Piden condenar a Fernando Penepil: la sentencia se dará el viernes

Alberto Arabarco intentó insistentemente que Fernando Penepil lo observara sosteniendo el cartel con la foto de su hija y el pedido de justicia. Pero el joven acusado nunca lo miró, permaneció esquivo, con la cabeza gacha. Otros familiares y amigos de la joven fallecida también alzaron sus carteles cuando el joven ingresaba o salía de la sala escoltado por uniformados. El muchacho evitó el contacto visual y no hizo uso del derecho a pronunciar la última palabra del juicio, aunque en la jornada anterior había esbozado un pedido de disculpas.

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La fiscal Betiana Cendón y los abogados querellantes Martín Domínguez y Slavko Jankovic cargaron duramente contra Penepil, requiriendo que sea condenado como autor del delito de homicidio culposo agravado por la conducción imprudente, negligente y antirreglamentaria del vehículo automotor que manejaba esa fatídica madrugada de abril de 2017.

Señaló la fiscal que Penepil había exhibido falta de pericia para conducir y que “ni un solo testigo avaló su versión sobre la presencia de perros en el barrio”, que podrían haber justificado una maniobra evasiva que lo llevó a derrapar previo a la violenta colisión. Subrayó un “claro desprecio por las obligaciones de cada ciudadano” y “una indiferencia total a cualquier norma social” y aseveró que aunque no había prueba que pudiera establecer una intoxicación, los médicos que lo asistieron en el Hospital Zonal le notaron aliento etílico.

El querellante Slavko Jankovik destacó que Penepil no tenía registro para conducir “y eso lo sabía también quien le facilitaba el automóvil habitualmente” y al señalar las condiciones en las que manejaba remarcó “no es una travesura adolescente, es una temeraria imprudencia”, para continuar “esto no le pasa a cualquiera, esto les pasa solamente a los imprudentes que se suben a un auto sin importarles la vida de los demás”.

Aunque ante una eventual condena, el monto de la pena se discute en una instancia posterior denominada juicio de cesura, la defensora particular Ana Vera indicó que requeriría el mínimo de la pena posible para el delito enrostrado y cuestionó la validez de la pericia accidentológica por la que se determinó que el vehículo circulaba a unos 86 kilómetros por hora en los momentos previos a la violenta colisión lateral contra el árbol, descartó que su asistido hubiera estado intoxicado y cerró diciendo que “la inexperiencia y la intención de esquivar el perro que se le cruzó trajeron la consecuencia final”.

El siniestro

El hecho investigado ocurrió cerca de las cuatro de la mañana del 2 de abril de 2017, en la intersección de las calles Pitíos y Diucas del barrio Pájaro Azul de esta ciudad. Penepil iba al mando de un Renault Clio blanco a una velocidad estimada de 86,53 kilómetros por hora cuando perdió el control del rodado y tras un largo derrape por fuera de la arteria, impactó de forma lateral contra un árbol ubicado al frente de una vivienda. Como resultado del impacto Camila Arabarco falleció instantáneamente mientras que el joven sufrió diversas lesiones.