DISTINTOS ENFOQUES, NUMEROSAS COINCIDENCIAS ENTRE SI

| 12/04/2018

¿Qué opinan los ex intendentes de Bariloche sobre la prórroga del Catedral?

¿Qué opinan los ex intendentes de Bariloche sobre la prórroga del Catedral?
María Eugenia Martini.
María Eugenia Martini.

Hubo coincidencias en cuanto a la intención de un llamado a licitación internacional para dirimir la cuestión.

Las opiniones resultan interesantes para conocer qué otras opciones hubiesen manejado o ejecutado, aquellas personas que tuvieron la responsabilidad de conducir los destinos de Bariloche. Críticas al desarrollo urbanístico propuesto.

Este diario habló con los ex mandatarios de la ciudad, desde el regreso de la democracia a la fecha. Cada una dio su visión ante la consulta de qué hubiesen hecho si fueran intendentes en este momento, cómo hubiesen manejado el tema, sin perder de vista el contexto general que se ha generado.

Hubo muchas coincidencias en las miradas, considerando que se debería haber llamado a licitación internacional y cuestionando el desarrollo urbano planteado por el gobierno de Gustavo Gennuso y la empresa concesionaria. Aquí las opiniones.

Edgardo Gagliardi

El referente de la UCR gobernó Bariloche desde 1987 a 1991, ahora tiene 81 años y reside en Buenos Aires, pero está al tanto del tema y todavía es un ávido esquiador. Consultado al respecto, Gagliardi se mostró a favor del llamado a licitación, y que en el formato en que se abordó la temática él, se opone “terminantemente”.

“Acá nos ponen el arbolito de Navidad con luces de colores por delante del bosque. Esas luces son los 22 millones de dólares de inversión en cinco años, pero el bosque es el negocio inmobiliario en 70 hectáreas, lo cual significa hipotecar el patrimonio de todos por 50 años. Y según tengo entendido el porcentaje del fideicomiso, sería manejado en un 80% por la empresa y una hectárea inmobiliaria en Catedral vale un millón de dólares. Por ende, invierte 22 millones de dólares para su beneficio y operará 56 millones en el negocio inmobiliario, lo cual es una barbaridad”, catalogó el ex intendente.

Añadió que del desarrollo urbanístico, se desconocen las restricciones, cuál será la superficie exacta, las actividades permitidas y cuál será el manejo económico, lo tildó de “poco serio” y cuestionó el apuro del tratamiento del proyecto.

“Están apurados porque el año que viene termina el mandato de Gennuso y de los concejales y tienen miedo de que si vienen otro les patee el negocio. O sea, los corrieron de apuro y es una desprolijidad. Debería haberse llamado a una licitación pública internacional, con ventajas en el puntaje para el actual concesionario”.

Finalmente, se preguntó quién va a llevar los servicios hasta la montaña y lo que le va a costar al Estado hacerlo.

María Eugenia Martini

La referente del Frente Para la Victoria que antecedió a Gennuso (2013 – 2015) expuso lo siguiente: “no puede un intendente, bajo circunstancias poco claras, decidir en una negociación, digamos, por lo menos ‘nocturna’, qué va a ser del cerro Catedral durante las próximas décadas. Menos aun cuando, de lo que ha trascendido, el acuerdo está mucho más cerca de los intereses de un privado que de los de la ciudad”.

“El intendente tiene el derecho y la obligación de negociar, pero no puede soslayar que debe hacerlo en beneficio del pueblo. A la vez, ese mismo pueblo tiene derecho a opinar. Son mandatos consagrados en un sistema democrático. Una cosa es recibir una propuesta, analizarla y trabajar en una contrapropuesta que mejore las condiciones de una concesión pública de tal envergadura”, siguió.

“Otra, distinta y denigrante, es agachar la cabeza y aceptar sin más los intereses de un privado y a costas del bien de la ciudad. Digo: cuando un negocio solo favorece a una de las partes, deja de ser un negocio para transformarse en otra cosa, y se llama de otra manera. Por eso acá es necesario convocar a una compulsa pública de oferentes. No hay nada más limpio ni más transparente. A menos que sean otras las intenciones”, indicó a este diario.

“Sabemos de la injerencia del presidente Mauricio Macri en esta cuestión y de su socio Alberto Weretilneck, en la que nada tiene ver. Eso es puro desprecio por la autonomía municipal y por la gente. Sabemos del repentino apuro del intendente por firmar ese acuerdo, cuando pocos meses antes se había opuesto, y sabemos de la inusitada urgencia de los concejales que, violentando el reglamento interno del Concejo y en contra de todas las voces que se escucharon durante la audiencia pública, en tiempo récord, aprobaron la iniciativa”, aseguró la ex mandataria.
“A esto le siguen las cuestiones legales. La Constitución Provincial y la Carta Orgánica Municipal definen a la concesión del cerro como ‘cosa pública’; vale decir, que no queda otro camino más que la licitación”, sostuvo Martini.

Marcelo Cascón

El dirigente radical que gobernó la ciudad entre 2007 y 2011 dijo lo suyo: “Hay que partir diciendo que el poder concedente está en manos del municipio y es absolutamente indiscutible, más allá de lo que haya fallado la Cámara Penal de Viedma, en los hechos concretos la empresa le paga el canon al municipio y el control efectivo lo hace el municipio. Es decir, el poder concedente lo ejerce la comuna, gracias al trabajo que hicimos durante mi gobierno cuando logramos la transferencia del cerro a Bariloche”.

“Por eso, (en caso de ser intendente ahora) no hubiera aceptado ni por un minuto, la discusión de la empresa, porque es partir de una situación de debilidad que no es tal. El Estado no debería haber aceptado esa situación, porque hay un acta acuerdo de transferencia, un convenio de transferencia del cerro, todo firmado entre dos Estados: la provincia y el municipio y avalado por una ley y una ordenanza. No sé qué más hace falta”, precisó.

Más allá de eso, imaginando que si hoy se encontrara en los zapatos de Gennuso, Cascón fijo postura: “Con el acuerdo en la mano, hubiera hecho lo mismo que hice cuando logré que aquel Concejo, que era totalmente opositor, aprobara por unanimidad el convenio de transferencia de Catedral. ¿Qué es lo que hice? Llamé a todos los sectores de la ciudad y armé una comisión para la transferencia del cerro con representantes de todos los sectores, con el Ejecutivo, el Deliberante y todos los privados”.

“Eso nos llevó unos meses, pero obtuvimos toda la documentación que queríamos, tuvimos el debate necesario y con todo eso, armamos un convenio definitivo que fue el que firmé con el gobernador Miguel Saiz y después fue al concejo aprobado por unanimidad. Por lo que me parece que ese era el camino ahora, claramente. Entiendo que un tema de la trascendencia pública y política del manejo del poder concedente del cerro Catedral, por el que peleamos por más de 30 años, una vez que lo tenemos en nuestras manos, merecía un tratamiento de esas características, sin ninguna duda. Es decir, hubiera hecho lo mismo que hice en su momento y que dio resultados”, finalizó.

Cesar Miguel

El otrora jefe comunal de Bariloche entre 1995 y 1999 recalcó que primero que el cerro fue un reclamo histórico de Bariloche, a partir de que dejó ser posesión de Parques Nacionales y que desde allí, hubo una escalada de reclamos de distintas gestiones. “Lo lamentables es que el gobierno actual no tiene en cuenta que es un tema municipal, que el verdadero dueño del Catedral es el municipio. A partir de que se produjo la cesión en ese momento, habría que haber establecido reglas más claras. Pero han pasado las concesiones sin requerimientos contractuales y sin que el municipio tome las riendas”, opinó.

Con el escenario actual, Miguel dijo que “nos encontramos en un momento en que parece ser que la única forma de que la empresa haga inversiones, es dándole más tiempo y más ventajas a la concesionaria, cuando en realidad se tendría que haber exigido el cumplimiento del contrato”.

“A tan poco tiempo de que se venza el contrato, me parece inapropiado negociar de forma totalmente desfavorable para el municipio. Corresponde sentarse y ver por qué no se ha cumplido. Y si la única forma de que CAPSA invierta es darle más beneficiosos, estoy totalmente en desacuerdo. Debería retirarse la empresa si no es rentable el negocio o llamar licitación en este momento”, consideró.

Además, aclaró: “de ninguna manera estoy de acuerdo con ceder tierras para un desarrollo inmobiliario, debería ser el propio municipio quien planifique hacia adelante qué quiere hacer exactamente en el cerro. Y en función de eso, con estudios de impacto ambiental, con una propuesta elaborada, que se avance hacia un nuevo modelo de cerro Catedral, pero no en estas condiciones casi extorsivas”.

Atilio Feudal

Este diario también dialogó con Feudal, quien fue intendente en dos períodos: el primero de 1983 a 1987 y el segundo entre 1999 y los primeros días de enero de 2002.

Su postura: “Yo hubiera llamado a expertos nacionales e internacionales, a la gente que trabaja en el cerro, a los hoteleros, comercios, la gente del esquí y a todos los que saben del tema. Por supuesto, también a la concesionaria. Hubiera confeccionado un plan con expertos internacionales y basado en ese plan, donde sea el Estado quien ponga las condiciones y hubiese llamado a licitación nacional e internacional”.

Consideró que debe confeccionarse “un plan acorde a los tiempos, porque es verdad que el cerro está viejo y atrasado. Debemos abrirnos a lo moderno. Debe ser un plan aceptado por el Concejo Municipal, pero nunca a través de una adjudicación directa hasta pos mortem, porque muchos no vamos a estar vivos en 2056. No tenemos la atribución como para empeñar el cerro a nuestros hijos y nuestros nietos. Esta adjudicación directa le da unas atribuciones al gobierno, que en realidad no tiene. El plazo es excesivo, es tremendo. Qué atribución tiene el intendente para empeñar el futuro turístico de Catedral hasta 2056”, se preguntó Feudal.

“Esto votado a las apuradas no va. La declaración del intendente después de la audiencia pública donde dijo que la decisión estaba tomada, significó que se hizo la audiencia porque legalmente había que hacerla, pero no se escuchó a la gente. Eso va generando divisiones y un encono en la ciudadanía. Si decís que todo lo que dijeron me importa un rábano, es no interpretar el espíritu legítimo de la ley, que es escuchar a la gente”, criticó.

Omar Goye

El contador que fue intendente desde fines de 2011 hasta enero de 2013, manifestó a este diario que luego de “haber escuchado al grueso de la gente, si bien en democracia el pueblo gobierna a través de sus representantes, pero entiendo que ante estas instancias decisivas están los otros mecanismos de participación ciudadana, que facultan a hacer un llamamiento amplio”.

“Por otro lado, veo que hay numerosos intereses privados sobre la cosa pública y lo digo con conocimiento de causa, porque mi salida de la Intendencia antes de finalizar el mandato tiene que ver con estas cuestiones de apuros y de apremios”, opinó.

“Hay que recordar que el juicio que salió a fines del año pasado de la Cámara de Viedma, es un fallo inocuo, porque llama a las partes a negociar y es una solución de compromiso, porque la concesionaria quería desconocer lisa y llanamente al municipio como poder concedente y no solucionaba nada. Es una solución a lo Pirro, porque era la empresa la que pedía que sea la Provincia la que tenga el poder concedente”, estimó Goye.

En tal sentido, comentó que cuando fue intendente, en junio de 2012 “se me quería hacer firmar este reconocimiento de parte del municipio, respecto de la pretensión de la empresa concesionaria sobre quién era su poder concedente, donde se entregue esa potestad. Me negué y me retiré de la audiencia”.

Además, vinculó que haberse negado a esa firma, generó que políticamente se generaran ánimos contrarios hacia su persona y que concluyeron en el plebiscito que puso fin a su mandato.

“Entiendo que por otra vía, la de renovar la concesión, se está reconociendo lamentablemente, la perdida de la potestad única y absolutamente legal que tiene el municipio sobre la concesión del Catedral. Se prioriza de que va a haber inversiones, pero nadie dice que con un llamado a licitación pública internacional antes de que venza esta concesión se podría solucionar el tema”, expresó y afirmó que si él ocupara el puesto de jefe comunal convocaría a una licitación, donde sea el Estado quien ponga las condiciones.

Cabe mencionar, que por razones de salud, la ex intendenta (1995 – 1999) María del Rosario Severino de Costa no pudo exponer su posición y el restante jefe comunal que gobernó la ciudad en las últimas décadas (2002 – 2007), es el fallecido Alberto Icare.

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