15/08/2018

Éramos pocos y llegó el jefe del Pentágono

Además de las oscilaciones del dólar, Estados Unidos se hizo presente en la suerte de los argentinos y argentinas a través de cuestiones castrenses. Ayer llegó al país James Mattis, el secretario de Defensa en el gobierno de Donald Trump, es decir, el jefe del Pentágono. Además de transitar por Buenos Aires, hará otro tanto por Chile y Colombia. Que visitara el Ministerio de Defensa un par de semanas después de la reforma militar que impulsó el Poder Ejecutivo, no puede tomarse a la ligera.

A ojos de Washington, cobran relevancia la inestabilidad política y la crisis humanitaria que atraviesa Venezuela, aunque el enviado estadounidense seguramente soslaye la responsabilidad de su país en la generación de esa coyuntura. Recordemos que días atrás, el presidente Nicolás Maduro fue objeto de un atentado a través de drones, hecho al que la gran prensa internacional todavía califica de “presunto”.

Como el venezolano señaló que su colega colombiano, Juan Manuel Santos, está detrás del asunto, para Estados Unidos se avivó la chance de un conflicto armado entre los dos países, con consecuencias que serían imprevisibles en el escenario regional. Está cerca la reunión del G-20 en Buenos Aires y como país anfitrión, la Argentina tiene responsabilidades en la seguridad de los mandatarios que participen del cónclave.

Sabemos por experiencia los y las barilochenses que el Pentágono no delega funciones cuando se trata de custodiar al inquilino de la Casa Blanca, aunque ese celo implique pasar por encima de la soberanía de otros países. Se preveía que las conversaciones entre Mattis y Oscar Aguad se detuvieran en ese punto en su reunión de la víspera. Tengamos presente que desde los tiempos del actual y eterno senador por La Rioja, la Argentina es aliado extra OTAN de Estados Unidos.

Entre los visitantes, una de las preocupaciones centrales es la prevención de ciberataques. Por otro lado, si a quien fuera se le ocurriera replicar la metodología que padeció el presidente venezolano, las Fuerzas Armadas argentinas estaría prácticamente inermes. Para los dos casos, sus colegas estadounidenses cederían equipos que luego habría que devolver, una vez superada la coyuntura del G-20.

Según fuentes nacionales, Mattis también vino a ver dónde ubicar la infraestructura bajo su mando que suele acompañar los desplazamientos presidenciales. En este caso, serán los vecinos de Mendoza los que deberán convivir con una momentánea militarización de su entorno, ya que los aviones de alerta temprana que trabajan en la detección de aeronaves a larga distancia se instalarían en la base de El Plumerillo. Si San Martín viviera…
Otro tanto ocurriría con equipos que se aplican a la denominada guerra electrónica, es decir, captar y neutralizar emisiones de radares o precisamente, el guiado de drones. Si no calificara el emplazamiento cuyano, podría usarse el aeropuerto uruguayo de Carrasco, que cuenta con un antecedente: sirvió de efímera base cuando Barack Obama visitó la Argentina. Esa vez que vino a Bariloche…

Pero más allá de las preocupaciones ante la próxima llegada de Trump a estas playas, el jefe del Pentágono tiene como prioridad ver qué tan serias son las competencias de China y Rusia en términos de influencia en Sudamérica. Mattis supo decir: “hay más de una forma de perder la soberanía en este mundo. No es solo por las bayonetas. Puede ser con países que llegan ofreciendo regalos, préstamos amplios que acumulan deudas masivas en otros países a sabiendas de que no podrán repagarlas. Es lo que parecen ser los préstamos chinos a naciones como Venezuela y Filipinas”.

Entre otros aspectos, la influencia china en la Argentina se registra por la celebración de un swap, es decir, el intercambio de divisas que desde la perspectiva de Buenos Aires, permitió reforzar reservas del Banco Central. Hay que recordar que en 2014, la Argentina negoció un crédito por un total de yuanes (moneda china) equivalente a 11 mil millones de dólares. La internacionalización del yuan con mecanismos de esta índole convirtió a la divisa asiática en una de las principales monedas de reservas a nivel mundial. En desmedro del dólar, claro…

La visita de Mattis se produce a semanas del encuentro del titular de la armada estadounidense con sus pares de la Argentina, Brasil y Chile, después la 28° Conferencia Naval Interamericana, de la que habían participado casi todos los países de la región. El antecedente es de relevancia porque el secretario de Estado continuó el asunto de los “desafíos marítimos” que afronta Occidente: el combate al tráfico de drogas... No mucho tiempo después de la finalización de aquella cumbre, el gobierno argentino lanzó el polémico Decreto 683, que habilita a las Fuerzas Armadas a prestar apoyo logístico a las federales de seguridad, entre otras innovaciones. Está claro quién manda…

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