Anahí Mariluan adelantará su tercer disco solista

Llevará como nombre “Mankewenüy – Amiga del cóndor”, en homenaje y recuerdo a un longko que viviera a orillas del Nahuel Huapi a fines del siglo XVIII. Después de septiembre, girará por tres países de Europa.

Mientras apura la concreción de “Mankewenüy - Amiga del cóndor”, tercer disco solista que pergeña en cuatro años, Anahí Rayen Mariluan acompañará el cierre del ciclo de la naturaleza y adelantará la conmemoración del wiñoy tripantü. Será a través de un concierto que se producirá el viernes desde las 21 en Salón Araucanía en compañía de los músicos: Leopoldo Caracoche (guitarra) y Natalia Cabello (piano).

La cita encontrará a la música en plena actividad. “Estamos por materializar el tercer disco: Mankewenüy… Además de ese suceso, junio también nos encuentra con la posibilidad de reunión, ante la propuesta del wiñoy tripantü o ciclo nuevo para el pueblo mapuche. Entonces, más que nada el concierto será un espacio de reunión”, anticipó. “Estaremos presentando parte de los temas que van a integrar el nuevo disco y a su vez, será la excusa para reunirnos en tiempos en los que lo que viene sucediendo políticamente, amerita encontrarse. Además, compartiremos algunos sabores del pueblo mapuche”.

El que será su tercer disco solista “está prácticamente mezclado y la gráfica está casi lista. Nos falta solamente la réplica para que en septiembre, podamos presentarlo a todas luces”. Será una suerte de trabajo conceptual: “como lo venimos contando desde su génesis, la idea es cantar u homenajear a un longko que vivió en el Nahuel Huapi antes de la constitución del Estado argentino. Tiene un plano de mucha belleza”, señaló.

El proyecto tendrá una faceta audiovisual. “Su nombre significa Amigo del cóndor y se relaciona con esa gran ave que podemos ver todos los días. Entonces, a (la realizadora cinematográfica) María Manzanares se le ocurrió  acompañar el proceso creativo de la música y del homenaje para convertirlo en un documental. Estamos trabajando paralelamente en mostrar cómo se recuerda artísticamente a un longko que como todo gran sabio, no dejó rastros de su existencia”.

En efecto, se sabe de Mankewenüy porque “quedó documentado por viajeros de entonces, que nos permiten conocer cuál fue su vida y cuál su espíritu. En el viaje de fray Menéndez, los lamienes (hermanos y hermanas) que reciben a esos viajeros, les preguntan: ¿ustedes son gente de paz y de buen corazón? Esa pregunta fue la que desencadenó el disco y también el documental. ¿Ustedes son gente de paz y de buen corazón?, preguntan los lamienes que los recibieron… Esa pregunta quedó resonando en mi corazón y dio pie a esta cantidad de canciones”, historió Mariluan.

Nuevo formato

En los últimos meses, añadió la palabra “trío” a su nombre y apellido, al presentar su propuesta. “Significa que a la dupla que habíamos conformado con Leopoldo Caracoche, le sumamos la importantísima tarea de la pianista Natalia Cabello, que además toca teclados y proporciona ambientes que para este disco eran más que necesarios”. La incorporación marca una novedad respecto de “Kisulelaiñ – No estamos solas” y “Ampule taiñ purrün – Que siga nuestro baile”, los predecesores de “Mankewenüy – Amiga del cóndor”.

Además, “en los primeros dos discos, yo cantaba a un niño (su hijo) y en ese niño a un pueblo. En este caso, sería una obra temática con un fuerte fundamento político: fortalecer la presencia de muchos lamienes y longkos que estuvieron aquí antes de nosotros, antes de la constitución del Estado argentino… Semilla musical para que se deje de decir de manera absurda que venimos de Chile y se empiece a decir la verdad, también de otras maneras”, explicó.

A pesar de la diferencia, también habrá previsibles continuidades. “En esa seguidilla, Mankewenüy está casi todo en mapuzungun. Hay veces que los cantos entran a cubrir una posibilidad de la comunicación que no es expresable mediante la palabra, entonces estos cantos son la expresión de lo que no se puede decir mediante la lógica. Son la expresión del corazón”, subrayó la cantora mapuche.

Más allá del anticipo del próximo viernes, “vamos a presentarlo desde septiembre. Empezaremos por aquí, exactamente donde vivió el longko Mankewenüy. Desde ahí, se va a desencadenar una serie de viajes que van a incluir conciertos en Dinamarca, Alemania y España. Ojalá los podamos concretar con este trío maravilloso”, se esperanzó Mariluan, quien en 2017 ya había cantado en Jena y en Berlín. Para su música, las fronteras no entrañan límites.

“No somos más que de aquí”

Anahí Rayen Mariluan no pudo sustraerse a la avalancha de odio que se instrumentó sobre el pueblo mapuche desde fines de 2016. “Políticamente, se profundizaron antiguos estereotipos que no condicen con la época en que vivimos. El pueblo mapuche siempre tiene que codearse con la ciencia y sus avances para demostrar que nosotros no somos más que de aquí. Lamentablemente, porque más allá de las investigaciones que hacen los historiadores, pareciera que la palabra del pueblo mapuche no tuviera valor. En este marco de racismo que proporciona un gobierno de derecha se profundizan las manifestaciones que no contemplan nuestra preexistencia, entonces para mí seguir andando es fundamental”.

No tan curiosamente, a través de su experiencia europea pudo apreciar otras predisposiciones. “Debo decir que los públicos que nos convocan, no son ignorantes. Saben con certeza la problemática que atravesó el pueblo mapuche en su historia, con un genocidio no reconocido y con un presente que hostiga a quienes defendemos los derechos de la tierra. Presente que lamentablemente en nuestra zona, se lleva vidas y deja un dolor tremendo, que pretende paralizar una lucha que es milenaria. Y efectivamente, no lo hace, entonces uno sigue haciendo las cosas pequeñas que contribuyen a desandar esos caminos”, justificó la música.

A propios y extraños llama la atención la intensidad de su producción. “Después del asesinato de Rafael Nahuel, pensé que no me quedaban ganas de cantar, me pareció que era pertinente un pequeño silencio… Pero era contradictorio el pensamiento porque a su vez, fue y es mucha la demanda de actividades mapuches. Entonces, empecé a participar de modo solista en diversos actos militantes, en los que siempre se convoca al canto. Ahí uno cumple el rol de ülkantufe (cantor o cantora) pero en realidad, los conciertos son en mi rol de música profesional… En definitiva, uno es uno en todo. Entonces, dije: hay que volver a montar el espacio de la alegría. Por eso me pareció pertinente que el wiñoy tripantü, cuando se viene un ciclo nuevo, nos devuelva la fuerza para seguir estando, denunciando y acompañando”, señaló.