EL MONÓXIDO DE CARBONO SIGUE COBRÁNDOSE VIDAS

| 19/06/2018

Precauciones que hay que tomar y todo lo que se debe saber del asesino silencioso

Precauciones que hay que tomar y todo lo que se debe saber del asesino silencioso
Los artefactos en general dan señales de su mal funcionamiento.
Los artefactos en general dan señales de su mal funcionamiento.

En Argentina mueren anualmente 200 personas al año a causa del monóxido de carbono, cifra que no se ha logrado que descienda, pese a las campañas de prevención y concientización que se realizan.

Estamos en contacto permanente con el gas natural, ya sea para cocinar, para higienizarnos o para calefaccionar nuestros hogares, además de los medios de transporte que lo emplean, pero pocas veces tomamos conciencia del peligro que representa, hasta el momento en que una mala noticia prende la alarma.

La mayor cantidad de muertes viene de la mano de las bajas temperaturas, lo que significa que es en primavera o verano cuando hay que hacer revisar los artefactos por un gasista matriculado. Rodrigo Alonso, bombero voluntario que brinda de manera constante charlas gratuitas a la comunidad acerca de esta temática, asegura que “el gas bien manejado y haciendo las cosas como corresponde, es completamente seguro, cuando se hacen mal se comienzan a correr riesgos y se generan gases como el monóxido”.

El gas natural

Se encuentra junto al petróleo y está compuesto en su mayor parte por metano. No es tóxico pero sí inflamable y explosivo en concentraciones adecuadas con el aire. Es de resaltar que no tiene olor, por eso se le agrega mercaptano para que el olfato pueda identificarlo.

“El gas metano es más liviano que el aire por eso es tan importante que no se tape la rejilla superior que se exige al instalar cualquier artefacto a gas, una ventilación imprescindible para que ese gas que sube, se vaya al exterior”. El común de la gente en época invernal cubre la rejilla para que no entre frío. El gas desplaza al oxígeno del ambiente pero no es contaminante. Se debe tener dos rejillas, “la de abajo mete aire y la de arriba lo saca entonces se genera una circulación, si se cubre una de las dos a ese termotanque le está faltando oxígeno, está consumiendo el aire del ambiente”, así se produce la combustión incompleta.

El monóxido

Generalmente se relaciona al monóxido con el gas natural pero en realidad, es producido por la mala o incompleta combustión del combustible que se está utilizando, ya sea madera, carbón a leña o mineral, gasoil, kerosene, nafta, butano, propano o gas natural.

“Todos los accidentes con monóxido de carbono son evitables” aseguró Alonso. “Suceden por uso incorrecto, falta de mantenimiento o de conocimiento”.

El monóxido de carbono no tiene olor, no tiene color ni sabor ni es irritante, por eso es imposible detectarlo en el ambiente. “Es altamente tóxico pero no da señales y viendo las instalaciones de la mayoría de las personas, sorprende que la tasa de mortalidad no sea mayor de la actual”, aseguró Alonso.

Todo artefacto usado para quemar algún combustible puede producirlo si no está asegurada la llegada de oxígeno suficiente a la llama. Por lo tanto puede haber producción de monóxido de carbono en calefones, termotanques, estufas, y cocinas a gas, calentadores a gas o kerosene, faroles a gas o kerosene, hogares o cocinas a leña, salamandras, braseros, parrillas a leña o carbón, hornos a gas o leña, anafes, calderas, motores de combustión, etc.

Asimismo hay que estar alerta en las quemas de basura.

Comprender el daño

Ante la inhalación de monóxido, Alonso explicó el proceso que sufre el cuerpo, “las células funcionan con oxígeno, en la sangre tenemos una especie de carritos, la hemoglobina, que lleva ese oxígeno a cada célula”. La hemoglobina tiene una particularidad muy especial, ante la presencia de estos dos componentes, inmediatamente elige al monóxido, le da ese veneno a la célula y la célula muere”. De allí que dependiendo de la cantidad de monóxido inhalado, los daños cerebrales son irreversibles. Resumiendo, el monóxido ingresa a los pulmones, desde allí pasa a la sangre ocupando el lugar del oxígeno, esa falta de oxígeno afecta principalmente al cerebro y al corazón.

Síntomas confusos

Los síntomas de intoxicación con monóxido son similares a los de una gripe, dolor de cabeza, náuseas, vómitos, vértigo y mareos, pero depende del tiempo que se esté expuesto: “Es acumulativo en sangre a lo largo del tiempo y solo se limpia aplicando oxígeno puro, o sea al cien por ciento”. Cuando la concentración de monóxido aumenta en el organismo producen confusión, falta de fuerza en los músculos, problemas en el corazón y pérdida de conciencia, llegando a la muerte si no es detectado.

Atención inmediata

Al encontrarse con una situación de intoxicación, en primer lugar debemos abrir puertas y ventanas para que se limpie el ambiente. Llevar a la persona al aire libre y solicitar ayuda a un servicio de emergencias o bomberos, para que le suministren oxígeno. “Siempre respiramos un 21% de oxígeno puro en aire, con una máscara se sube a un cien por ciento, allí radica la importancia de pedir ayuda inmediata”.

Consejos útiles

“Es fundamental que finalizado el invierno se llame a un gasista matriculado para que revise todos los artefactos”, dijo Alonso. Aunque nunca es tarde para hacerlo, teniendo en cuenta que al estar en el interior de la vivienda, hoy puede ser el día adecuado.

Si el calefactor mancha la pared significa que está funcionando mal, despejar todas las rejillas y verificar que los pájaros no hayan hecho nido en algún caño de ventilación.

Verificar que el color de la llama siempre sea de azul con los extremos transparentes, si se ve amarilla o naranja está dando un aviso.

No colocar calefones, estufas o calefactores de tiro natural o infrarrojos en dormitorios y baños porque consumen mucho oxígeno.

Calefactores

“Si tenemos un calefactor que no tiene el vidrio o está roto está permanentemente mandando monóxido al ambiente”, dijo Alonso, a lo que cual agregó “en el dormitorio es donde más tiempo pasa una persona por lo tanto va acumulando noche a noche en su cuerpo una gran cuota y no se da cuenta”.

El horno no es para calefaccionar

Mucha gente usa como un sistema para calefaccionar rápidamente un ambiente, el horno o las hornallas, esto representa un peligro para la familia. Durante ausencias prolongadas del hogar, hay que cerrar las llaves de paso de gas.

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