Veto...o vete

El presidente de la Nación, usando facultades que le otorga la Constitución nacional a vetado una ley que, al menos, intentaba dar algo de tranquilidad a los hogares de millones de usuarios particulares, negocios y pequeñas y medianas empresas, con respecto al tema de las tarifas de energía (gas y electricidad).

Un veto puede ser tomado como el divorcio entre los gobernantes y el pueblo, si es que creemos que las instituciones democráticas funcionan correctamente, porque si los representantes del pueblo votan en mayoría por una ley, es porque previamente se analizaron las consecuencias para sus representados, o sea el pueblo.

Hoy el Gobierno hace peligrosos presagios sobre que este tipo de iniciativas llevará a la debacle económica, cuando hace dos años y medio, y merced a un plan que sólo funciona para una minoría muy selecta, el país viene sufriendo cierres de miles de negocios, pequeñas y medianas empresas, que ya se cuentan por más de 7000. A todo esto, se agrega un pedido a las Fuerzas Armadas para que auxilien a las fuerzas de seguridad... Me pregunto cuál es la hipótesis de conflicto y claramente la única posible es la resultante de las movilizaciones populares que surgen como consecuencia de las medidas gubernamentales.

Si lo que se pretende es amedrentar a quien toma la calle como último recurso para lograr ser escuchado, creo que se agravarán mucho más todos los conflictos.

Da pena y bronca escuchar a funcionarios oficialistas queriendo explicar lo inexplicable, y esto es cómo hace un ciudadano común que viene perdiendo su poder adquisitivo, desde hace dos años y medio, que le sigan pidiendo desde los más elevados puestos de gobierno, cobrando suculentas sumas salariales, o viviendo de “sus” fortunas personales, un sacrificio más y otro más.

Las empresas energéticas han ganado y fugado divisas por cientos de miles de millones en dos años y medio, recibiendo además miles de millones en subsidios... Las Lebac se llevan la renta nacional junto con la deuda externa y ahora suman al FMI. En medio de todos estos desaciertos, el gobierno culpa a la oposición a través de ella a nosotros, el pueblo, que todos los días intentamos fabricar un billete a través de nuestro trabajo. En 910 días de gobierno, perdieron su trabajo 439 personas por día en Argentina, unas 400.000 hasta el día de hoy en un cálculo optimista. Hay otros que hablan del doble.

Nada bueno se ve en el horizonte, por lo que es posible que, si no cambian estas políticas, será el pueblo que le diga ”Vete” a los que siguen queriendo gobernar con el “Veto”. Ojalá reflexionen... De este lado, hay gente de carne y hueso, no números.

Jorge L Fernández Avello
DNI: 12.862.056