Para el dirigente del año la clave es el equipo y predicar con el ejemplo

Por Daniel Pardo
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Martín “Cepi” Raffo fue distinguido en la Fiesta Anual del Deporte como dirigente del año. A los 37 años, el joven artífice de destacados eventos internacionales aparece en los primeros párrafos de esta nueva página de su vida con el mayor reconocimiento de la ciudad, aunque las carillas anteriores -y las presentes- están cargadas de premios y notorios logros como referente del ciclismo de montaña en Sudamérica.

“Yo me quería ir a dormir”, contó Martín sobre la noche del sábado en el Teatro la Baita, pero se había comprometido con “Pancho” Navarro que le había solicitado que brinde una charla a los atletas por la Corrida de Reyes. “Cepi” había estado durante el día trabajando en los circuitos de la 4 Refugios, extenuado. Ya en el final de la ceremonia, el dirigente engañado, escuchó que Cristian Báez detalló que el ganador de la importante distinción “muchas veces dejaba de correr para organizar”. Ahí prestó especial atención. “Escuché mi nombre, no lo esperaba, me sorprendió mucho”, reconoció.

Martín hizo una transición rápida de la práctica del ciclismo a la dirigencia, aunque ambas siempre convivieron. Recordó que cuando tenía 18 años organizó un campeonato argentino de la disciplina. Y desde 2007 organiza eventos en Chile, Ecuador y Argentina. Cuando intenta descifrar el ADN de su identidad como dirigente encuentra a Esteban Raffo, su padre. “Influyó mucho, es muy organizado, prolijo, estructurado”, describió.

La oportunidad de correr fuera de Argentina contribuyó mucho también en su formación como dirigente. Para Martín “afuera” se demuestra que las cosas se pueden hacer más allá de las dificultades y no comparte la idea que “acá” las cosas cuestan más. Hay una característica del dirigente argentino, según “Cepi”, que resultó determinante para posicionarnos en el plano internacional: su capacidad resolutiva.

Cuando se le pregunta por la clave del dirigente, no lo duda, y su respuesta es instantánea, “el equipo”, que según su opinión es el merecedor del reconocimiento. “Yo no mando a la gente a palear los senderos, voy yo. Recorro, estoy ahí, en los pequeños detalles. Soy el primero que llega y el último que se va. Eso ayuda, porque si no das el ejemplo, es muy difícil”, comentó el dirigente que planifica su trabajo con 12 meses de anticipación porque para él, “es la única forma de llegar bien, con tiempo”.

Contó un ejemplo del trabajo en equipo. Ayer, Raffo, junto al equipo de trabajo llevaban seis días de pala y rastrillo para la 4 Refugios, sin parar. “No dábamos más”, reconoció después de cuatro horas de trabajo continuo y agregó que “hizo falta que uno de nosotros agarre la pala un poco más, y el resto siguió. Eso es el equipo”. Para Martín, cada eslabón de la cadena es importante, tan importante como la cabeza. “Yo soy sólo el coordinador, prefiero este rótulo al de líder”, dijo.

Sobre su vida deportiva, la definió como “un regalo” porque sigue compitiendo y continúa cosechando buenos resultados. “No puedo pedir más”, admitió y recordó que el año pasado recibió un reconocimiento de la Fiesta del Deporte por sus logros deportivos.

La planificación, el orden y la prolijidad de “Cepi” deberán afrontar una agenda muy intensa y cargada en 2018 con múltiples eventos que lo tendrán como dirigente y corredor. No resulta necesario preguntárselo en el final de la charla porque se percibe evidente en cada una de sus definiciones, en las palabras envueltas de pasión; otro secreto de la calidad como dirigente de Martín es que disfruta mucho lo que hace.