Nuevo defensor pide revisar condena por homicidio

Un nuevo defensor tomó el caso y advirtió que durante el juicio no tuvo una defensa eficaz, cuestionando la labor de un letrado particular que también pidió que lo condenen.

El defensor oficial Marcelo Álvarez Melinger, se presentó ante el tribunal de Impugnación de Río Negro y reproduciendo citas textuales de lo expresado por el defensor particular Rodolfo Rodrigo durante el juicio, cuestionó que su asistido no había tenido una defensa eficaz y pidió que sea revocada la sentencia que lo condenó a once años de prisión.

Recordó que en sus expresiones el anterior defensor había dicho que iba a pedir una condena para Ballejo y que fue la condición fundamental que le impuso al acusado para tomar el caso, pese a que tenía sobradas pruebas para reclamar la inimputabilidad del sospechoso en virtud de una profunda intoxicación alcohólica.

Durante el desarrollo de las audiencias, cuando insistió con un testigo y el tribunal le impuso la carga de traerlo a declarar, Rodrigo también se negó, desconociendo que el nuevo sistema procesal impone esa obligación a las partes, con asistencia de la Oficina de Gestión Judicial.

Además, el defensor se había mostrado “descolocado” cuando al pronunciar los alegatos la parte acusatoria no reclamó un monto de pena a imponer, pues el nuevo sistema procesal establece una segunda instancia de juicio para definir la condena cuando hay culpabilidad.

Esos y otros argumentos planteó Álvarez Melinger ante el tribunal de Impugnación, aseverando además que los jueces de juicio incurrieron en arbitrariedad en la valoración de los medios de prueba y concluyendo que los derechos y garantías de su asistido a ser sometido a un proceso justo, habían sido conculcados, reclamando que se revoque la condena.

Los planteos fueron desestimados por el fiscal Martín Lozada y los abogados querellantes Elio Gallardo y Daiana Puchy y serán analizados por el tribunal para dictar sentencia en las próximas semanas.

Cristian Alberto Ballejo, fue condenado como autor del delito de homicidio simple en calidad de partícipe necesario. Para los jueces, no quedaron dudas sobre la existencia del hecho investigado, la presencia del acusado en el lugar y el despliegue que efectuó para convertirse en un partícipe necesario del crimen, que concretó su acompañante, Juan Pablo Cuadrado. En ese sentido, apuntaron que su comportamiento fue determinante para que quienes compartían la velada con la víctima, ingresaran a la vivienda y se vieran impedidos de ayudar a Ravicule, quien fue ultimado fuera del domicilio, enfrentándose en soledad al hombre armado que le quitaría a vida.

El episodio investigado ocurrió el 21 de marzo de 2016 en una casa de la calle Los Cipreses del barrio Usina de El Bolsón. Allí la víctima y varios integrantes de su grupo familiar, festejaban el cumpleaños de Luciano Apodaca.

Cuadrado y Ballejo se presentaron en estado de ebriedad y fueron invitados a retirarse. Con insultos se alejaron del lugar en búsqueda de un cuchillo y un arma de fuego, con los que regresaron pocos minutos después para amenazar a los presentes y dar muerte al mencionado Ravicule.

Ballejo empuñaba un arma de fuego con la que le apuntó e incluso gatilló a varios de los presentes, diciéndoles que los iba a matar e impidiendo de ese modo que salieran en defensa de Ravicule, que había quedado fuera de la vivienda, a la merced de su agresor, Juan Pablo Cuadrado, quien le propinó cinco puñaladas que a la postre resultaron mortales.