EN TIEMPOS DE LA CELEBRACIÓN DEL WIÑOY TRIPANTU

| 21/06/2018

La Coordinadora del Pueblo Mapuche Tehuelche de Río Negro reflexiona sobre la actualidad de nuestro pueblo

Atravesados por una política nacional que en lo económico repercute en toda la sociedad, nos vemos doblemente avasallados en tanto el aparato judicial, mediático y de seguridad nos tiene como sujetos de represión, estigmatización y violencia. El objetivo de esta campaña que lleva adelante el gobierno nacional en complicidad con los gobiernos provinciales de la región, es la apropiación del territorio en manos de particulares o empresas extranjeras para desarrollar una explotación minera y petrolera que solo deja más pobreza y contaminación, a esto se suma el negocio inmobiliario que tiene especial interés en las tierras de la Patagonia. En este marco, se han desarrollado distintos conflictos en los cuales las comunidades han tenido que resistir el atropello.

El conflicto territorial sigue siendo el eje de las dificultades que tenemos desde siempre, y que nos llevó a reclamar un proyecto de modificación de la ley de tierras inconsulto en Río Negro y la prórroga de la Ley de Relevamiento Territorial 26.160 a nivel nacional, que a más de seis meses de su sanción no ha comenzado su aplicación. Lo que demuestra claramente la ineficiencia del INAI y el verdadero desinterés del gobierno en cumplir con una reparación histórica que demandan todos los pueblos originarios de la argentina. La falta de políticas públicas en el territorio nos empobrece día a día y nos lleva a la periferia de las ciudades donde la situación no es mejor.

Es este mismo conflicto que ha costado la vida de Santiago Maldonado y el peñi Rafael Nahuel iem, donde la justicia muestra su lado más oscuro protegiendo a Gendarmería y Prefectura por orden del gobierno nacional. Esta Justicia que no ha detenido a ningún prefecto, cuando todas las pruebas indican que Rafael fue asesinado por la espalda sin que haya existido enfrentamiento armado. Es esta misma justicia que le niega al lonco Facundo Huala la realización de la ceremonia del Wiñoy Tripantu en la cárcel junto a su familia, para lo cual ha reclamado llevando a la fecha más de veinte días de huelga de hambre. Un hecho inédito que representa un retroceso para la democracia, pues desconoce razones humanitarias elementales y de derechos, dando cuenta que no les importa la vida, mucho menos los derechos de los pueblos originarios. A este reclamo humanitario se han sumado muchas organizaciones sociales y referentes de DDHH a nivel nacional.

La zona andina de la Patagonia se encuentra militarizada por las fuerzas de seguridad nacionales de Prefectura, Gendarmería, Policía Aeroportuaria, sumado a las policías provinciales, generando un marco de sospecha permanente donde el chivo expiatorio fomentado desde el gobierno nacional y la prensa, es el pueblo mapuche.

A nivel provincial hemos iniciado a fuerza de reclamos un incipiente diálogo, que debiera transformarse en hechos concretos tales como el compromiso del gobierno provincial para poner en marcha el Fondo de Desarrollo para las Comunidades previsto en la Ley 2.287, además de trabajar en forma conjunta en la consulta previa y consentimiento en el proyecto de parque eólico de Cerro Alto, en contrapartida el mismo gobierno estigmatiza la intervención del histórico referente de los DDHH en Bariloche el juez civil Rubén Marigo que ha sido un protagonista en favor del diálogo en el conflicto territorial de la comunidad Huincul Lafquen Mapu que costó la vida del peñi Rafael Nahuel. Asimismo mientras han llegado a los campos de la provincia el cobro del impuesto inmobiliario con altas subas, que agrava la situación económica y social de nuestros pu peñi pu lamien en el territorio, el multimillonario extranjero en conflicto territorial con varias comunidades de nuestra organización Joe Lewis ha sido beneficiado con la excepción del pago del impuesto de ingresos brutos y de sellos por veinte años, lo que demuestra que este gobierno tiene distintas miradas en desmedro de quienes milenariamente hemos vivido en el territorio y quienes han venido a apropiarse a precio vil de la tierra y hacer uso mercantil de los recursos naturales.

Históricamente venimos siendo avasalladas y avasallados, violentadas y violentados en nuestra forma de sentir y vivir la vida. No se trata solo de la violencia física que se ejerce en nuestros territorios, se trata de la violencia simbólica que se ejerce sistemáticamente por parte del Estado cuando: no se cumple con legislaciones vigentes, cuando no se respetan los acuerdos establecidos, cuando en las escuelas no les permiten a nuestros pichique che a presentar nuestra wenufoye en símbolo de reconocimiento de su identidad, cuando cualquier acto de dar cumplimiento a nuestros derechos constitucionales tenemos que estar supeditados y supeditadas a las buenas voluntades paternalistas del Estado.

Ante este panorama, reivindicamos nuestra pertenencia a este espacio territorial, el legado histórico de nuestros cuifiqueche iem. Hacemos un reclamo de respeto por parte de los gobiernos a las comunidades y sus organizaciones. Agradecemos y saludamos en este comienzo de ciclo a las organizaciones sociales, gremios, actores políticos y distintas personalidades que nos han acompañado en la construcción de un verdadero país plurinacional, pluricultural y hacemos un pedido a la sociedad a comprometerse en este camino.

Convocamos a pu lamien pu peñi de este espacio territorial a la celebración del Wiñoy Tripantu en cada comunidad para fortalecernos en el quimun de nuestro pueblo y esperar este comienzo de ciclo en compañía de nuestras familias y seres queridos que acompañan nuestra lucha.

¡Chungechi itro fill mongen wiño newentuay, kom inchin wiñochoyutuain!

¡Como la naturaleza se vuelve a fortalecer, nosotras y nosotros volveremos a nacer!

Mesa Coordinadora del Parlamento Mapuche – Tehuelche de Río Negro.

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