04/03/2018

Sergio Salomone, un especialista en aguas abiertas y frías, desde el Círculo Polar Ártico al Nahuel Huapi

- NATACION - El sábado Sergio Salomone fue el único competidor de la carrera de aguas abiertas Vuelta a la Huemul que completó el recorrido de 6,5 kilómetros sin traje de neoprene. Participó de manera destacada en dos competencias mundiales de aguas frías, en Rusia y el último mundial en el Círculo Polar Ártico.

Sergio Salomone, un especialista en aguas abiertas y frías, desde el Círculo Polar Ártico al Nahuel Huapi

Por Verónica Lohrmann
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Fue el único participante de la Vuelta a la Huemul que nadó sin traje de neoprene el exigente circuito de 6,5 kilómetros, que completó en un poco más de dos horas. El nadador de Ciudad de Buenos Aires, Sergio Salomone, tiene 50 años y más de 15 en la natación, y sigue disfrutando desafíos. Y el lago Nahuel Huapi no es desconocido para el nadador. Ya realizó por 10 años consecutivos el cruce del Nahuel Huapi, competencia de 10 kilómetros que parte de la costa neuquina y llega a la playa del Centro Cívico.

“Esta carrera, en particular, fantástica, porque yo la que había corrido es el cruce de Neuquén hasta el Centro Cívico. Esta es fantástica porque, al ser una isla, de donde viene el oleaje tenés todas las condiciones. En algunos lugares, la tenés reparada y, en otros, te pega la corriente de frente”, relató Sergio. “Y la vuelta bien, genial”.

“El primer objetivo es llegar”, señaló. “Porque, de hecho, lo que hago yo es muy particular. Voy sintiendo cómo la temperatura del cuerpo baja. Si me tomás la temperatura ahora, debo tener 32 o 33 grados”.

Los datos objetivos

“El agua esta es fría, no es agua helada. Por ejemplo, el año el anterior, estuve en el mundial de Múrmansk, en Rusia, y ahí el agua tiene 0 grados y afuera hace -30. Acá me dijeron que estaba a 13 grados”, fue explicando minutos después de terminar la competencia. Y expuso los “datos objetivos”: “Vos ahora tenés 37 grados y el agua está a 13. Por una cuestión física, los 37 van a bajar en algún momento a 13. Pero a los 32 o 33 grados, depende del organismo, entrás en hipotermia”. Hipotermia, explica Sergio, es cuando el cuerpo no puede generar calor por sí solo y se necesita una fuente de calor externa para restablecer la temperatura. Si uno sigue en el agua, en ese punto, comienzan a aparecer ciertos síntomas específicos en el cuerpo, “por ejemplo, tenés puntadas en la cabeza, se te empieza a inflamar el vientre, dolor en las ingles, dejás de patear”.

El frío está en la cabeza

Entonces, empiezan a aparecer los signos físicos de hipotermia entre los 37 a 33 grados, “te pasa todo eso que te digo, dolores de cabeza, puntadas. Si vos te dejás comer la cabeza por eso, vas a bajar más rápido. Si vos todas esas cosas las tomás como naturales que te están pasando pero sabés que no estás en hipotermia y no les das bola, es como si cortaras las señales que te va dando el cuerpo. Yo siempre digo que entre los 37 y los 33, el frío está en la cabeza, no está en el cuerpo”.

Motivación y desafíos

“Me motiva, todos los años, saber que no sé si lo voy a hacer. En cada cosa de natación que hago, me pasa eso. No sé si lo voy a hacer. Ahora el 17 de marzo hago Miramar - Mar del Plata. Son 50 km por el mar, en la costa Atlántica, es frío. Hay que salir de madrugada y llegar de noche. No sé si lo voy a hacer. Por otro lado, estoy seguro de que estoy preparado”, compartió.

“El 13 de julio voy a nadar la Capri - Napoli. Y en noviembre, el Mundial de Aguas Frías en la Antártida. Es una carrera de una milla, 1,6 km, en el mar de Weddell. Como el agua es salada ahí, el punto de congelamiento es un poco más bajo. Así que es uno de los pocos lugares del mundo en que el agua la tenés a -2 o -3 grados”. La pregunta parecía obvia pero inevitable, ¿Siempre sin traje? Sí. “Mi entrenador dice, y con total sabiduría: ‘La natación es en malla. Con traje de neoprene es otro deporte, no es natación’”.

Nadar con traje de neoprene, según Sergio, tiene tres ventajas muy grandes:

“Primero, te conserva la temperatura. Entonces, tu gasto energético lo utilizás todo para nadar y no para conservar temperatura. Yo estoy gastando energía solo para que mi cuerpo mantenga la temperatura. Segundo, el traje de neoprene te mantiene la flotabilidad completamente horizontal. Es como un globo. Si vos flotás horizontalmente, toda la energía que gastás nadando la usás para desplazarte. Y, cuando no tenés el traje, necesitás utilizar energía, primero para mantenerte a flote, necesitás patear para estar horizontal y después, para avanzar. Y tercero, la molécula de agua tiene mayor rozabilidad contra el traje de neoprene que contra la piel. Rebota y se desliza más rápido”.

“Yo, si nadara 100 metros con el traje o sin el traje -independientemente de la temperatura, solamente por la flotabilidad y el roce del agua- tendría 5 o 6 segundos de diferencia cada 100 metros. Y, en dos horas con la temperatura, eso se te puede hacer casi 10 segundos de diferencia cada 100 metros”.

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