Cuidado: No perder de vista las tarjetas de débito o crédito

Por Juan Carlos Montiel
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Los jóvenes no pueden creer lo que les sucede por estos días. Indicaron: “nos acercamos al banco porque no tenemos dinero suficiente en la caja de ahorro y la verdad no sabíamos cómo hacer, este mes estamos al horno, no tenemos dinero y no podremos afrontar otros gastos de nuestro hogar”, indicaron ante la estafa que sufren.

Al observar que el dinero se les escurría de la cuenta, sin que utilizaran su tarjeta, se acercaron a la entidad bancaria, para que los individuos no sigan gastando con la de débito paralela. El suceso ocurrió hace ya unas semanas y los estafados al enterarse inhabilitaron el dinero plástico.

La primera dificultad que encontraron los damnificados fue que intentaron denunciar a través de las líneas gratuitas (0800 o 0810) pero no les resultó sencillo ya que “intentamos hacer la denuncia pero no lo pudimos hacer, ya que no nos atendió un ser humano, te ponen el famoso disquito y uno está interminables minutos intercambiando información con una máquina, pero sin lograr respuesta alguna, y nosotros estábamos desesperados”.

La cuestión es que existen en todo el país denuncias de clonación de tarjetas bancarias y esta vez le tocó a una parejita de esta ciudad. Además de las de débito también se clonan las de crédito, con las que luego se realizan compras a nombre de la persona damnificada. La modalidad de robo o suplantación de identidad se multiplica en épocas de vacaciones en distintos destinos turísticos, del país e incluso del exterior. El límite de dinero que los estafadores se llevan es amplio como el saldo -en las de débito- que la víctima tenga en la caja de ahorro.

Los especialistas de este tipo de delitos recomiendan para evitar caer en estas trampas: “cuando se paga con débito o crédito no se debe perder la tarjeta de vista. Si es necesario, hay que levantarse en el restaurante o el negocio donde se compra e ir hasta la caja donde pasan el plástico, o en la estación de servicio bajarse del auto y controlar al playero”.

Los expertos también ponen énfasis a la hora de ir al cajero una vez cumplido el horario de atención del banco: explican que “pueden poner un aparato clonador que se llama Skimmer y se consigue fácilmente por Internet. Puede ir en el dispositivo de apertura magnética o en el mismo cajero y se complementa con mini cámaras para obtener el PIN de acceso a la cuenta”.

Al respecto sostienen que para ingresar a los cajeros se puede utilizar cualquier tarjeta que tenga una banda magnética, por ejemplo la de la obra social, pero cuando el Skimmer está en el cajero, es muy difícil darse cuenta, pero sí hay que tapar el teclado cuando se digita la clave”. Una vez que el delito fue consumado, los especialistas aclaran que “se tiene que desconocer cada una de las operaciones ante el banco”.

Los ejemplos que dan los damnificados son variados, ya que hay una catarata impresionante de gente que se queja sobre que la estafaron clonándole la tarjeta durante sus vacaciones, con montos chicos o cifras de gastos que oscilan entre $600 a $1.000. Por ello ante la menor sospecha se debe hacer rápidamente el trámite correspondiente -de denuncia- ante la entidad bancaria.

Se advierte que el robo de identidad es una modalidad que afecta a todos los que tienen tarjeta, no discrimina ni por edad ni por condición social, en el caso del débito, el límite de los delincuentes para robar es el saldo que hay en la cuenta y el tiempo que tarde la víctima en denunciar, es decir pueden pasar horas o un par de días. Pasa más con las de débito porque no tienen un alerta, como suelen tener las de crédito, con avisos por mail o mensaje de texto.

Es necesario que los bancos implementen un protocolo de atención rápida a las víctimas para estos casos, que necesitan respuestas urgentes porque quizás el titular de la tarjeta está de vacaciones y les roban su dinero de la mensualidad.

Los especialistas en ciberseguridad precisan que este tipo de delito lo llevan adelante bandas organizadas. “En los comercios están las personas que se hacen de los plásticos o las tarjetas clonadas y después le venden esa información a otros, que las utilizan para comprar. Estos, a su vez, seguramente tienen contactos en algún comercio para comprar con tarjeta sin presentar DNI”, es el modus operandi de los ladrones.