EL PROCESO EN SU CONTRA ESTA SUSPENDIDO

| 21/03/2018

Prisión domiciliaria en Viedma y tratamiento psiquiátrico para “Poliladron”

El juez Héctor Leguizamón Pondal hizo lugar a la petición defensiva.

Prisión domiciliaria en Viedma y tratamiento psiquiátrico para “Poliladron”
Leandro Jonathan Navarro permanecerá con prisión domiciliaria durante tres meses. (Foto archivo)
Leandro Jonathan Navarro permanecerá con prisión domiciliaria durante tres meses. (Foto archivo)

Se trata del agente policial que meses atrás protagonizó un intento de asalto y fue perseguido por sus camaradas durante varias cuadras. Su estado de salud mental no le permite comprender un juicio en su contra, aunque al momento del hecho su realidad era distinta.

En los términos judiciales se denomina incapacidad sobreviniente. De acuerdo a los profesionales que lo asistieron, al momento del hecho Navarro podía comprender la criminalidad de sus actos y dirigir sus acciones, sin embargo su salud mental se vio afectada a partir de la detención y los mismos profesionales que lo entrevistaron ahora determinaron que no está en condiciones de comprender un juicio en su contra y que su cuadro psíquico podría agravarse en el marco de un proceso penal.

Por eso, tiempo atrás se había decretado la suspensión del proceso en su contra. Ahora, a pedido de la defensa, Navarro cumplirá arresto domiciliario en la casa de su familia en Viedma, deberá someterse a un tratamiento con profesionales de la capital rionegrina y además, deberá estar presente en el domicilio cuando el personal del Instituto de Asistencia de Presos y Liberados lo visite en días y horarios rotativos.

La medida dispuesta por Leguizamón Pondal, a pedido de la defensa a cargo de Marcos Miguel y Estanislao Cazaux y con el consentimiento de la fiscalía a cargo de Sergio Pichetto, se prolongará por lo menos por tres meses, para volver a ser evaluado por el Cuerpo Médico Forense y determinar la resolución final de la imputación que le hicieron por tentativa de robo agravado.

Navarro fue detenido y tras ser imputado se ordenó su prisión preventiva, aunque un primer informe había mencionado una situación de peligro para su salud. Profesionales del Cuerpo Médico Forense y del área de Salud Mental del Hospital Zonal confirmaron el dictamen del perito de parte, Juan Carlos Varela Blanco, y coincidieron en que encerrado en una celda corría peligro, en virtud de su estado depresivo y de ciertas conductas impropias que venía desarrollando en el último tiempo. Por ello a los pocos días de ser detenido se ordenó su internación con custodia policial permanente.

Navarro está imputado por una tentativa de robo agravado, contra una tienda de indumentaria de la calle Onelli y 25 de Mayo, lugar al que llegó portando una mochila, ocultando su identidad con una peluca y exhibiendo un arma de fuego con la que amenazó a los presentes para que bajen las persianas y así poder concretar el atraco.

En la descripción del hecho que realizó el agente fiscal, mientras se dirigía con el propietario del comercio al sector de cajas para tomar el dinero de la recaudación, se descuidó y permitió que una empleada del local escapara de la escena y diera el alerta sobre lo que estaba ocurriendo.

Inmediatamente, el acusado se dio a la fuga y empezó una larga persecución por varias calles aledañas, hasta que finalmente otro miembro de la fuerza que estaba de civil le dio alcance en la intersección de Onelli y Gallardo, en donde le propinó un severo golpe de puño con el que lo redujo, para luego esposarlo y dar inicio a las actuaciones de rigor.

Al ser requisado, el agente policial llevaba el arma reglamentaria, provista por la Jefatura de Policía: una pistola nueve milímetros sin proyectiles. Además, en la mochila que trasladaba, los pesquisas hallaron cinta, gas pimienta, un bastón similar a la tonfa policial y sogas, todos elementos que presumiblemente podría haber utilizado para perpetrar el robo, además de la peluca y los borceguíes de su tarea policial.

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