23/01/2018

Ruedan video danza sobre la violencia de género

- ESTARÁ LISTO A MEDIADOS DE AÑO - Tuvo la idea la bailarina y coreógrafa Mónica Vega, quien trabaja en conjunto con Melina Diamante, especialista en lenguaje audiovisual. Se denomina “Las resilientes” y aborda la problemática desde una perspectiva transgeneracional.

Ruedan video danza sobre la violencia de género
Diamante en plena faena.
Diamante en plena faena.

 

Por Adrián Moyano
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Está en rodaje “Las resilientes”, un proyecto de video danza que ideó la bailarina y coreógrafa Mónica Vega, en sociedad artística con la realizadora audiovisual Melina Diamante. Protagonizan el trabajo integrantes de Avivarte, tanto alumnos como docentes del centro cultural que impulsa la primera en colaboración con otras colegas. El equipo se propuso abordar la espinosa problemática de la violencia de género desde una mirada evidentemente artística.

“Es un proyecto que venimos realizando para un audiovisual con el formato de video danza sobre la violencia de género, vista desde lo que trasciende, a nosotros y a todas las personas que la han sufrido en algún momento, algo que viene desde las generaciones”, describió Vega. Desde esa mirada, “hay un pequeño lazo, una mínima fibra que podemos tratar de cortar. Ese es el aspecto general”, sintetizó.

A través del video danza, “se trata de hablar con el cuerpo, con todo lo que tenga que ver con lo corporal”, ilustró Diamante. “El video danza no tiene diálogo, a diferencia de la ficción todo lo que se cuenta es a través del movimiento y del cuerpo, de la situación que se está contando y de cómo se pone la cámara”. Entonces, “todo es un lenguaje que te permite transmitir el mensaje que queremos contar, que sería sobre la violencia de género y, al mismo tiempo, sobre lo transgeneracional, es decir, la repetición de un patrón”, compartió.

En el caso de “Las resilientes”, aportó Diamante que “el video danza tiene dos formas de contar: una tiene que ver con una parte más metafórica y la otra, más realista, en la que hay escenas verídicas. También hay una parte en la que se entra en las emociones de los personajes: en lo que les pasa, en lo que quisieran decir y no pueden decir. Esa es la idea”, resumió. En la actualidad, “estamos en la etapa de producción y de rodaje”.

En efecto, con miras a tener el video danza listo a mitad de año, “empezamos el fin de semana pasado y, desde que llegué, empezamos a trabajar con los ensayos y con nuestro grupo de gente: Avivarte”, relató la directora, quien después de residir cinco años en Bariloche, continuó con su formación en Buenos Aires. “Tenemos distintas edades, algunos son profesores y otros son alumnos. Hay una nena de 6 años y la más grande tiene 51… Trabajamos con mujeres y con algunos hombres también, que son los protagonistas de las escenas”, describió.

Desde el centro cultural

Vega recordó que “Avivarte es el centro cultural que tenemos con varias profesoras, hace ya cinco años… Lo conforman profesoras de distintas danzas, teatro y canto. Los involucramos, contamos con algunos alumnos que no estaban de vacaciones y con gente que tiene mucha expresividad natural que nos está ayudando mucho en esta línea de elenco estable”, describió la coreógrafa y docente.

Precisamente, la relación entre ambas comenzó en las clases de danza. ”La conozco a Mónica hace un poco menos de 10 años”, historió Diamante. “Ella fue muy profesora cuando viví acá. Yo hice toda mi secundaria en Bariloche (CEM 99) y la conocí cuando empecé en la Escuela de Comedia Musical de Analía (Cogliatti). Después empecé a tomar clases con ella en Creative Dance y ahí empezamos a tener una relación, más allá de ser profesora y alumna”.

Precisamente, como consecuencia de ese entendimiento, “nos vimos en agosto en Buenos Aires. Ella ya venía trabajando con Las ‘resilientes’ hace dos años y me planteó la idea. Entonces, ahí surgió la posibilidad de empezar a trabajar en un guión y filmar acá en enero, un poco por el grupo que ya está y baila con ella, pero también para conectar un poco los paisajes”. Por otro lado, “hay mucho de trabajo en equipo que quizá no sucede allá, en una ciudad tan grande. Muchas cosas fueron sucediendo y mucha gente se ofreció a mostrarme locaciones que yo no conocía, hay mucha conciencia de eso: acá se trabaja de otra forma y está muy bueno”, señaló.

El guión de un video danza entraña desafíos. “Muchos. Tenés que ser muy claro en lo que querés que se vea y se cuente. Después, hay que pensar una forma de contar con el cuerpo y a través de esa forma, pensar en cómo colocar la cámara”, confió Diamante. “O al revés: cómo pongo la cámara y hago que en un rectángulo de un primer plano o de un plano general, se vea en el cuerpo de los personajes. También influye mucho la iluminación y todo lo que tiene que ver con las seis patas del audiovisual: tienen que estar pensadas en una sola línea, que sería la del baile”, redondeó.

En cuanto al lenguaje del cuerpo, “puede ser más bailado desde una danza más expresiva o desde un movimiento dancístico”, añadió Vega. “Utilizamos todos los recursos que tenemos y también nos validamos mucho en un guión sonoro, en el que está trabajando Ricardo Villar. Tenemos una voz invitada, la de Anahí Mariluan, necesitábamos una voz como la de ella y por eso la convocamos. Desde la danza contemporánea, suma Tone San… Eso es lo que va sucediendo, un gran todo que es el video danza. Obvio que es un gran desafío, tanto para alguien que está en la danza como para alguien que está en el audiovisual”, señaló. Ganas de que llegue julio.

Conexión y posibilidad

Melina Diamante es licenciada en Medios Audiovisuales. “A este proyecto lo voy a presentar como tesis en la facultad, donde estoy terminando. Estoy en la UNA y me especialicé en Dirección y Montaje. Realmente, el audiovisual tiene que ver con la suma de muchas personas porque es algo que no se puede hacer solo. Al mismo tiempo, se va enriqueciendo el proyecto porque cambiamos algunas cosas de lo que fuimos viendo, los caminos se fueron abriendo y esa conexión es la que genera la posibilidad de hacer estos proyectos”, realzó.

Pero el destino de “Las resilientes” no será sólo el ámbito académico. “La idea de Mónica era armar un proyecto audiovisual que sirviera para fines educativos y que se pudiera hablar de la violencia de género en las escuelas y en otros lugares educativos. Pero también que fuera artístico y desde otro lugar: que se pudiera ver como una historia de cine. Después surgió que yo lo presentara como tesis en la facultad y de ahí, va a ir a festivales y a concursos”, añadió.

El objetivo del video danza es directo. “Tiene que verse interesante porque es difícil hablar de un tema así sin ser claros. Le dimos una vuelta de tuerca al guión: no es que si dejás de estar con equis persona, te va a dejar de pasar, sino que tiene que ver con un cambio interno de la persona que lo sufre. En este caso, puntualizamos en la mujer para ser conscientes de que es como un patrón en uno: pensá en por qué permitis eso y no lo permitas más. Esa es la idea”. El resultado final no irá más allá de los 6 o 7 minutos.

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