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El Pesebre Viviente de la capilla San Francisco de Asís conmovió a los presentes
La comunidad de la capilla San Francisco de Asís, ubicada al costado del arroyo Ñireco, participó de la conmemoración de la misa en el salón contiguo en el mismo predio y, luego, se realizó un Pesebre Viviente con motivos de la cercanía de la Navidad.
Por Susana Alegría
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Con un centenar de fieles, el Padre Pepe llevó adelante la ceremonia religiosa y el momento de mayor emoción fue contemplar el Pesebre del cual participaron alrededor de 25 niños, incluida la figura del Niño Jesús, quien durmió durante toda la representación. Seis ángeles, siete pastores, los 3 Reyes Magos, José, María y los que hicieron de vecinos de Belén.
Por casi dos horas, maravillaron a los presentes, mientras que una voz en off iba narrando los detalles de un hecho que marcó un antes y un después para la religión Católica.
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Se inició con algunas pequeñas que iban a hacer sus compras de regalos navideños, que se encuentran con un pequeño de muy pocos recursos. En ese momento, baja un ángel y les explica que el espíritu navideño está muy lejano de contar o no con obsequios y que lo único importante es el regalo de Dios.
Fue acompañado con música y villancicos, y finalizó con la presencia de alguien muy especial, Papá Noel, quien se asemejaba mucho al Padre Pepe, que ofició la ceremonia de la misa, siempre sorprendiendo gratamente a su comunidad. Al retirarse, todos recibieron una hermosa estampita alusiva a las fiestas.
