19/05/2018

Los tatuajes dejaron de ser un tabú y nunca pasan de moda  

Los tatuajes dejaron de ser un tabú y nunca pasan de moda   
Los tatuajes acaparan la atención en todas las edades.
Los tatuajes acaparan la atención en todas las edades.

De la transgresión a la inclusión. Del prejuicio a la cotidianidad, los tatuajes se reconvirtieron ante la mirada social. Ahora la cuestión es estar tatuado y cuanto más diferente y más grande, mejor.

El tatuaje, ese antiquísimo recurso de expresión que comenzó antes de Cristo, cobró diferentes significados a lo largo de la historia y se convirtió en una suerte de bandera para quienes quieren marcar su propia diferencia.

Si bien no hay cifras oficiales que den cuenta de la tendencia, buena parte de los tatuadores sostienen que, en los últimos años, la demanda creció hasta un 500 por ciento. En nuestra ciudad, la actividad comercial de los tatuadores ha aumentado notablemente y se ha profesionalizado.

Así, por cada uno que en el 2000 se animaba a incluir en su organismo altas dosis de tinta, ahora hay 5 personas que ya transformaron una expresión de pocos, en una estética de muchos.

Hace 15 años en Bariloche y en la Argentina, la gente se podía tatuar en tres colores: amarillo, rojo y azul, sumados al clásico negro. Hoy hay una infinidad de colores y escalas, llegan materiales de todo el mundo que antes no se conseguían y en Estados Unidos,por ejemplo, sí. En negro por ejemplo, hoy en Argentina hay una gama de por lo menos siete matices diferentes.

“El tatuaje ha roto numerosas estructuras que hubo a lo largo del tiempo. Antes era muy mal visto, se lo encasillaba en personas marginales o que estaban en la cárcel. En la actualidad es muy distinto, ya que la gente se tatúa masivamente por una cuestión de estética o porque tiene la intención de plasmar algo en la piel y sabe que no te hace ni mejor ni peor persona”, consideró Sebastián Sperzagni, propietario de uno de los más populares sitios de piercings y tatuajes de Bariloche.

¿Por qué se tatúa la gente? “El tatuaje viene desde el inicio de la humanidad y el hombre siempre ha plasmado sus vivencias en la piel o en las paredes. Hoy está masificado y también es moda. Y en la actualidad varía de acuerdo a la edad. Un adolescente puede tatuarse por rebeldía y una señora de 60 años, porque está más allá de todo y ya no se cuida de qué dirán”, cuenta Sperzagni.

La técnica habitual consiste en que una aguja, debidamente esterilizada y descartable, penetre al menos dos milímetros en la piel y deje células de pigmento (con tinta vegetal o mineral) debajo de la epidermis. Los glóbulos blancos se "comen" las células coloridas a modo de defensa, y al encapsularlas, quedan teñidas para siempre, aunque hay sistemas que pueden llegar a eliminarlos.

También cambiaron las edades. Según este experimentado tatuador, su oficio antes era una cuestión más aplicada en los jóvenes, pero ahora ya no. “El tatuaje salió del Under, y se lo miraba mal. Ahora viene la mamá con la hija, porque para tatuarse hay que ser mayor de edad o venir con los padres. Y ahí los padres se dan cuenta que esto es una clínica, ya que se toman todas las medidas de seguridad e higiene de un odontólogo y esa seguridad también suma. Antes un estudio de tatuajes era todo negro, sinónimo de oscuridad y heavy metal”, consideró.

Ante tamaño crecimiento, el cliente típico se desperfiló. “Todos los niveles sociales se tatúan, desde el más humilde al millonario. En nuestro estudio de tatuajes se da mucho esto, y ahí suma que además ofrecemos piercings, accesorios, indumentaria y está puesto para todos los niveles sociales. Hay algunos locales que excluyen un poco. Pero nos pasa a diario tener casos de madre e hija que vienen juntas a hacerse un tatuaje compartido. Eso no pasaba hace 10 años”, relata el especialista.

El tamaño de los tatuajes es lo que más ha cambiado. Los especialistas en la materia concuerdan en que antes medían un promedio de 5 por 5 centímetros. Así o más chicos. Hoy la media cambió, es el doble como mínimo y ya no se ve mal hacerse una manga completa.

Las modas y tendencias

“El arte es un movimiento que acompaña a los demás movimientos. Hoy están de moda nuevamente los tradi, que se pueden ver mucho en las rosas o las mariposas, con sombras oscuras. Hay clásicos como el infinito, la paloma, la pluma, en el caso de las mujeres o el dragón, el pescado, el oriental en los hombres. Las letras y las frases también están de moda”, señaló  Sperzagni.

Además, reconoce que el arte se ha introducido de lleno en el tatuaje, con técnicas que normalmente se estudian en la carrera de Bellas Artes. “Hay ejemplos como la acuarela, el puntillismo, se han sacado las líneas, se busca el realismo, va evolucionando muchísimo y eso es bueno, porque los clientes no van exigiendo cada vez más y eso nos mejora día a día”, consideró.

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