Por primera vez, encuentro ecuménico de iglesias Católica, Luterana y Metodista

Por Susana Alegría
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Conocerse y comenzar a proyectar de manera grupal es una de las metas, porque son muchas las iglesias de distintas religiones que están en los barrios del Alto y a todas preocupa la calidad de vida de sus vecinos.

Patricia Díaz colabora con la San Cayetano desde hace mucho tiempo, siempre está presente tocando la guitarra en las ceremonias religiosas o peregrinaciones, tiene 24 años y hace 12 que se siente parte de esa comunidad.

Comentó a El Cordillerano “la invitación fue abierta y participaron dos, la Bethel de calle Elordi y el pastor de Una Flor en el Desierto, ambas con gran cantidad de fieles como representantes”.

La celebración

Fue bajo el lema “Jesús viene a nuestro encuentro en los hermanos”, el inicio se dio con palabras de bienvenida del padre Miguel. “Después una integrante de Bethel comenzó a hablar sobre la Navidad, leyendo un cuento, luego nos hizo cerrar los ojos para ver qué sentíamos, queé nos había dejado el texto”, contó Patricia.

El contenido del cuento era acerca de una señora de clase alta, que con muchos preparativos, se dedicó a esperar a Jesús en la Nochebuena. Llegó un señor a su casa en ese momento para pedirle si podía ayudarlo con un llamado telefónico, a lo que ella se negó, luego una mujer embarazada que necesitaba un lugar donde pasar la noche y la rechazó, eran en realidad la presencia de Jesús representada en esas personas y la señora no supo interpretarlo.

A continuación se cantaron canciones de Navidad, participando el padre Juan Ángel con parte de su comunidad y el obispo Juan José Chaparro. Fue un encuentro cargado de simbolismos y reflexiones, sobre el pesebre se puso una red que representaba la unidad y los sus costados, se fueron poniendo los alimentos no perecederos que aportó cada uno de los presentes.

Asimismo se hizo una colecta de dinero, que fue contado y dividido entre las iglesias presentes, para que compraran más alimentos que luego se iban a distribuir en los diferentes barrios, a las familias que ya conocen y que realmente lo necesitan.

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Repartir el pan

Para el encuentro se habían hecho dos panes grandes, uno de harina blanca y el otro de salvado, que fueron repartidos y compartidos entre los asistentes, sumando más simbolismos al momento.

Sorprendentemente casi todas las canciones eran conocidas e interpretadas por las diferentes iglesias y para finalizar se hizo una bendición, la que fue coronada con las palabras del obispo.

El año pasado se realizó el encuentro pero estuvo relacionado de manera directa con el asesinato de Lucas Muñoz contando con la participación de su familia, pero en esta oportunidad, se abrió a otras religiones, con un resultado por demás favorable.

Balance del encuentro

Nadie mejor que el padre Miguel Haag para que haga un breve balance del encuentro, quien resaltó la unión de valores en pos de mejorar la calidad de vida de los vecinos más necesitados.

Al respecto dijo “es muy bueno superar determinadas diferencias y comenzar a juntarnos, cuando vivía en La Pampa en un pueblito de 5 mil habitantes, para mí era simple reunir a las diferentes iglesias, solo con ir a tomar mate con cada uno de los pastores era suficiente, Bariloche es mucho más grande y a veces se dificulta conocerse, pero ya comenzamos a hacerlo”.

La comunidad de la parroquia San Cayetano es muy amplia, se calcula que abarca alrededor de 40 mil personas en 12 barrios de la zona, solo El Frutillar tiene 200 manzanas y casi 6 mil habitantes.