27/12/2017

Avanza la coproducción teatral argentino-chilena

- SE LLAMARA “ENEMIGO DE PAPEL” -  A las órdenes del gran Arístides Vargas, la parte barilochense del staff trabajó durante nueve días en Mendoza con el resto del elenco. La intención es que el estreno se produzca en julio próximo. El conflicto por el Canal de Beagle, re-visitado.

Avanza la coproducción teatral argentino-chilena
Argentinos y chilenas a las órdenes de Vargas.
Argentinos y chilenas a las órdenes de Vargas.

Con nueve días de trabajo intensivo en Mendoza, comenzó la cuenta regresiva para “Enemigo de papel”, la coproducción teatral argentino-chilena que reúne a teatreros de Puerto Montt y Bariloche, entre otros participantes. La intención del staff es que la obra se estrene en julio próximo, tanto en los Temporales Internacionales de Teatro puertomontinos como en las Nevadas barilochenses. La experiencia es inédita.

Al retorno de la inmersión mendocina, El Cordillerano dialogó con Juan Alari, uno de los actores que conforma el elenco binacional. También hizo otro tanto con Virginia Fdel, quien se desempeña como asistente de Dirección del gran Arístides Vargas, en quien recayó la responsabilidad de dirigir la puesta. Alari y Fdel ya compartieron labores con “Más que una bandera”, la obra sobre Manuel Belgrano que estuvo en cartel en los últimos meses.

Relató el actor que “Enemigo de papel es una obra que está escrita y dirigida por Arístides Vargas, una coproducción chileno-argentina. Habla sobre el conflicto del 78 entre Chile y la Argentina por el Canal de Beagle… La historia es sobre dos bailarinas de cueca chilenas (Macarena González y Natalia Alfaro, ambas de Puerto Montt) que están en Argentina cruzando a Chile y dos actores argentinos que están en Chile volviendo para Argentina. Los cuatro se encuentran en la frontera en el momento del conflicto y quedan encerrados en ese no lugar, hasta que solucionen los temas entre los dos países”.

Si bien hace años que el proyecto venía esbozándose, los tiempos se aceleraron. “Estuvimos en Mendoza haciendo un intensivo de nueve días, ensayando todo el día y fue increíble la experiencia de haber trabajado con este gran director, sus obras se hacen por todo el mundo y su forma de trabajar es muy especial”, comentó Alari. “Él dice que los actores tienen que proponer y no es nada déspota a la hora de trabajar, todo lo contrario… Es una experiencia humana muy interesante y el proyecto muy ambicioso: en febrero volvemos a tener ensayos con Arístides de vuelta en Mendoza y después, marzo, abril, mayo y junio, viajamos a Puerto Montt y vienen a Bariloche, seis días por mes para continuar con Virginia, que es la asistente de Dirección. En julio viaja Vargas para acá para poder hacer el estreno”, avisó.

360 kilómetros

Hombre de trayectoria y de gran presente incluso en el cine y la televisión, Alari rescató varios aspectos de su participación en “Enemigo de papel”, entre ellos, “el grupo de gente que está trabajando. Con Virginia ya veníamos trabajando y conocerlo a (Carlos) Garza Bima, de La Hormiga Circular (Villa Regina), una persona que tiene mucha experiencia. Lo que nos está pasando es ver que Puerto Montt está mucho más cerca que Buenos Aires, ¿no? Entonces, estamos más relacionados con las cosas que pasan en Chile que las que pasan en el resto de la Argentina, las realidades son más parecidas y entonces, la unión entre los dos es interesante”.

El actor se deshizo en elogios hacia el director. “Lo de Vargas es increíble. Había leído un par de textos suyos, visto un par de obras puestas por otras personas y también conocía su historia: exiliado en el 76, vive en Ecuador, donde tiene su grupo (Teatro) Malayerba, con 40 años de trayectoria… La conjunción de todo lo que va pasando es un proyecto muy grande: tuvimos la suerte de que nos salga Iberescena (apoyo económico) para producirlo y eso hace que podamos trabajar, lo que significa viajar, comer y llegar a una producción que va a tener fuerza con gente muy profesional en cada área”.

Para Virginia Fdel, trabajar a las órdenes de Vargas “es un reto bastante grande. Cuando Maxi Altieri, el ideólogo y coordinador de este proyecto, me convocó para hacer la asistencia de Dirección y me comentó cómo iban a ser los ciclos de juntadas y ensayos, me generó una pregunta muy grande porque suelo trabajar con más tiempo de ensayo. Hice asistencias de Dirección pero con personas con las que el código ya estaba conocido y teníamos cuestiones en común. Este primer encuentro era una gran pregunta y me generaba bastante inquietud en función de cómo iba a hacer mi trabajo, por un lado, conociendo el modo de Arístides y cuál era el lugar que yo iba a ocupar, hasta qué punto iba a permitirme crear o intervenir… Y la verdad fue maravilloso por todos los lados por donde pueda mirarse”, confió.

Relató la –en este caso- asistente que “sobre todo en los primeros encuentros iba bastante abierta para ver cómo se manejaba él y ver hasta qué punto hacer y que no. Eran ensayos que duraban entre 4 o 6 horas y después nos daba tareas y yo coordinaba ese espacio. Él trabajó mucho desde la creación y la improvisación del actor… La verdad, me encontré con una persona muy abierta y respetuosa que me dio lugar para poder intervenir, crear y participar libremente. Van a ser dos encuentros con él y después vamos a tener cuatro meses de trabajo conmigo sola. Después nos vamos a volver a juntar para el estreno, ya en julio. Me dio ciertas pautas que quiere que se respeten en función de dar lugar al actor, tomar la creación del actor y sus propuestas pero a partir de ahí, me permitió tener la libertad de poder hasta incluso modificar ciertas cuestiones que vayan quedando. El proceso es maravilloso, con gente muy predispuesta a aprender, a crecer y modificarse”, señaló Fdel. Desafío que deberíamos asumir también los futuros espectadores.

Fronteras en las cabezas

Participar de “Enemigo de papel” genera en sus protagonistas reflexiones que son válidas no sólo arriba del escenario. “Lo interesante en sí es que esta frontera entre Argentina y Chile también la tenemos los mismos argentinos cuando nos relacionamos el uno con el otro”, razonó Juan Alari. “Pero las diferencias no son problemas, son algo interesante porque al ser diferente, el otro nos enseña cosas que nosotros no vemos de nosotros mismos”.

El actor juzgó oportuno el proyecto “en este momento del país por las cosas que están pasando últimamente: poder diluir un poco esa frontera que hay entre todos los argentinos y entre los argentinos y los chilenos… Diluir el miedo hacia el otro, el miedo hacia lo desconocido, poder unirnos… Esa historia es re-interesante”, realzó. También valoró Alari que “el proyecto salga desde Bariloche, donde estoy hace tres años ya. Cada vez aparecen proyectos más interesantes y está buenísimo poder estar trabajando en el lugar donde vivo, aunque haya que viajar”.

Sobre la reciente experiencia mendocina, sumó Virginia Fdel: “estuvimos todos juntos viviendo en una casa, que si bien puede ser un inconveniente, la verdad lo vivimos de una manera muy armoniosa. Estuvo buenísima la experiencia para convivir y conocernos todos, creo que eso posibilitó hermanarnos un poco más”. Además, surgió el paralelismo. “Veía como una especie de reflejo de la temática de la obra. Nos reíamos porque decíamos que estábamos en la frontera, decíamos que se daba en la casa lo mismo que en la obra porque estaba buena pero no dejaba de ser un espacio reducido para seis personas, donde sí o sí teníamos que lidiar y conocernos”.

En esa convivencia “binacional” aparecieron “cuestiones culturales. El argentino es más jetón, hablador, es de imponerse más… Ellas (las actrices chilenas) nos decían que nuestra energía es más fuerte... Ellas eran como más suaves, más respetuosas en el habla, menos de imponerse. Pero la cuestión que subyace es que cuando se trata de lo humano, no hay fronteras… Eso se vio, porque se vieron códigos en común, tanto desde el humor como desde la convivencia y pudimos generar un relación muy linda, sin distinguir demasiado de qué nacionalidad era cada uno”, remató la asistente de Dirección.

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