidad. Cuando empecé a ver lo que escribía, me llamó la atención el valor poético con que se expresaba. Al tiempo, dejó de poder escribir por un temblor en su mano, producto de la medicación y de su padecimiento. Dejó de poder escribir, pero no de hablar, siguió expresándose con una gran profundidad y belleza en las improvisaciones teatrales, entonces comencé a registrar en un cuaderno a toda velocidad, lo que iba diciendo textualmente, respetando sus pausas y cadencias, tratando de hacer un registro lo más fiel posible”.

Con paciencia, la actriz guardó esas anotaciones “durante muchísimos años. Gran parte de esos registros formaron parte del libro ‘Amores sin trampa’, que publicó el año pasado la EMB. Pero quería darle una vuelta de rosca más a este proceso de diálogo que es el teatro, en este caso entre la actriz y la directora, que soy yo como testigo y como compañera permanente durante 21 años. También, en interlocución con los otros compañeros, es decir, el grupo, que tiene un peso muy importante en la propuesta”.

Poética singular

Es que “en El Brote, está el desarrollo de una poética singular que no reproduce estéticas creadas en centros de irradiación cultural como Buenos Aires, siempre nos interesó construir nuestro propio lenguaje teatral y también, en este caso, el valor del grupo es fundamental porque la estética se apoya en una ética grupal que sostiene nuestra producción”, resaltó Otero. “Una ética de lo colectivo que hace lugar a la singularidad propia en diálogo con la singularidad del otro, lo que se podría llamar una subjetividad deliberante porque no está encerrada en sí misma: se define y crece permanentemente en la relación con el otro”.

A partir de esas convicciones, “nuestras obras siempre han tenido un componente de creación colectiva pero, en este caso, elaboré íntegramente la dramaturgia basada en los textos de Guillermina que seleccioné, tratando de establecer un diálogo con su imaginario”, precisó. “No hay nada porque sí, la propuesta teatral tiene que ver con acercarnos a su mundo. Y en ese mundo que vamos construyendo en escena, cada uno de los compañeros aporta su nota singular”.

A diferencia de “No está loco…”, la producción más reciente “tiene un registro poético en el que las referencias a la política están más bien sugeridas. No está en el primer plano una crítica en la que se pone en cuestión la locura individual en el contexto de una locura social. ‘No está loco quien pelea’ habla de la rebeldía, de la posibilidad de transformar las condiciones en las que estamos. Muchas veces, la más terrible corrupción, que significa el saqueo de un país para beneficiar a un puñado de empresarios mientras se hambrea a todo un pueblo, termina pareciéndonos natural. Entonces, decimos: ¿dónde está la locura? En cambio, ‘Amores sin trampas’ es más intimista”.

En su trama, “al acercarnos al mundo de Guillermina, nos acercamos también a nosotros mismos, a cada uno en su complejidad y singularidad. Es el valor de la poesía lo que está puesto en primer plano”, insistió la directora.

“Hay un texto que, cuando surgió El Brote, teníamos como guía sin saber muy bien qué podríamos construir, un texto de Felisberto Hernández que ponía en palabras el deseo que nos animaba: … ‘sin embargo, debo esperar un tiempo ignorado / no sé cómo hacer germinar la planta, ni como favorecer ni cuidar su crecimiento; sólo presiento o deseo que tenga hojas de poesía; o algo que se transforme en poesía si la miran ciertos ojos…’ Creo que esta poesía refleja una práctica”.

Para su orientadora, “después de 21 años, El Brote puede mirar para atrás y ver que este deseo que nos animaba nos ha podido guiar, porque esta poesía habla de una apuesta por lo único y singular de cada persona. A pesar de lo roto en la historia social y personal, con estos fragmentos podemos construir el vocabulario de nuestro arte. En este sentido, está mal todo lo que está pasando a nuestro alrededor, pero no queremos resignar la alegría ni la poesía, como apertura de la mirada que nos permite imaginar otra realidad posible y compartirla”.

En cuanto a la creadora última de la obra, “está bárbara, muy bien. Ha hecho un proceso increíble de reconstrucción de su identidad, de su persona en el grupo, porque este trabajo no es solitario. Se hace con otros y ella tiene un grado de conciencia y lucidez como actriz, al igual que el resto de los compañeros. En escena, están perfectamente plantados. Sostienen la presencia, se comprometen con el teatro”, destacó Otero.

La evidencia es contundente. “Guillermina dice: el teatro ha sido una tabla de salvación. Antes estaba con un pie en tierra y otro en el aire. En esa tabla, ella pudo hacer equilibrio y encontrar, en el mundo del teatro, un lugar para su mundo. Pudo transformar el delirio en poesía, el delirio en teatro. Un discurso que, en la vida cotidiana, la calle o la casa sería interpretado como delirante, bajo cierta mirada y, por eso, la poesía de Hernández, puede transformarse en poesía”.

Teatro obrero y de militancia

Mientras se apronta para la función de “Amores sin trampa”, la Asociación El Brote organiza el seminario intensivo teórico y gratuito que llevará como título “Una introducción al teatro obrero y de militancia en la Argentina”. La instancia estará a cargo de Carlos Fos, doctor en Antropología Cultural e historiador teatral. Será de particular interés para la comunidad artística y la universitaria, aunque también para todo aquel interesado en explorar la relación entre el teatro y los procesos históricos, políticos y sociales.

El seminario tendrá como objetivos analizar la relevancia del teatro obrero y el militante en el campo teatral de cada período; estudiar las poéticas dramatúrgicas de actuación y dirección que utilizaron a lo largo del tiempo; establecer los vasos comunicantes entre estos teatros y el denominado movimiento independiente; construir una cartografía teatral y promover el aprendizaje de estrategias de investigación, como la historia oral. Funcionará viernes y sábados próximos. Interesados e interesadas deberán contactarse a través de [email protected].

Te puede interesar
Ultimas noticias