21/01/2018

Emotivas historias de promesas al gauchito Antonio Gil

Ayer, durante la calurosa tarde, varias familias, en su mayoría, luciendo prendas propias de los gauchos, se acercaron al lugar en el que se encuentra la figura de Antonio Gil, más conocido como “el gauchito Gil”. La gente se presentó para hacer sus promesas al gauchito y pidiendo paliar problemas familiares, de empleo y de salud. Antonio Gauchito Gil, con una historia que nació durante la guerra de la triple alianza.

Emotivas historias de promesas al gauchito Antonio Gil
El santuario del Gauchito Gil
El santuario del Gauchito Gil

Por Wilge Delgado
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Una gran cantidad de familias luciendo trajes gauchescos se acercó ayer a la Ruta de Circunvalación en la que, por iniciativa de Eduardo Ojeda y César Balmaceda, se convoca al encuentro para realizar las promesas al Gauchito Gil, acto que se inició hace varios años y que intenta lograr una convocatoria similar a la que tiene el Gauchito en otras localidades.

Ojeda junto a Balmaceda agradecieron “a la Policía y Bomberos Voluntarios, a quienes abonamos, a la UTA que puso un camión y, a todas las familias que se acercaron”. También sumaron al agradecimiento al concejal Daniel González: “Que nos ayudó para pagar el sonido y a la gente de Tránsito de la municipalidad”.

Sobre los invitados, Ojeda señaló: “Viene el Súper Quinteto, músicos locales y payadores para alegrar a las familias y esperamos realizar los sorteos”. Por su parte, Balmaceda agregó: “Le pedimos a la gente que tenga cuidado al dejar encendidas las velas; con el viento puede producir incendios que luego lamentamos. Pedimos dejen cigarrillos y alguna bebida”.

Un acordeón y una guitarra hicieron que, con chamamés, valseados y rancheras, las familias se animasen a bailar, y lograron lo que se comenta en el campo, levantaron polvo de la tierra con el zapateo de taco y punta.

La historia de Melina

Eduardo Ojeda habló sobre la motivación de haber sido el iniciador de levantar el altar para el Gauchito Gil y promocionar e invitar a las familias. “Hace varios años, creo que seis o siete, vino una chica del barrio Ñireco. Su nombre era Melina Páez. Ella necesitaba una prótesis en la cabeza, por una lesión que sufrió en un accidente. No sé si logró cobrar la indemnización de la empresa. Vino al Grupo Solidario, todos choferes de micros, e iniciamos una campaña de pizzeada y otra en el Centro Cívico”, dijo.

“Pudimos recaudar el dinero necesario para Melina y prometí al Gauchito Gil traerlo a este lugar de la Circunvalación. Con mis compañeros de trabajo, armamos la casilla como altar y nunca imaginé que se iba a convocar a tanta gente; aunque seguiremos trabajando para limpiar el espacio y, tener un lugar seguro para todos”, concluyó.

RELATOS DE FE

“Este año, le pedí por mi nieta y nos escuchó”

Luciendo su traje de gaucho, César Abel Cornejo, en diálogo con El Cordillerano, confesó: “Soy una persona que se crió en el campo, no sé leer ni escribir. Un día, mis hijos me mostraron por internet la vida y muerte del Gauchito Gil y empecé a tener cariño. Me dije, ‘me voy a vestir como él’ y, así lo hice. Llevo siempre el traje del Gauchito Gil, tengo todos los trajes, y esa es mi promesa, porque, siempre cumplió. Para este año, le pedí al Gauchito por mi nieta, que nació con bajo peso, estaba entre la vida y la muerte y, al otro día, la nena empezó a levantar el peso. Es todo lo que le pido. Como otra nieta que tenía problemas de respiración y el Gauchito nos escuchó”, concluyó.

Diego y su familia

Diego llegó con su familia al lugar, se puso frente a la figura del Gauchito Gil, serio, varios minutos y luego nos contó: “Vine con la familia, por eso no vine a caballo. Vengo a hacer la promesa para lograr salir del problema con la familia. Son cosas que él sólo conoce. Vinimos a verlo, tenemos confianza. Prometí limpiar el predio y tengo fe para que todo se solucione en mi familia”.

La historia de Antonio Gil, el Gauchito

Eduardo Ojeda, el iniciador de la instalación de la imagen del Gauchito Gil en Bariloche, refirió sobre la historia de Antonio Gil: “Se dice que Antonio estaba con las tropas federales en la guerra de la triple Alianza, en una batalla contra los guaraníes. Una voz -dicen que era Dios- le dijo, ‘no puedes matar a tus hermanos, son humanos como vos’ y, entonces, desertó”, dijo.

“Pero también comentan que Antonio tenía como amante a la esposa del comisario. Antonio era de Mercedes, Corrientes. Luego cuentan que fue perseguido por desertor. Cuando lo detienen, la familia y los amigos juntan firmas para el indulto. El perdón para Antonio llega, pero el comisario -que sabía sobre su mujer y Antonio- cajonea el indulto y, entonces, lo matan y, antes de morir, dicen que Antonio perdonó al comisario y pidió por todos. Entonces fue que empezaron las promesas y se convirtió en el Gauchito Gil”, relató Ojeda.

Y finalizó: “Nadie pudo asegurar si el pañuelo rojo que siempre lleva su imagen fue por ser federal o por la sangre”. 

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