En un clima tenso, se desarrolló la audiencia pública por la cesión de tierras a sanatorio privado

La iniciativa impulsada por el oficialismo, propone otorgar un comodato a un privado por 20 años para construir un sanatorio y brindar el servicio de salud. Ya cuenta con la aprobación en primera vuelta por parte de los concejales (en mayoría) y en algunas semanas deberá ser sometido nuevamente a votación.

La audiencia pública se realizó en un horario atípico (20 horas) en el SUM de Dina Huapi. Hubo 22 oradores, de los cuales exactamente la mitad se pronunció a favor y la otra mitad en contra. 

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Hubo vecinos que ni siquiera fueron oradores, pero que empañaron el acto con interrupciones reiteradas y no dejaron que los expositores se explayaran. Esto generó diversos enojos y gritos entre vecinos e incluso contra algunos funcionarios. Sin embargo, no pasó a mayores y el evento se celebró con normalidad, finalizando cerca de la medianoche.

En cuanto a las exposiciones, por el Ejecutivo Municipal quien tomó la palabra fue Juan José Deco, secretario de Gobierno, quien destacó que Dina Huapi está en constante crecimiento y que el servicio de salud actual con el que cuenta la localidad, es insuficiente. Resaltó que como Estado, “no podemos mirar para otro lado, porque es nuestro deber” y que buscan una respuesta rápida para el servicio de salud.

Sostuvo que a la provincia le resulta imposible hacer una inversión de esa envergadura en el corto o mediano plazo, y que la Municipalidad tampoco está en condiciones de llevarla a cabo, por lo que este centro privado, “será un complemento a la salud pública, que atenderá a quienes cuenten con cobertura social o no. Todos serán atendidos”.

“Esta es una solución real y palpable. No hay nada oculto ni excepcional. Es tiempo de dejar egoísmos personales de lado y pensar en las necesidades del otro”, reclamó el funcionario.

El concejal Alejandro Corbatta fue uno de los oradores y consideró que por ser un municipio joven se carece de plataforma jurídica para que estas situaciones no sean traumáticas. En el análisis político, evaluó que se han roto los lazos de confianza de la gente y el gobierno municipal y enumeró las causas judiciales del intendente Danilo Rojas. “Esto no es una feria persa, es el manejo público de los vecinos. Nos oponemos a este tipo de negociados”, ratificó.

El presidente del Concejo Municipal, Félix Chamorro, reiteró que “esto es un comodato, no un regalo”, llamó a “no ser mezquinos y más abiertos”, por lo que pidió que se escuche al privado para poder evacuar todas las dudas. Desde su rol institucional, se comprometió a garantizar que se atienda a las personas sin cobertura de salud y aclaró que no se presentó una Iniciativa Privada, porque en esta oportunidad el Ejecutivo fue a buscar el empresario. Recordó que la propuesta “se puede mejorar”, que “viene a solucionar un problema histórico” y que “no se trata de un negociado”. 

El primero de los oradores en tomar la palabra fue Néstor Morales, quien requirió al Ejecutivo, que muestre las notas donde los gobiernos provincial y nacional indicaron que no están en condiciones de construir un hospital allí. Pidió más gestiones y apoyo ciudadano para lograr que el Estado se encargue del desarrollo.

A su turno, el vecino y ex concejal, Néstor Callegari pidió que no se terminen peleando entre los vecinos, recriminó a la edil Silvia Mosman por haberla votado y no representarlo. Mientras que, dirigiéndose al jefe comunal, le pidió que gestione ante el gobernador.

Le siguió Mauro Scarafia, quien tuvo conceptos negativos para el concejal Corbatta, a quien acusó de oponerse y poner a los vecinos en contra. Luego, el orador Luis Martínez indicó que siempre que tuvo problemas de salud tuvo que dirigirse a Bariloche y que quiere “un centro de salud como la gente” en Dina Huapi.

Lo prosiguió Juan Pablo Sottile, médico del hospital hace 15 años, lapso en el cual también lo dirigió en un momento. “Los vecinos estamos en desacuerdo en ceder tierras al privado”, argumentó, aunque recalcó que los conceptos del empresario los compartía. “La salud gratuita no existe, pero para el Estado la salud es una inversión y para el privado es un negocio, es como poner una ferretería”, opinó y reclamó que el gran ausente en el debate es el Estado provincial. 

Otro expositor fue Roberto Lezcano, trabajador de la salud, quien declaró: “estoy a favor del progreso y de que se haga algo para la gente, estamos lejos de Bariloche”. Contó además que tiene un hijo alérgico y que pese a sus conocimientos casi se muere por no tener un servicio de salud cercano.

Continuó con el orden, el vecino Alejandro Tena, quien reclamó que: el proyecto no haya tenido más difusión, un registro de oposición, que se subdividiera el lote en cuestión y un llamado a licitación. Se quejó de que el gobierno rionegrino “siempre está ausente” y propuso un censo poblacional y social.

El orador Roberto Szmulewicz comentó que “el proyecto es indecoroso”, que viola la ordenanza de Iniciativa Privada y que es de una “gravedad institucional sin precedentes”. Le siguió el presidente del Club Dina Huapi, José Manquelef, quien juzgó que la “salud siempre fue un problema” y que nunca recibió un servicio de emergencia “coherente” y que vivió una situación personal muy fea. En su condición de dirigente deportivo, dijo que vive “con el corazón en la boca”, preocupado porque no le pase nada a ningún niño.

A su turno, Sergio González, dirigente del PJ y ex candidato a intendente, comparó a Dina Huapi con Las Grutas, que pese a no ser un municipio independiente cuenta con dos salas de atención médica permanente y que ahora “están haciendo un hospital por 54 millones de pesos”, que se suma a otro nosocomio ya existente en San Antonio Oeste. Por lo que entiende que hay incapacidad de gestión o que se decide “beneficiar a la salud privada como negocio por encima de la salud pública”. 

Rubén Pandiani subrayó que el de la Argentina es uno de los mejores sistemas de salud de Latinoamérica y que con una mínima inversión en la salita se podrían cubrir las necesidades. Catalogó a los funcionarios de ineficientes y pidió que se llame a licitación.

Luego disertó Damián Szmulewicz, quien se desempeña como director de Deportes de la Municipalidad y recordó que al polideportivo concurren mil personas por semana, por lo que sostiene que “es muy importante tener un centro como este y muy útil que esté a una cuadra y media”. Desde su experiencia personal, los profesionales de la salita no concurren a las emergencias.

La vecina Carina Infante pidió más información y que se convoque a una licitación, al tiempo que preguntó si se manejaron otras alternativas a la del HPR. No descartó hacer una presentación judicial por el tema. Le siguió José Criado, quien se mostró preocupado por la salud de sus hijos y de toda la comunidad, por lo que apoya un servicio cercano a su domicilio: “el centro de salud puede salvar vidas”, subrayó.

Continuó Cintia Nimitan quien recalcó que ella pagó su terreno y que la empresa debe hacer lo mismo. Aclaró que no está en contra del centro asistencial y opinó que no se cumplió con la ordenanza de Iniciativa Privada. También solicitó que se municipalice la salud, como ocurrió en la ciudad de Rosario.

Siguió Héctor Caino, quien pidió una licitación pública nacional abierta a todos los que quieran participar. Hizo levantar la mano a los vecinos por “el sí o por el no” y entendió que “de esta forma, el gobierno no puede seguir con la iniciativa”. Leonardo Álvarez, del Club Dina Huapi, pidió “confiar” a los vecinos y analizó que “se necesita un lugar de emergencias”. 

La audiencia prosiguió con Patricia Mardones, una joven que sostuvo que “los jóvenes necesitamos salud y no tener que viajar media hora a Bariloche y encima llegar y tener que esperar”.

El empresario y dirigente del PRO, Pablo Biggeri, respaldó el proyecto, les pidió realismo a los ciudadanos porque “un hospital público no va a haber”. “No esperemos a tener un accidente, sigamos gestionando a la Provincia, pero tomemos esta oportunidad que nadie le está regalando nada al privado”, afirmó.

Finalmente, Jorge Selmo replicó las palabras de su antecesor y consideró que “lo que abunda no daña” y pidió no seguir “poniendo objeciones”.