Vuelven a rechazar excarcelación de Honorio Marín

Un nuevo intento del defensor oficial Juan Pablo Laurence, por conseguir la excarcelación de Honorio Marín, fue desestimado por los jueces que ya habían mostrado su contrariedad con su petición. Lleva casi cinco años detenido con prisión preventiva porque la sentencia que lo condenó a prisión perpetua por un horroroso crimen aún no está firme y el STJ incorporó una doctrina obligatoria que impide prolongar la preventiva más de tres años y seis meses. Un recurso de queja intentado por la fiscalía ante la Corte Suprema de Justicia, les dio la llave a los jueces para mantenerlo encerrado.

El Superior Tribunal de Justicia de la provincia ha establecido en varios casos desde el 2015 en adelante, que el tiempo máximo que cualquier ciudadano puede permanecer detenido con prisión preventiva es de tres años y seis meses. Se trata de una doctrina obligatoria por la cual ya habían pedido a los jueces que intervienen en este mismo caso, que la acepten y apliquen. Ese fue el planteo que una vez más realizó el defensor oficial Juan Pablo Laurence, para solicitar la excarcelación bajo caución juratoria de su asistido.

Pero los jueces de la Cámara Primera del Crimen, los mismos que lo condenaron de forma unánime a la pena de prisión perpetua por un horrendo crimen que fue precedido y continuado con una violación post mortem, volvieron a rechazar la petición. La lentitud de los procesos judiciales en instancias de apelación en la Corte Suprema de Justicia de la Nación, dejan el camino abierto a la defensa, aunque contrariando al propio Superior Tribunal de Justicia rionegrino, los jueces Marcelo Barrutia, Miguel Gaimaro Pozzi y Emilio Riat, volvieron a desestimar los planteos, amparándose en un recurso de queja que intentó el fiscal general del Poder Judicial, ante una apelación que le habían rechazado anteriormente.

El caso es uno de los homicidios y abusos sexuales más cruentos de los últimos años. Marín, detenido el 27 de julio de 2013, fue declarado culpable y condenado a la pena de prisión perpetua. El 26 de julio de 2013, ingresó a la vivienda de Ana María Guanziroli, para quien realizaba tareas de jardinería. Golpeó violentamente a la mujer de casi 70 años en la cabeza y luego de atarla de pies y manos, concretó un abominable sometimiento sexual que se prolongó durante la agonía e inclusive después de la muerte de la mujer, que fue provocada con una mordaza y una bolsa plástica sobre la cabeza, atada con un pañuelo al cuello de la víctima.

Aunque la sentencia del año 2015 fue luego confirmada por el máximo tribunal rionegrino, la sentencia no quedó firme porque la actividad recursiva de la defensa no cesó y planteó la existencia de un caso federal para que la Corte Suprema de Justicia de la Nación revise la sentencia.

Mientras tanto los informes psicológicos elaborados por parte del Servicio Penitenciario Provincial desaconsejan las salidas del detenido. Los profesionales notaron diversas características que lo convierten en un peligro potencial para sí mismo y para terceros, además de destacar la ausencia de arrepentimiento.

“Investiguen a mi hermano”

Aunque la posibilidad está cerrada en esta instancia. El acusado pidió ayer revisar los datos que él aportó a la causa; entre otras cuestiones inverosímiles, pidió a los jueces que investiguen a su propio hermano como el autor del crimen de Guanziroli. “Que se haga justicia y se encuentre al responsable porque yo no fui. Soy inocente” disparó el acusado. “Investiguen a mi hermano, yo tengo testigos y sé que fue él”, completó ante los mismos jueces que lo juzgaron y condenaron.

Lo cierto es que en materia probatoria del hecho, la cuestión solo puede ser analizada por la Corte Suprema de Justicia de la Nación, en tanto los jueces barilochenses que ayer lo escucharon en audiencia pública, solo pueden expedirse ahora en relación al pedido de excarcelación que reeditó su defensor.